Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.

Capítulo 59: Mente.

POV NARRADORA:

12 años antes

En medio de la oscuridad podía distinguirse su menudo y frágil cuerpo, su llanto era silencioso, cosa que no cambiaría con el pasar de los años.

- ¡Mama, ¿'ónde etá?-las palabras mal dichas de la pequeña niña de 3 años hicieron que el pequeño levantara la cabeza-. ¿ónde etá mi hernano? ¡Mama!

- ¡¿AKIHIKO?!- la estruendosa voz de su melliza hizo que temblara-. ¡Lo siento!

El chico pensó en si salir al llamado de esta, sin embargo esa idea se esfumó rápidamente; iba a olvidarlo hasta que la puerta del armario de madera se abrió con un desagradable chirrido asustando al pequeño.

Akihiko levantó la mirada y vio la delgada y pequeña silueta de su madre, y tras ella, una figura sumamente pequeña.

- Meri, amor. Ve a decirle a tu hermana que lo encontramos.

- ¡No!- dijo la niña. La adulta le dio un inofensivo golpe en la cabeza-. No quiero...

- Ve, hija. Por favor.

Esmeralda la vio con lágrimas en los ojos, y cabizbaja se fue.

Akihiko saltó a los brazos de su madre, era su lugar seguro cuando su hermana no estaba cerca.

- ¿Qué te pasa?- él no soltó ni un sonido que no fuera un sollozo-. Bien...

Chiasa lo levantó y Akihiko escondió su cabeza en el cuello de su madre, esta caminó y cerró la puerta.

- Ahora, solo estamos tú y yo; mi niño, ¿qué ha ocurrido?

- _________ golpeó a Noel y ahora él no me habla. 

- ¿Noel?- preguntó la mayor , su hijo asintió con lágrimas en los ojos-. ¿El mismo Noel que te empujó de un juego?

- ¡Sí!- se aferró más a su madre, ella suspiró y miró hacia la puerta, el pequeño no se había dado cuenta de que su hermana estaba espiando.

Chiasa le sonrió pero empezó  a negar con la cabeza, _________ lo entendió y con la cabeza gacha cerró la puerta para irse  lejos de ahí. La culpa llenaba el corazón de la niña, ahí fue la primera vez en la que se dio cuenta que... siempre que intentaba ayudar terminaba destruyendo más las cosas. Fue ahí en donde empezó a darse cuenta de lo que verdaderamente era ella, una maldita tormenta. 

Sin embargo, Chiasa solo veía culpa, no tenía ninguna forma de saber lo que pasaría luego... o más bien, no quería ver lo que tenía en frente; así que solo abrazó a su hijo y comenzó a tararear una melodía. 

- Hijo, eres inteligente... sabes por que lo hizo. 

- ¡Pero él tenía razón para lanzarme de ahí!- exclamó el niño.

- No...- Chiasa se sentó en la cama de Akane  y puso a su pequeño hijo frente a ella-. Aki, ¿qué harías si Chuuya golpea a tu hermana? 

- Eso no pasará...

- Cualquier cosa puede pasar... ¿Qué harías?

El niño lo pensó detenidamente, se avergonzó de su propia respuesta, pero aún así lo dijo. 

- Lo golpearía...- susurró el pequeño. 

- No llores, te contaré una historia... Hace mucho tiempo existieron dos hermanos, la hermana menor era tímida y sensible, el hermano mayor era extrovertido y rudo; aún siendo así, eran inseparables, hasta que el sentimiento más cruel y hermoso se interpuso, los alejó... pero no lo suficiente.