Elígeme a mi. Nathaniel y Tú.

[Editado] Capítulo 1: La ex mejor amiga de Chloé.

Nervios. Nervios eran lo que me sobraba en dicho momento. Veía como la mujer que sería mi maestra por... quien sabe cuanto tiempo, movía las manos al explicar. 

- Buenos días alumnos, antes de empezar quería presentarles a la nueva alumna-. Alcancé a oír a lo lejos-. Pasa por favor- entré al salón y me paré al lado de la mujer pelirroja. 

- Hola- murmuré a la clase.- Soy ________  Akio Cuortois Suarez. - dije en voz alta,- Soy nueva... me mudé totalmente hace dos meses.- dije y luego guardé silencio. Así se hace, Akio; introducete de forma concisa para no atraer las miradas más de lo que ya tienes. 

- Dinos algo más- me dijo la profesora.- ¿Qué te gusta hacer?

- Preferiría no decir nada más- dije en un tono serio. Claramente no quería hablar más, ya tenía demasiado. 

- ¿Ya viste eso? Chloé no ha hecho ningún comentario...- ¿Chloé? Miré a la derecha y efectivamente, era la misma Chloé años. 

- Bourgeois- dije viéndola.

- Courtois.- dijo ella muy, pero muy seria.- Creí que te habías ido a Japón.

- Pues yo creí que alguien te había roto un brazo por bocazas- dije sonriendo irónicamente.

- ¿Cómo te va con Irina?

-Pues bien, gracias por preguntar.

- Hmp- Mierda, nos habíamos puesto a hablar en medio del salón y en un tono muy alto.- ¿Tienen algo que preguntarle?- dijo la maestra un poco incómoda, una chica de piel oscura levantó la mano, estaba al lado de una chica que me parece muy conocida... El problema es, de donde carajos la conozco- Adelante, Alya.

- Eres latina ¿no?

- Así es- afirmé.

- ¿De dónde eres exactamente?

- Soy de muchos lados, pero si te refieres a de que país latino vengo...- hice una pausa- Es un secreto.- les sonreí- Ahora... ¿Puedo sentarme?

- Claro, puedes sentarte junto a Iván o Nathani...

- O puedes irte ¿Qué te parece? Y me harías el favor de desaparecer totalmente de mi vida.

- Señorita Bourgeois, una palabra más y va a la oficina del director.

- ¿Qué yo desaparezca de tu vida? Oh, pues yo recuerdo que fuiste TÚ la que le suplico y suplico a su padre para que la dejara trasladarse a Japón conmigo, ¿O me equivoco, Chloé?

- ¡Okey, basta! ¡Si llego a escuchar algo más de su discusión se van las dos a la oficina del director! ¡Sin importar que seas la hija del acalde y sin importar que seas nueva! ¡Aprendan a solucionar sus cosas en privado!

- No se preocupe, creo que ya no hablaremos más- dije.

Empecé a caminar a uno de los asientos vacíos, habían dos. Uno de un pelirrojo que estaba haciendo... yo que sé y el de un chico muy grande. ¿A dónde me siento?

Me senté al lado del chico grande.

- Hola- le dije.- ¿Cuál es tu nombre?

- Hola- me respondió. Su voz es grave y un poco áspera.- Iván- dijo en tono cortante.

- ¿No te gusta hablar mucho?-pregunté con ironía.- No te preocupes, solo quería saber tu nombre.- dije. Saqué uno de mis libros, un clásico de la literatura latina, Cien años de soledad, Gabriel García Márquez. Comencé a leerlo... por cuarta vez. ¿Qué? No puedo entender el árbol genealógico de esa familia, le he googleado. Y nada. ¿Saben que? ¡Me doy por vencida!