Thom & Harriet || (En edición)

Capítulo 31: Una semana.

¡Hola a todos! :D

En esta semana ya no dejaré mensajes tan largos, porque bueno, no hay mucho que no sepan. n__n

Quiero pedir una disculpa por no haber actualizado. Tengo la inspiración a todo lo que da, pero me la he pasado de pachanga en pachanga y no he tenido nada de tiempo. Éste capítulo ya lo tenía escrito, pero ni siquiera tenía tiempo de abrir wattpad para corregirlo y subirlo... Sí, así de cañón.

El lunes vuelvo a clases, así que no dejaré que mi tiempo se pierda.

Prometo aquí, frente a sus bellos y hermosos ojos, que haré todo por hacer una actualización diaria, por lo menos hasta el viernes. El fin de semana no lo prometo porque ya tengo compromisos esos dos días y no sé qué tanto tiempo libre tenga, pero por lo menos de hoy hasta e viernes haré todo por actualizar diario. O sea que, tendrán 5 sensuales capítulos para leer. :D

Bueno, sigan con su bella lectura.

Recuerden votar y comentar si les gustó. :3

¡Gracias por leer! Los amo con todo mi corazoncito. <3

-Marianaॐ

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Thom's P.O.V.

-¿A qué viene todo esto? Jamás se me hubiera ocurrido que tú eras parte de nosotros. Eres hermosa y me causaste demasiada curiosidad, desde el primer momento en que te vi… ¿Por eso me buscabas?... Yo no pensé nada. Sólo quería intentar hablarte como cualquier persona normal… Estoy consciente de ello, pero las circunstancias han cambiado mucho… No entiendo… ¿A qué te refieres?... ¿Acaso eres… Oh, no… Sandra...

-No, no, no, no y NO –estalla Harriet, moviendo las manos con exageración en forma de negación-. Dale más énfasis a lo que Olliver siente al ver a Sandra. Cuando dices su nombre, parece más  bien como si dijeras: “Oh, pizza…”.

-¿Oh, pizza? –digo, reprimiendo una carcajada-. ¿No crees que es una extraña comparación?

-¡Pues así suenas! –dice ella, poniéndose de pie y caminando en círculos alrededor de la mesita de centro de mi sala.

Parece como si el tiempo tuviera alas y se hubiera ido volando. Han pasado dos semanas desde que fui al teatro con Harriet. Aquel día todo fluyó con alegría y tranquilidad. Ambos dejamos atrás lo que había ocurrido unas horas antes y disfrutamos nuestro tiempo viendo “La dama de negro”. Fue demasiado perfecto para ser verdad, pero también fue el acontecimiento que marcó el final de mis vacaciones.

Desde que mi padre me dio la gran noticia de que haría la audición para interpretar a Olliver, me entregó una pequeña maleta que contenía varias horas engrapadas. Dichas hojas eran la parte del libreto con la que tendría que presentar mi audición y, obviamente, tengo que memorizarlas y presentarlas en justamente ocho días.

Desde hace dos semanas, no ha habido momento en el cual no haya repasado cada una de las líneas de mi personaje. Me he desvelado aprendiéndolas y ensayándolas, a tal grado de que ya he logrado mi primer objetivo: memorizarlas por completo. Literalmente, podría recitarlas al derecho y al revés. Ahora, sólo falta darles mi propio toque y una interpretación adecuada.

-Para mí, sonó bastante bien –comenta Roger, sonriendo burlonamente al ver la actitud de Harriet-. Pero, al parecer, a tu novia no le ha gustado, así que lo siento, Thommy, pero sin la aprobación de la bella dama, no tiene sentido alguno que dé mi opinión al respecto.