Capítulo 35: Conciertos y pajas.

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Narra Nathaniel:

Vaya mala suerte, vaya idiota que soy. Primero, descubro que la chica de la que estoy enamorado fue mi primer amor, que bien; segundo, ella me descubre queriendo ser como Demian, que patético; tercero, ¡No voy a poder dibujar por mucho tiempo porque sin querer le dije a mi madre homofobica!
Y cuarta, estoy parado en medio de la lluvia para meter ropa de mi madre a la casa.

¡Perfecto Nathaniel! ¡Tienes una suerte magnífica! ¡Deberías ir a un casino y apostar todo, de seguro ganas hasta una casa!

Aunque, esa opción sigue siendo más real que las promesas de los niños.

Me casaré contigo cuando seamos mayores!

- Pero tengo miedo que...

- Yo no te haría daño, solo te dedicaría mis pinturas y...

Mi corazón se estrujaba cada vez que lo recordaba. ¿Me recordará? Debí preguntarle ahora antes de volver...

¡Deja de ser un cobarde, por eso la perdiste!

- ¡Mamá, vuelvo en unas horas!- avisé mientras entraba a la casa corriendo.

- ¡Estás castigado!

- Lo siento, tengo que hacerlo- salí por la puerta principal y empecé a correr hacia la casa de __________.

Corrí y corrí hasta llegar al lugar cerca de la estación donde ella solía estar, pero no estaba allí.

- ¡Disculpen! ¿H-Han visto a la chica que toca aquí?- le pregunté a una chica pelirroja que llevaba un paraguas transparente.

- ¡Oh, claro, claro! ¡Hablé con ella antes de ir a traer a mi novio!

- Hola, soy su novio Anthony- me dijo un chico con cabello marrón anaranjado muy bajito- ¿Hablas de Courtois?

- ¿Cómo sabes su apellido?

- Se le cayó esto- la chica me dio un pañuelo, era de color blanco y tenía su apellido bordado- Escuché que había desparecido...

- Por favor, no le digan a nadie quien es- les pedí.

- No te preocupes- me dijo Anthony- Eso le dije a ella antes que lo empezara a divulgar.

- Perdón. No lo hice, me detuvo a tiempo.- susurró la chica.- Pero... ella se fue con el chico que estaba tocando la guitarra.

- ¿Eh? ¿Un pelinegro?

- No, un chico con las puntas azules...- dijo ella- ¿Es su novio?

- ¡Cómo va a ser su novio, tonta! ¡Él es su novio!

- No, no soy su novio- aclaré- No todavía. ¿Saben hacia dónde se fueron?

- No lo sé, tú solo buscalos- me dijo el chico...

-Eso haré...

(...)

Ya eran alrededor de las 8 y seguía sin encontrarla, me negaba a ir a su casa totalmente mojado y desprotegido, me negaba a que ella se sintiera como mi manta, aunque es cierto que ella es mi protección.

Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora