Mi cabeza es un mundo oscuro repleto de recuerdos transformados, quemados, arruinados, manipulados e insensatos. Momentos felices que se desvirtúan en la banalidad de la existencia misma y que sucumben ante la injusticia de los malos sentimientos.
El cuerpo es el recipiente de ideas que aplastan el espíritu para ganar terreno y así cobrar, aunque por poco tiempo, la porción de la razón, llegando tan obstinado a lugares lastimosos y llenos de desesperanza.
La cabeza es poderosa.
Te aprieta, te maniobra, te empuja, te pisa, te corta, te oprime, te domina, te percibe, te reclama, te demuestra, que hagas lo que hagas, estás a merced de la mierda, revolviendo tu corazón en inspecciones desafortunadas y enfermedades como el amor, la ilusión y el cálido abrazo de quien te ama; si es que existe tal cosa.Estoy en el desdén de querer acabar con mi vida, y quedar enterrada bajo millones de retazos polaroid, herramientas de la actualidad, quemados por la insistencia a que duela el alma; si es que existe tal cosa.
La llamada de Lucifer, que se ríe de mi desgracia, pero a la vez veo una expresión de misericordia, porque se descoloca ante mi presencia. Es como cuando te cruzas con algún religioso de la niñez que te mira extrañado que no volviste a misa.Nada que confesar, padre.
No hay pecado en realidad, porque mis actos no son consecuencia de la falta de fe; no ejercí tal cosa.
Nunca creí en la salvación. Siquiera un instante pensé que mi espíritu podría hacer diferencia en la vida de alguien.
...Tengo frío.
El sueño, perturbador en sus dimensiones, desgarra los lienzos que me diferenciaban del resto. Ese resto llamado inconcluso. Aquellos seres que vagan en la delgada línea de la perversión.
Pero entre vos y yo sabemos que no existe tal cosa tampoco.
Desde que nacemos, estamos maldecidos con una suerte perfilada al fracaso; al menos es la idea que quieren creer. Pero he aquí un universo tan infinito como lo son las realidades. ¿Estás seguro que esto es todo? ¿Que no hay más que oscuridad en este desierto de infiernos personales? ¿Qué la energía no cobrará los años que agotaste la batería?
El tiempo que transcurre es incalculable.
Lo sé porque si no recuerdo mal, en una de las tantas conversaciones con mi otra versión minúscula, el lapso acá abajo es diferente, ya que diez años ahí, pueden ser diez minutos en la tierra.
Pero nosotras sí podemos.
El problema principal es mi mente, y ésta no muere junto al cuerpo. Solo queda en estado de pausa, evaluando las posibles nuevas versiones en las que puede resucitar.Imagina un calmo espacio blanco con música suave de pianos y violines y acordeón, con luces representando protectores que podrían haber velado por vos, cuando estabas materializado en la tierra.
Pero no. Todo es una gran y enroscada mentira.
Sólo hay momentos. Momentos de decisión. Y ese momento oscuro donde decidís si esconderte o caminar a la luz... Más con conocimiento de causa, elegís el camino de la oscuridad.Y despiertas de golpe, con un frío intenso recorriendo tu cuerpo, extrañada de si todo fue real.
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Noche sin café. [Editando]
Random¿Alguna vez sintieron tanto dolor que llegado el momento, necesitan sacarlo a la luz? Bueno, este es el momento, que a través de cartas, liberé los recuerdos mas duros de mi vida. Un paisaje triste pero que al final, se torna cálido cuando vuelves...