19. Buenos días, chicos.

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La pequeña chica de risos estaba emocionada por volver con su novio, lo había extrañado muchísimo y había logrado librarse de su familia, ya que su hermano acompañaría a su novia a visitar a sus padres. 

Subió su maleta al taxi, quien la dejó en la estación de autobuses, de todas formas la casa de Brad no estaba muy lejos de ahí. Luego de unos quince minutos de viaje, el bus se detuvo en la parada a tan solo unos metros de su novio. 

Caminó emocionada, planeando en su cabeza como sorprendería su novio; era temprano aún así que tal vez le prepararía el desayuno y lo llevaría hasta la habitación o quizás solo se acostaría a su lado en la cama y llenaría de besos su cara hasta que él despertará, no sabía que hacer aún, pero ya podía imaginarse la sonrisa que tendría cuando la viera... 

Abrió la puerta principal con las llaves que Brad le había dado hace algún tiempo, dejó su maleta junto a la entrada y subió hasta la habitación del chico, cruzando los dedos para encontrarlo dormido aún. 

— ¡Sorpresa! — Dijo, abriendo la puerta de la habitación, pero no había nadie allí. Sin embargo, supo que había estado en la cama, porque estaba deshecha — ¿Brad? — Preguntó, abriendo la puerta de su baño. Tampoco. 

Bajó, esperando encontrarlo en la cocina y rodearlo con sus brazos, necesitaba tanto uno de sus abrazos... 

— Buenos días, cariño. — Dijo entrando a la cocina. No había rastro de él. Buscó en la sala, el comedor, los baños del primer piso, pero no encontró a su novio por ninguna parte. 

Con su teléfono marcó el número de su novio, esperando que al menos le atendiera la llamada pero este sonaba y sonaba sin ninguna respuesta. 

El único lugar de la casa en donde no había buscado era el jardín trasero así que caminó hasta allá con una resplandeciente sonrisa, ansiosa por ver a su chico. Pero la sorpresa se la llevó ella... Brad estaba durmiendo en la silla columpio al lado de su ex, quien estaba recostada sobre él, ambos cubiertos por mantas y acurrucados lo más juntos posibles. Sintió ganas de llorar y huir de este lugar, pero no podía, sus piernas no se movían y sus ojos no podían dejar de mirar aquella escena. 

Emily poco a poco comenzó a abrir los ojos, estirando su cuerpo producto del dolor que sentía ante la incomoda posición que había dormido... hasta que la vio, parada frente a ellos, con un semblante serio en su rostro. Rápidamente se incorporó en la silla, despertando a Brad a su paso. 

— Ho-hola. — Saludó la castaña. — No sabíamos que volvías hoy. 

— Si, ya lo noté. 

Brad finalmente fue consciente de la incomoda situación que estaban viviendo los tres y se separó de Emily, levantándose para abrazar a besar a su novia, lo crean o no la había extrañado. 

— ¡Lottie! — La besó en los labios. Ella ni siquiera se inmuto. — Pensé que pasarías el resto de la semana con tu familia. ¡Te extrañé! 

Lottie se mantuvo en silencio mientras miraba desde su novio hasta su ex, una y otra vez, logrando intimidar de cierta forma a Emily.

— Y-yo iré a ver como esta Farrah, si, eso haré.  — Dijo la chica y huyó de la situación. 

Brad comenzó a bombardear a su novia con preguntas de su pequeño viaje con su familia, pero la chica se mantuvo en silencio, enojada, herida y dolida con lo que había presenciado. Se cruzó de brazos y entró a la casa nuevamente, dejando al chico solo en el jardín, sin nada más que decir.

Worry - Brad Simpson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora