A una parte de mí

27 9 0
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


No sé como empezar la carta, después de años de esquivar el nombre que no llegué a darte.

No me pregunto, cómo habría sido si estuvieras hoy conmigo.

Sólo se que cuando te tuve, una parte de mí quería desaparecer con vos, que nadie pueda desprenderte de esta vida, que serías el compañero/a que tanto me hacía falta...

Pero así, no.

Así, en este mundo triste y oportunista, no.

En la soledad, bajo un puente, sin familia, sin padre, y con una mujer dolida por tanto abandono. Sin dinero en bolsillos rotos, sin calidez en la casa, sin sonrisas ni palabras de aliento, sin alma.

No.

Me negaba a sentir que estaba equivocada porque lo viví y lo vivo, mi amor. Es difícil la cotidianeidad y ver la heladera vacía.

No sé como seguir... 

Tampoco me pregunto si mi cariño hubiese sido suficiente. Si mis ideales hubiesen sido fuertes. Si mi mundo sería el tuyo. Si tu pequeño corazón resistiría mi necesidad.

Hay noches que pienso en vos. 

No siempre, pero lo hago. No siento el error porque hoy agradezco que estés en otro lugar; sin sufrimiento, sin dolor, sin mentiras ni artimañas, sin insultos ni pisoteo, con paz y no lamentos.

No soy buena persona, lo sé. 

Muchos dirán que fui una cobarde. Aunque da la sensación que no me habrías juzgado. Muchos dijeron que debía hacerme responsable de mis decisiones. Muchos otros, que exija la participación del hombre que me hizo esto. 

Pero no dependía de mi.

Mientras me golpeaban, insultaban y discriminaban, me aferraba a la idea que una adolescente no debía pasar por esto. 

Será  un poco rebuscado, un tanto renegado. Bastante ingenuo o insensato. Pero con quince años, no hay mucha posibilidad. 

La decisión no me gustó, amor. El ultimátum lo tenía. Estaba sola y asustada. Descompuesta y enferma cada día más...

No es que lo haya pensado demasiado... 

Pero donde quiera que estés, vela por mí.

ººº

No siento la ausencia porque aunque cualquiera diga lo que soy, no lo soy. 

Sólo vos y yo, sabemos qué te dije y lo que te escribo hoy, lo comparto con el mundo...

Sos la estrella que me guía,

El cielo en todos sus humores.

Un pedazo de corazón, 

Los fragmentos de vida que evité que te intoxique,

De mis sueños de escaso alcance. 

La noche desierta,

Y todo lo demás que me hace daño.

Nunca te fuiste porque nunca llegaste.

Pero vive por siempre, a mi lado.

Noche sin café. [Editando] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora