Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.

Capítulo 52: ¿Chuuya?

Quiero empezar este capítulo en busca de alguien, una lectora. Pamela, si lees esto, necesito que me escribas por mensaje privado POR AQUÍ. Por favor, espero y leas esto. Borraré esta nota justo cuando me respondas x

Ahora sin más, sigamos con el capítulo.

Narra Chiasa:

- Mi vida, ¿estás segura que no quieres nada?

- No, de verdad... no quiero nada- le respondí a mi esposo. Él me miró desconfiado, le sonreí para tranquilizarlo, al parecer funcionó ya que él me devolvió una sonrisa y por fin salió de la habitación del hotel.

Muy bien, 10..
9...
8...
7...
6...
5...
4...
3...
2...
1, y...

La puerta se abrió de golpe-. ¡Ajá! ¡Te atra...! Ouh...

- ¿Olvidaste algo?

Sus mejillas se ruborizaron y sus ojos se apartaron de los míos-. N-No... Ahm... vuelvo en 15 minutos.

- Está bien...- dije en un tóno de desconfianza.

Él volvió a salir. Muy bien, solo 10 segundos... 5...4... 3... 2... 1...

Me levanté con brusquedad, caminé hacia donde estaba mi celular y le marqué a Akane. Solo esperaba que no lo hayan encontrado, lo he escondido de ellos desde siempre, solo espero que no lo sepan... mucho menos ahora.

¡Mi mentira no puede caer por un broche, maldita sea!

- Oh, mamá. ¿Qué ocurre?

- ¿Cómo supiste que me desmayé?

- Oh...-ella estaba extrañada, en definitiva no espera que le preguntara eso tan directamente; sobretodo cuando usualmente no era así con mi familia-. No lo sé, solo... presentí algo. Además, todos nos desmayamos.

- ¡AYUDA! ¡DÍGALE QUE ME DEJEN IR!

-¿Y ese quién es?

- No es nadie...

- ¡Soy Kenta Kim! ¡Akane es mi padre, él me envió!

- ¡¿Akane?! ¡¿Acaso es una tonta broma por que soy lesbiana?!- gruñó mi hija al otro lado.

- ¡Akio es la siguiente, Chiasa, mi hermana es la que sigue si tu hija no acepta el cargo!

¿Pero qué...? No, no puede ser.

- Mamá, ¿sabes de que habla?

- Ponme al telefono con ese raro.

- Pero...

- Akane, hazlo, ¡ahora!- escuché que mi hija soltó un pequeño grito, no solía gritarle para nada... pero, esto era de vida o muerte, literalmente.

- Chiasa, yo soy...

- Vete de París si no quieres que te asesine...

- Tía...

- ¡TÚ NO ERES MI SOBRINO, MI HERMANO ESTÁ MUERTO!- respiré hondo tratando de no perder la cordura- No sé como me encontraste, maldito Kodosumi, pero... no tocarás ni un cabello de mis hijos; así tenga que matarte frente a ellos.

- ¡No soy un Kodosumi!- gritó-. La abuela Chiyoko murió hace años, encontramos una carta hace un mes, decía que no estabas muerta y que habías hecho una familia... y la que chica era la siguiente. Akiko le pidió a papá que vinivera por ti, pero él no cree que estés viva y... me envió a mí.