Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.

[Editado] Capítulo 18: ¡No actúes como un idiota!

13 de Julio.

Iba caminando por las calles de París con mi cubrebocas, no había una razón en específica, simplemente quería usarlo, bueno, había algo en mí que me decía que lo usará. El tacto del estuche de mi violín en mi espalda me hacía sentir muy reconfortada. El hecho de poder ganar un poco de dinero con tan solo tocar y hacer algo que amo es... simplemente algo que adoro.

- ¡________!- me llamó Adrien. Me di la vuelta para verlo a los ojos, pero mi sorpresa fue al ver a Nath con él.

- ¿Desde cuando son mejores amigos?- pregunté sarcástica.

- Desde hace días- dijo Adrien encogiendo los hombros.

- ¿Y a ti?- me dirigí al pelirrojo- ¿Te gustaron las películas?

- ¡Q-Que no digas eso!- me reclamó.

- ¿Fuiste al cine?

- Ingenuos- dije.- ¿Por qué hay tanta gente reunida?- dije señalando hacia la torre Eiffel.

La cantidad de gente era alucinante, con tan solo unas túnicas, varitas y un hombre sin nariz hubieran sido confundidos perfectamente como los participantes de la batalla de Hogwarts.

- No creo que sea buena idea ir- susurró Adrien.

No podía dejar de ver a la bola de gente que se miraba desde aquí, me recordó a las filas en las librerías luego de que saliera un libro de Harry Potter... bueno, no hay que exagerar. Nada supera a las filas que se formaron al publicar Harry Potter... Bendita seas JK.

- ¿Piensas ir?- me dijo Adrien. No entendía la razón por la que se sorprendía, así que solo lo ignoré y comencé a caminar hacia la multitud- ______...

- Déjala- dijo Nath.- Solo... déjala.

- ¿Qué saben ustedes de esto?- pregunté.

Realmente no entendía que estaba pasando. Lo único que sabía era que ellos me ocultaban algo y que tenía que ir a esa multitud.

Corrí hacia ella lo más rápido que pude, no estábamos lejos, pero no es como que estuviéramos relativamente a unos pasos. Me tardé al menos unos 5 minutos en llegar corriendo lo más rápido que pude, cuando me di la vuelta buscando a los chicos, Nath estaba casi muriendo y Adrien estaba riendo un poco.

- ¡Akio!- escuché un grito entre el gran ruido de la multitud y el hombre que hablaba por micrófono. Su voz se me hacía conocida, como si hubiera crecido con ella pero ya no recordara quien era.

- ¿Akane?- pregunté confundida. Ella me miró nerviosa lo que hizo que yo me pusiera mucho más nerviosa.- ¿Qué haces aquí?

- Tienes que irte.

- ¿Akihiko? ¿Tú de donde saliste?

- ¡_______, largo de aquí!- exclamó Esmeralda.

- Ven, vámonos- me dijo Irina. Me tomó por el hombro y me dio la vuelta.

- ¿Tú que haces aquí? Más bien, ¿Qué hacen aquí todos ustedes?- pregunté apartándome.- Pero sobre todo tú, Iri. ¿Acaso ya arreglaron las cosas con mi hermano y yo ni siquiera me he enterado?

- Eso no es lo que importa ahora, lo que importa es...

- ... Porque, ¿Qué otra cosa se puede esperar de un prodigio como él?

- Esa voz...- susurré.

- ¡______!

Ignoré a Irina y caminé por entre medio de la multitud. Muchas personas tenían su celular afuera y se encontraban grabando a lo que fuera que sea lo que haya enfrente. Entre codazos y golpes en general me pude hacer espacio hasta casi llegar al frente del círculo.