A la Amistad (Parte Dos)

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Pueden existir muchos tipos de amigos, pero buenos amigos hay pocos

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Pueden existir muchos tipos de amigos, pero buenos amigos hay pocos.

A lo largo de nuestra vida conocemos a muchas personas y hacemos muchas amistades, pero a medida que pasan los años vamos perdiendo el contacto con alguno de ellos y conociendo a gente nueva.

La amistad de una persona es un regalo precioso que te da la vida, y dicen que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Por desgracia, a veces nos toca darnos cuenta de que, quien pensábamos que era nuestro amigo, en realidad no estaba ahí cuando lo necesitábamos. Y es que claro, es en esos momentos de dificultad cuando realmente te das cuenta de quién te quiere y quien va a estar ahí para ayudarte a pasar el mal trago.

Después de la decepción de esos lazos, la cual es compleja como cualquier relación interpersonal, se volvió más fácil desconfiar de las personas.

Tengo dentro mucho dolor por todo lo que me pasó en lo que ya conté. Pero del arrebato y la desesperación, no surgen vínculos sinceros.

Es verdad que no hay que ser tan abierto en cuánto sentimiento se refiere. Silenciar opiniones, hacer un previo análisis por si surge algún insulto, comprender, apoyar y dar buenos ánimos.

Saber identificar las personalidades que sucumben en la tentación de lo efímero, como un método eficiente de encontrar oportunidades. Encuentros lastimosos, porque no todos contemplan la idea de una relación superficial con el otro. Porque todos queremos sentirnos parte de un todo, ser importante, ser indispensable.

Pero nadie lo es.

Confirman algunos sobre experiencias, que la toxicidad existe. Prevalece por el mero egoísmo y la falta de reciprocidad. Aunque ésta no es crucial, la empatía con el otro te lleva a devolver el cariño, con pequeños gestos, tal vez discretos, pero dulces.

Otros se muestran incondicionales, que prevalecen como ángeles protectores.

Amigos virtuales, amigos de la infancia, amigos íntimos, imaginarios...

Con la particularidad de una fe ciega, ante cualquier adversidad. Con diferentes procesos, con diferentes puntos de vista, concluidos en el océano de la vida, para acompañarte o enseñarte algo que necesitas.

Nada al azar.

Nada en vano.

Pero duele.

Y a quien no le duela, es mentira.

Haces todo mecánico, porque así eres, y no es suficiente.

Porque en el instante que no seas tenaz con las acciones y con las palabras, te toman de insensible.

Y no entiendes por qué se van esas personas, hasta que ya lo haces.

Veo en estos recuerdos, pensamientos... un matiz de melancolía. Porque la soledad es tan buena como venenosa. Es cierto que como herramienta puede ser poderosa y hasta satisfactoria...

Pero ¿sabes? El mundo está rodeado de corazones rotos.

De almas buscando calor por las noches. De chicas hablando mal de otras para sentirse superiores porque lo necesitan. Muchas historias más, que piden a gritos ayuda para llenar ese vacío. Y nadie se voltea en la calle.

Te dicen que los amigos son esa familia que uno elige.

Pero si la familia te hace a un lado y no lo elegí.

Y la familia que elegí, también se fue...

¿Qué hice mal?

Cuando lo sepa, serás el segundo en saber.

Noche sin café. [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora