Thom & Harriet || (En edición)

Capítulo 15: La quiero.

¡Hola, nuevamente!

Sé que algunos se habrán dado cuenta de que subo capítulos los lunes, miércoles y viernes, pero mañana no podré hacerlo, así que lo subo desde hoy. 

Espero que les guste :D gracias por leer, votar y comentar! 

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Nuevamente, el tiempo se ha ido volando.

Ha pasado un mes desde que Harriet vive conmigo y ella está demasiado apenada. Ya le pagaron bastante dinero y bien podría irse a un hotel, pero no la he dejado. Siempre saco alguna excusa para que se quede. Por ejemplo, ayer, cuando me dijo que ya no quería darme más molestias y empezó a hacer sus maletas.

-¡Basta, Thom! Me iré hoy mismo, sin excusas –dijo, mientras empacaba.

-Pero, Harriet, ¿cómo leeré “El mundo de Luz”? –pregunté, desesperadamente.

Ella puso los ojos en blanco y siguió empacando, sin mirarme.

-Pensé que a estas alturas me pedirías que me quedara por una razón más inteligente. Pero, ¿por el libro? ¿en serio? -dijo, con un poco de enojo en su voz.

Me quedé callado. ¿Qué otra cosa podía decirle? Ya había gastado todas mis excusas ridículas, pero aún no había sido sincero. No había mencionado para nada la verdadera razón por la cual quería que se quedara: Porque la quiero.

En verdad, ella llegó y cambió mi mundo. Mis días se volvieron totalmente divertidos a su lado; nuestros momentos juntos se han hecho muy especiales para mí, y los disfruto de una manera muy difícil de explicar, porque lo que siento cuando charlamos, cuando nos abrazamos, cuando nos miramos y cuando reímos, es algo distinto a lo que he sentido cuando estoy con otras personas. 

La quiero. Y no es simplemente algo que diga porque sí. Lo digo, porque lo siento, porque no es algo que haya nacido de la noche a la mañana; es algo que se ha ido formando con el paso del tiempo y que no ha dejado de crecer dentro de mí. El problema, es que esto sólo lo admito en mis pensamientos y no frente a ella. Y, en lugar de decírselo, pongo estúpidos pretextos para no dejarla ir.

Al final, logré convencerla, ya que escondí sus maletas. Sé que fue algo inmaduro, pero no tuve opción. Ella se rindió y accedió a quedarse, sólo si dejaba que me pagara parte de los gastos del departamento. Antes, le hubiera dicho que no, ya que no quería que ella tuviera que pagar nada, pero esta vez, dije que no había problema y me calmé bastante, ya que volví a ganar tiempo, pero muy en el fondo, sabía que no duraría para siempre.

Hoy es viernes. Ya son las 19:00 hrs y Harriet aún no regresa de su negocio. Probablemente no tardará en llegar, así que, mientras lo hace, decido ponerme a leer.

Tomo el libro “El mundo de luz”, voy al cuarto de Harriet y me siento en su cama. Justo cuando estoy a punto de comenzar mi lectura, mi celular empieza a sonar. Dirijo mi vista hacia el identificador de llamadas y  veo que es Lara quien me llama. No hemos hablado desde que discutimos sobre Harriet, el día en el que me hicieron la reunión sorpresa. 

-¿Hola? –contesto.

-Hola, Thom –dice ella-. Oye, ¿tienes tiempo para hablar?

-Claro –respondo.

-Y… ¿estás sólo?

-Si preguntas por Harriet, sí. Estoy sólo, ya que aún no regresa del trabajo, pero te aconsejo que te apures, porque no debe tardar en llegar.

-¿Aún está viviendo contigo? –pregunta, anonadada.

-Sí, y más vale que no digas nada respecto al tema.