"¡Mexicanos! Tenéis la razón y yo estoy con vosotros.Podéis contar con mi apoyo. Y habéis de saber que no es Francia quien os hace la guerra, es el Imperio. Estoy de verdad con vosotros porque todos estamos frente al Imperio: vosotros en México y yo en Europa.
Vosotros en la patria y yo en el destierro.
Combatid, luchad, sed terribles y si creéis que mi nombre vale para algo, serviros de él.
¡Apuntad a ese hombre en la cabeza y que la bala que lo mate, sea vuestra libertad!
¡Valientes hombres de México! Resistid a la perfidia y a la traición.
Y si lo hacéis, venceréis. Pero sabed que vencedores o vencidos, Francia será siempre vuestra hermana, hermana en vuestra gloria como en vuestra desgracia."
- Víctor Hugo 1862
Tuve un sueño cuando era más joven de escribir algo tan inspirador como aquella carta de Victor Hugo al pueblo mexicano mientras este, salía victorioso del imperio francés de Maximiliano, las palabras : "¡Apuntad a ese hombre en la cabeza y que la bala que lo mate, sea vuestra libertad! " me estremece el corazón... "Que la bala que lo mate, sea vuestra libertad" ¿No les parece que las palabras son la misma arma que nos pueden salvar?
Cómo ya lo saben desde pequeña me han encantado escribir, pero el hecho de hacer una historia propia se me hacía descabellada pues para hacer una obra se deja siempre uno un pedazo de alma y desprenderse de algo tan propio o dejar entrar a la gente a nuestra cabeza es un acto de valentía.
Nunca me considere una niña prodigiosa, en realidad era muy tímida ¿Han visto alguna vez en alguna cena familiar, ese puñado de niños que ríen entre ellos y que esperan ansiosos el momento de irse a jugar? ¿Han visto entonces, también, a ese niño que se queda quieto al lado de sus padres con la vista baja apartado de los otros porque no encaja con ellos? Bien, pues yo era esa niña. Mi abuela solía decirme que era porque había personas que tienen un universo entero dentro de su cabeza y que por lo tanto les era imposible salir de él sin crear algo maravilloso. La verdad es que no sé que tan cierta sea esta primicia, ni siquiera sé si mi abuela era objetiva en decir aquello puesto que era... bueno, pues eso, mi abuela y las abuelas nos hablan con cariño.
Pero en algo tenía razón, estaba cansada de callar todas mis ideas, de no ser capaz de hablar libremente, de no poder encontrar una voz que deslumbrará a todos. Así que un día decidí que me haría de mis propios medios para hacerme escuchar y entonces, comencé a escribir.
El chico del Cementerio fue sin duda alguna mi primer libro terminado y aunque tiene un montón de fallas y deficiencias y que sé se puede mejorar un montón, la verdad es que me siento muy, muy orgullosa de él.
Le tengo mucho cariño porque por primera vez en mi vida, decidí ser valiente. Cuando descubrí que me gustaba escribir me dio miedo seguir esa pasión y estudiar algo que ver con letras porque me metieron en la cabeza que uno no podía vivir de papel, así que por mucho tiempo alejé la idea de que podía hacer algo que gustará a los demás y encerré mi pluma y mis ideas de fantasmas muy al fondo de mi mente, pero aquel dos de noviembre en el que vi a ese chico pálido en el cementerio algo furioso sacudió mi corazón y de repente ya no era dueña de mi mente, ni de mis manos, la historia salió despavorida de su encierro y se plasmó en estas letras que comenzaron todo, por primera vez en mi vida no escuché a esa voz decirme que era una locura, que me pondría en evidencia y que me avergonzaría de escribir algo tan fantasioso como una historia de fantasmas, no, decidí ser valiente y hacer lo que amo.
Si mi sangre fuera tinta y mi corazón tintero, encontraría por fin el valor de dedicarme por completo a esto, de asegurarme de que algún día los sueños se cumplen y que las letras podrán curarnos de aquello que nos aflige.
Escribir cura, me ha curado de todas mi penas y tristezas la mayoría del tiempo. Es un refugio de todo aquello me aflige y la verdad es que no tengo palabras para todos ustedes que me han leído desde el primer libro, que han decidido quedarse a ver en cómo la familia Moulian terminaba su historia, por tenerme paciencia en mis pocas actualizaciones y por no darse por vencidos hasta saber el misterio completo.
Miles de gracias por cada voto y cada comentario, por participar de alguna manera a esta comunidad que me ha dejado mucho, por todos aquellos mensajes en mi tablero de Wattpad diciéndome que les gustó los libros o que les gusta mi trabajo, muchas gracias por todos esos mensajes de aliento en mi buzón que me han arrancado sonrisas en días en los que pienso que es un día de mierda y que todo me esta saliendo mal, no saben cuantas veces sus palabras me salvaron la vida. Muchas gracias por cada comentario y reacción en el grupo de facebook y por dejarme ver cuanto amor le tienen a mis personajes al recibir algún fanart que me ablandan el corazón, muchas gracias por leer, por acompañarme, por seguir aquí.
De todo corazón, este libro es para todos ustedes.
A cada lector mío, a cada uno que me dio la posibilidad de hacer algo que adoro, esto es para ustedes. La historia de la Familia Moulian es para que la lean cuantas veces quieran y descubran que todo tiene un porqué ¿Quién sabe? A lo mejor releyendo descubren nuevos enigmas.
Flores Marchitas es así, un libro que puedes leer mil veces y encontrarás algo nuevo. Esta diseñado para ser un enigma completo, siempre quise escribir misterio, adoro la intriga y el hecho de que un libro nos obligue a pensar a formular, a echar andar nuestro cerebro.
Le dedico este libro a todos los amantes del enigma eterno, a todos los amantes de la historia. Aquellos héroes anónimos, aquellos pobres hombres que al igual que Stephané fueron solo carnada de una batalla que les quedaba muy grandes, por aquellos hombres y mujeres que lucharon por justicia y libertad, por todos ellos víctimas de las circunstancias. Por esas personas que se fueron de este mundo soñando con un lugar mejor.
Para todos ustedes que son "los raros", que se sienten identificados como yo por los imposibles infinitos y por la ansiedad social que eso representa, sean valientes. Si no pueden hablarlo en voz alta derriben esa puerta y pasen sobre ella, encuentren en su arte su voz, que las palabras les abran caminos, que se vuelvan su arma: ¡Apuntad a ese hombre en la cabeza y que la bala que lo mate, sea vuestra libertad!
Deni Aguayo.
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Las Horas en el Jardín
ParanormalHabía una vez, un bosque. Dentro había un laberinto, Y en él un sólo camino, Que la llevaba siempre a él. Trilogía de flores Marchitas , libro III