Worry - Brad Simpson.

24. Hogar dulce hogar.

James.

Estaba vistiéndome cuando escuché los gritos desde la habitación de al lado. Me alarmé un poco porque no entendía a que se debía tanto escándalo, así que me puse rápidamente la camisa que estaba sobre la cama y de esta calló un sobre, un sobre blanco con mi nombre escrito por mi hermana.

Me senté sobre la cama y leí.

Hermanito:

No sabes cuánto me alegro de que las chicas y tú estén bien y que ya no me necesiten para seguir con sus vidas, no sabes cómo me alegro de que, poco a poco, todo este volviendo a la normalidad.

Pero bueno, supongo que te estarás preguntando "¿Por qué Emily me está escribiendo una carta?" y bien, aquí va la explicación... querías una verdad, querías que te contara todo lo que pasaba entre Brad y yo, y aquí te lo contar; pero por favor, cuando termines de leer no te enojes, no estés molesto con él, ni conmigo, te lo ruego.

Cuando llegamos aquí todo fue normal entre nosotros, si bien, era una situación un poco incomoda, todo estaba bien. Pero, hay que aceptarlo, Brad y yo tenemos mucha historia, no podemos hacernos los tontos con eso. No lo busqué, yo creo que tampoco él, sin embargo, no podíamos evitar dedicarnos miradas sin que algún fantasma del pasado se hiciera presente, tampoco pudimos evitar el hacer un comentario el uno del otro, y no sé, quizás ambos confundimos las cosas, pero de a poco comenzamos a acercarnos, quizás inocentemente o quizás peligrosamente, pero nos acercamos, y te juro que hice todo lo posible para no volver a sentir nada por él, pero mi mente y mi corazón quisieron otra cosa y lo volvieron a buscar. No podía soportar estar lejos de él, porque lo sentía necesario en mi vida, lo aleje lo más que pude, pero el sentimiento fue más fuerte y aquí estamos, ambos metidos en un lío que temprano o tarde, ambos debemos resolver, y creo que prefiero tarde, ya te contaré porqué. Continuando con mi relato, ambos tenemos que reconocer que algo pasaba entre nosotros desde el día de la barbacoa, porque si mal no recuerdo, ese día comenzaron "nuestras señales", pero todo fue más claro cuando Lottie se fue a casa de sus padres, pasamos algunas noches juntos, (No, James, no pasó nada, solo nos quedábamos charlando porque ninguno podía dormir, no te enfurezcas), a momentos discutíamos, a momentos reíamos o a momento simplemente nos quedábamos en silencio para disfrutar de la compañía del otro. La última noche que pasamos juntos, la noche del accidente, ambos nos encontramos en el jardín, estábamos tan preocupados que no podíamos conciliar el sueño, así que nos quedamos charlando y él me cantó, me cantó una bella canción hasta que me dormí, al principio no entendía porque me estaba cantando y luego entendí que esa canción era sobre nosotros, sobre nuestra historia, de como él había intentado recuperarme y yo no pude aceptar, pero así era, ninguno de los dos podía renunciar a sus vidas y era mejor estar así. Pero, a la mañana siguiente, Lottie nos encontró y se enfureció con Brad, tanto que volvió a irse, me sentí horrible y terriblemente culpable de su pelea, no tenían que pelear por mi culpa, pero lo hecho, hecho está. Luego, en el hospital, Brad me confesó que seguía sintiendo cosas por mí, y no puedo negártelo, yo también las siento por él, nunca deje de hacerlo, porque él siempre va a ser mi primer amor y el más importante de mi vida, y aunque pensé que había superado todo lo que sentía por él, ya vez que no. Cuando lo fui a buscar al bar esa misma tarde, lo encontré borracho y contándole sus problemas a un grandulón en el baño, lo saqué de ahí a la fuerza, estaba gritándome que no se quería ir conmigo, que ya no era un niño y podía hacer lo que quisiera, y también, estaba diciéndome todo el daño que le había hecho, pero ya me sentía lo suficientemente mal como para que estuviera enrostrándome todo, así que no lo sé, sentí la necesidad de besarlo, si me preguntas por qué, no sé por qué, quizá porque no quería que siguiera diciéndome todas esas cosas feas o quizás porque yo lo quería, pero así lo hice, lo besé y él me respondió, lo disfrutamos sí, pero no se volvió a repetir. Los siguientes días no hice más que evitarlo, me daba vergüenza mirarlo a la cara después de aquel beso, así que solo me escabullía con Tristan a donde sea, cada vez que ustedes no necesitaban de mí.