El espejo del baño le regresó su reflejo.El cabello azul de Claudia contrastaba fuertemente con el oscuro de sus ojeras. Aquella mañana la neblina cubrió gran parte del pueblo, el día anterior sus amigos y ella estuvieron hasta cerca del anochecer tratando de encontrar a alguien que les ofreciera la oportunidad de entrevistarlos sin embargo no habían podido encontrar nada, era como si cada vez que los vieran los echarán a correr de inmediato.
Todos se habían sentido decepcionados por el hecho de no tener casi nada para el vídeo más que los datos históricos y la futura expedición. Se habían pasado toda la noche comentando qué tan buena idea era seguir aquel viaje, de repente el sentimiento de no ser bien recibidos en ese lugar les había sonado a una advertencia y aunque todos estaban de acuerdo en dejar aquello y volver pronto a la ciudad fue Sergio quién no se echó para atrás con esto y prácticamente descarto totalmente la idea de abortar misión.
Al menos esa noche no había sucedido nada extraño como la anterior ocasión, lo menos que quería era volver a pasar otra velada como la primera, ni pensar en volver a encontrarse a sola con Fernando...
Debía de hablar aún con Moi sobre su actitud contra él. No es que le importará defender a Fer pero no quería crear un ambiente pesado cómo el que ya se sentía entre ellos, aquella actitud fría entre todos no era buena para el canal, sus seguidores eran muy perceptivos y sabían a primeras cuando las cosas no estaban bien entre ellos.
Aún con el cabello mojado, salió del cuarto del baño para cambiarse. Eran las diez de la mañana, Sergio le había mandado un mensaje de texto para que bajará al lobby con los demás y ponerse al día, eso había sido hace casi media hora, ya debía estar furioso. Así que rápidamente se vistió y lo más veloz que pudo trato de maquillarse y una vez lista bajó los escalones estrechos de aquella casona. Encontró a los demás en el pequeño comedor. Todos la miraron cuando entró, Sergio con reproche y los otros dos con desinterés.
-Qué bueno que decidieras bajar- dijo Sergio con reproche. Clau se mordió los labios avergonzada y rápidamente se sentó a su lado. En la mesa había tres platos con huevos y tocino y tres vasos de jugo de naranja. Moi que era el que mejor se llevaba con ella le entrego la carta a la chica para que pudiese pedir algo de comer. - Bueno, ahora que ya estamos todos- prosiguió el chico rubio mientra Claudia leía el menú-, tenemos que ponernos de acuerdo sobre los siguientes días.
- Yo digo que dejemos atrás las entrevistas y vayamos directamente a la exploración al bosque- comentó con la boca llena Moi, Sergio negó con la cabeza mientras tomaba de su taza de café. La mujer que atendía aquel comedor se acercó a la mesa y le preguntó a Claudia su pedido.
- No podemos hacer eso- dijo Sergio bajando su taza en la mesa-, debemos encontrar la manera de que alguien nos dé algo de información...
-¿Por qué simplemente no nos grabamos en el centro del pueblo hablando sobre los desaparecidos y el bosque?- lo interrumpió Fernando. - Sería más práctico y nos evitamos la pena de andar preguntando y ser rechazados una y otra y otra vez...
- ¡No pues si es por pena ¿Qué haces en este canal?!- se mofó de él Moises, en sus ojos oscuros había cierto desprecio. Fernando junto sus cejas totalmente dislocado por aquella muestra de desprecio y provocación sin sentido.
-¿A caso hice algo que te molestará?- le preguntó directamente. Moises alzó las cejas disgustado y colocando un brazo sobre la mesa se inclino hasta el muchacho que tenía al frente.
-¿Por qué?- le regresó la pregunta- ¿Tengo motivo para estar enojado contigo?
Fer abrió la boca para contestarle pero Sergio, quién había estado observado aquella escena con su café en mano, los interrumpió.
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Las Horas en el Jardín
ParanormalHabía una vez, un bosque. Dentro había un laberinto, Y en él un sólo camino, Que la llevaba siempre a él. Trilogía de flores Marchitas , libro III