Embarazo adolescente

19. Una chica normal

*SÉ QUE ES DEMASIADO CORTO, PERO TENÍA QUE PUBLICARLO, EL OTRO SERÁ MÁS LARGO Y ¿POR QUÉ NO?... MÁS ROMANTICO, DIOS, QUE SOY UNA ROMANTICA SIN REMEDIO, TENGO PROBLEMAS >.<

-Ya deja de jugar – le regaño Annoris alejándose de los protectores brazos de Ian que la envolvían con cariño. El chico gruñó como respuesta pasando de nuevo su brazo por sus hombros acercándola hacía él y siguiendo con los besos en el cuello de la embarazada – Detente –  ordenó intentando retomar el hilo de las palabras plasmadas en el libro

-Ayer no decías lo mismo – bromeó sabiendo el efecto que tendría en Annoris. La chica enrojeció de vergüenza dándole un manotazo al brazo de Ian

-¡¡Ayer no pasó nada!! – gritó asustada volteando a todos lados comprobando que nadie hubiera escuchado a pesar de que sabía que estaban solos. El chico rió con fuerza y se alejó de su novia para poder apreciar sus mejillas sonrojadas – Otra broma así y duermes sólo  – le advirtió con un tono más maternal de lo esperado.

Ian negó con la cabeza sin dejar de reír.

-Da igual – contestó de la misma forma que un niño maleducado lo haría con su madre, lo cual hizo enfurecer a Annoris.

-Haz lo que quieras, de todos modos hoy voy a salir con Daniel – Annoris luchó con todas sus fuerzas para no reírse de la cara que Ian puso.

Si Ian quería jugar sucio, pues bien, ella sabía cómo jugar también.

A demás no era mentira, el chico la había invitado a ver un concierto de piano y estaba emocionada por ir.

-De eso nada –La chica lo ignoró y abrió de nuevo el libro que se vio obligada a dejar al escuchar el imprudente comentario de su novio – Y no comiences a ignorarme – Annoris pasó a la siguiente pagina indiferente. – ¡¡Te estoy hablando!! No vas a salir con él – volvió a gruñir apretando los puños ¿Por qué salía tanto con aquel niño inmaduro?

Era la segunda vez que salía con él en una semana, eso era demasiado, ella tenía que estar con él, a su lado.

-Ian, sólo es una salida – lo tranquilizó sin dejar de leer.

Vaya, a veces esa chica se lo ponía difícil. No podía hacerle una simple broma cuando le volteaba las cosas y terminaba por querer disculparse.

-No vas a salir con él – ordenó de nuevo enojándose aún más al ver que la chica simplemente lo ignoraba - ¡¡Annoris!! – susurró en un grito.

-Ian, ya te escuché pero no puedes decirme que hacer y qué no hacer – cerró el libro de un golpe y lo miró con segunda intensión, queriendo que Ian se diera cuenta de lo que realmente quería.

-Soy tu novio – dijo pasando una mano por su cabello desesperado.

-Gracias, se me estaba olvidando –dijo con ironía, el chico la fulminó con la mirada.

-Escucha Ian, soy una adolescente, quiero salir y lo haré con Daniel – dijo alzando ligeramente la voz y la barbilla con orgullo.

-Es un idiota –

-En este preciso momento, tú eres un idiota

-¿Por qué con él? – dijo

-Porque tú no me invitas – gritó exasperada – Entiendo que somos novios, entiendo que salir estando ya embarazada es algo irónico pero quiero que está relación sea algo más que nosotros siendo padres– susurró esto último bajando la mirada.

Entonces Ian se sintió tan estúpido como no lo hacía en mucho tiempo.

Siempre se había considerado un experto con las chicas, podía escoger las palabras exactas para cautivar a cualquier chica, podía poner la intensidad justa en su mirada para indicarle a una chica lo importante que podía ser y su físico podía atraer a cualquiera.

Las cosas entre Annoris habían sido tan diferentes que se había olvidado que era una chica normal, no era simplemente la madre de sus hijos, ni la chica que lo escuchaba y lo hacía reír a cada rato, también era su novia y él no se había comportado como el novio que se supone que cualquier chica esperaba.

La invitaría a cenar y se comportaría como el perfecto caballero que su madre hubiera querido en él. Sin embargo, antes tenía que evitar que la chica fuera con el idiota de Daniel 

-No salgas con Daniel – volvió a intentar ahora en un susurró poniendo su mano en la mejilla de la ojigris, acercando su rostro al de la chica y comenzando a acariciarlo con su nariz. – Sé que soy un idiota pero por favor no salgas con él – la besó suave en los labios, con ternura.-Sal conmigo – volvió a besarla.

-Saldré con él – contestó y lo abrazó – Quede con él.