Capítulo 31: Celosa.

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Narra _____:

Mi cabeza...

- Carajo- susurré cuando me senté en lo que reconocí como un sofá cama- Mucha luz...

- Oh, _______- abrí mi ojo derecho para asegurarme que la voz que había escuchado era de Adrien- Toma- dijo extendiendome un vaso con agua.

- Gracias- dije tomándolo- Adrien, perdón por pedirtelo a ti, pero... ¿Puedes traerme una pastilla o lo que sea para calmar el dolor de cabeza?

- Claro- escuché- Tampoco es como si pudieras pedírselo a alguien más.

- Podría hacerlo con Irina, Akihiko e incluso a Nathaniel...- dije volviendo a acostarme.

- No, no puedes. Solo estamos nosotros dos...

- ¡¿Qué?!- al sentarme bruscamente sentí que hasta mis intestinos se me salían por la boca- Creo que necesito algo rápido...

- De acuerdo...

Me quedé ahí con la cabeza en mis manos sintiendo que toda la habitación daba vueltas.

A los pocos segundos escuché pasos en el piso de madera que me hacían querer cortarme los oídos.

- Toma- dijo. Sin ver busqué su mano y por suerte la encontré casi a la primera.- Gracias- dije tragando con un poco de agua que me quedaba- Creo que sería mejor traerme una manguera, esta sed es peor que estar en el desierto...

- Oh, yo también desperté con mucha sed.

¿Él? ¿Bebió? Déjenme recordar... Jugamos verdad o reto, bebí, Akihiko bailó, retaron al gato de basurero a beber dos shots de tequila, besé a...

- Oh, parece que ya recordaste el show incestuoso que diste ayer...- dijo riendo.

- ¿Se molestó mucho verdad?- pregunté apenada.

- ¿Akihiko? Claro...

- Entonces valió la pena- dije tratando de sonreír sin mirarme como si me clavaran agujas en el cerebro.- Besé a todos, te besé a ti...

- Si- dijo divertido- La verdad es que la noche no fue aburrida por tus ocurrencias...

- Claro, fui su payasa ebria- dije frustrada. Pero eso no me duró mucho ya que empecé a reír a recordar una escena que nunca voy a olvidar- ¡Hice que Nathaniel y Akihiko se besaran!

- Oh, sí. Lo grabé en vídeo.

- Oh, gracias ángel.

- De nada, sabía que si no lo grababa me matarías cuando la resaca te pasara.

- Claro que...No, la verdad es que sí te hubiera matado.- dije molesta. En toda mi vida, esta ha sido mi tercera resaca y pues digamos que no me sorprende mucho la sensación de despertar luego de haber consumido cantidades elevadas de alcohol.

- ¿Recuerdas algo más?

- Vomité al lado de la alberca... Me trajeron adentro y...- mi cara empezó a arder al recordar todo lo que había dicho. Lo miré tratando de que me diera la respuesta correcta, pero al parecer él tampoco la tenía.

- No me mires así, digamos que dos tragos fueron suficiente para que el alcohol empezara a actuar- dijo él sonriendo- Pero no me pasó nada en particular, mírame; no sufro de resaca.

- Tú no tomaste casi una botella entera...

- Cierto, pero me quedé dormido en la cocina escapando de ti y alguien me llevó arriba.

- Oh, al menos a ti si te lle...- No me obligues a enfrentar el lado vacío de mi cama- Olvídalo... ¿Por qué solo estamos nosotros dos?

- Ah, porque... tenían algo que hacer.

Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora