16. Uno nunca sabe

39K 1.3K 59
                                    

ESTE ES EL ÚLTIMO CÁPITULO QUE LES DEJO POR AHORITA, NO SÉ CUANDO VAYA A SUBIR OTRA VEZ, PERO ESTA VEZ LES DEJO UN CAPITULO LARGO. 
Este capitulo lo hice hace mucho, espero que les guste y pues al final esta lo que muchos de ustedes esperaron.




-¿Estás borracho? – preguntó Annoris dejando entrar a Ian y cerrando la puerta de un golpe  no sabiendo si sentirse enojada o con miedo.

Ver a una persona ebria le causaba recuerdos dolorosos, nunca le había afectado tanto, principalmente porque nunca se había visto obligada a lidiar con una en tal estado, a demás de su padre y era justo por eso por el que no podía soportar ver a Ian así.

-Sólo un poco – contestó Ian tropezándose con sus propios pies.  Annoris se alejó de él.

***

-José, Annoris está arriba – le recordó Ivon tratando de no arrinconarse en ninguna pared.

Con el paso del tiempo la experiencia le había hecho ver que pegarse a la pared era un acto tan desesperado como suicida, sólo servía para darle entrada a su marido, pero cuando José llegaba y posaba sus ojos furiosos en ella todo tipo de razón se alejaba dejándola completamente sola y desprotegida y el sentir algo atrás suyo era como tener un apoyo imaginario.

-¿Por qué no está mi cena preparada? – Y como era costumbre alzó su mano haciendo ademán de pegarle provocando que Ivon temblara desorientada, pero en su lugar volteo a los lados escuchando un sollozo de una niña de 5 años detrás suyo.

Estaba su hija ahí, en la puerta de la cocina observándolo con miedo ¿Por qué lo miraba así? No lograba entender. Él la quería mucho, le compraba juguetes y de vez en cuando jugaba con ella.

-¿Mamá? – una niña de ojos grande la llamo queriendo acercarse.

-Ahorita subo ¿Sigues teniendo tos? – preguntó Ivon agradecida de su pequeña intervención, la niña asintió sin dejar de ver a su padre con esos grandes ojos.

José era el ser más despreciable estando con ella, pero cuando Annoris llegaba sufría una transformación, incluso a veces le sonreía y pocas veces le pegaba o gritaba en frente de ella, pero esas pocas veces le hizo entender que Annoris no debía estar en la misma habitación que su padre.

¿Por qué no lo dejaba? Muchas veces se había imaginado su escape perfecto pero lo que no saben las personas, lo que no entienden y no lo harán a menos que pasen por lo que pasó, es que cuando vives con alguien así y te das cuenta del verdadero mal que te hace ya es demasiado tarde, ya te robó todo lo que eras.

Tus sueños se hicieron añicos desde el primer insulto, tu fuerza se hizo polvo desde el primer grito y el amor propio se volvió odio desde el primer golpe.

Ya no queda nada y no tienes nadie que te ayude. Annoris era su única fuerza.

***

No había querido emborracharse pero sus amigos y la presión de cuidar de Annoris lo obligaron. Rodrigo le había advertido y ese fue el primer error de la noche. Estaba cansado de tener a todo mundo en su alrededor entrometíendose en cada cosa que hacía y como lo hacía. 

Se salió de la casa de sus padres con la intensión de ser libre.  No supo que su definición de libertad no era la misma que la de la mayoria y había sido un idiota al creer que ser libre significaba hacer lo que quisiera.

La verdad era que no había estado haciendolo tan mal. Tenía el equilibrio perfecto entre fiesta, sexo, alcohol y su tesis para su titulación. Se la había apañado bastante bien e incluso se había sentido bastante orgulloso de él y sus logros, cómo el haber escrito ya su primer libro y tener casi por terminado su tema de tesis.

Embarazo adolescenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora