Capítulo 34: Madame

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POV NARRADORA:

El regreso a casa fue lo que le seguía a la palabra incomodo, Nathaniel y ______ no se volvieron a hablar luego de lo que pasó, y absolutamente nadie sabía nada... era lo que menos deseaban.

Adrien le preguntó múltiples veces a su amigo sobre la razón de su llanto aquella noche, lo único que él le respondió fue:

"Perdí. Fin"

Marinette había tratado de interrogar a su amiga, pero lo único que logró fue que elevará un muro aún más alto en ella misma, no quería que alguien le preguntara.

Ya en París, ninguno de los dos se miró. ______ reía junto a Irina y Nathaniel hablaba alegremente con Alix, ambos creían estar engañando a los demás, pero el único engaño se lo hacía ellos mismos.

El momento en el que todos se separaban después de una semana juntos llegó, era extraño para cada uno; resultaba impresionante lo cómodos que todos se sentían juntos, no querían separarse; pero no se puede estar de por vida unido a alguien.

- Pues... parece que aquí termina esto- dijo Adrien viendo a Marinette de reojo.- Debemos de salir unos días en lo que queda de vacaciones.

- Estoy de acuerdo- dijo _____ emocionada por la propuesta del rubio.- Mientras tanto, si se sienten aburridos; ya saben donde vivo.

- ¿Insinúas que podemos llegar cualquier día?- dijo Alix con los ojos brillantes. La pelinegra asintió.

- ¿Y si no estás? Supongo que vas a salir ¿no?

- Tal vez, pero si me doy cuenta que llegará uno de ustedes, me quedaré- sonrió.

Todos se miraron entre sí, esperando que otra excusa surgiera para que su separación fuera retrasada un poco más.

- Bueno, es hora de que me vaya- dijo Chloé bajando la mirada. Se despidió de todos, y todos se despidieron de ella.

Y así fueron todos sucesivamente, hasta que quedó la familia y un chico en particular.

- ¿Vienes?- le preguntó Esmeralda.

- En un minuto.

Los chicos no dejaban de verse a los ojos. La familia decidió no intervenir, así que solo se fueron. Y ellos no dejaban de verse, estaban en un guerra interna, en un cóctel de sentimientos.

- Veo que...- Nathaniel fue el primero en apartar la mirada- Las cosas con Demian van mucho mejor.

- Sí, tal vez nunca dejó de gustarme en realidad.

Mentirosa- Pensó de ella misma.

- Ya veo...

- Sí...

Ya no se miraban, pero se sentían unidos e incapaces de separarse.

- Bueno- ella se dio la vuelta, pero él la detuvo por la muñeca.

- ¡Q-Quiero seguir siendo tu amigo!

- ¿Eh?

- ¡No quiero perderte, no me interesa quien te guste! ¡Me basta con tenerte de amiga!

Eso sorprendió a la pelinegra, ella sonrió de manera cálida y cerró sus ojos.

- ¡De acuerdo!

Narra Nathaniel:

Unas lágrimas cayeron de sus ojos al decir aquello, como mi último recurso. Tomé su mano y ella sonrió.

Su mano, su mano es... como alguien que conocí de niño, es como la de ella...

Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora