Worry - Brad Simpson.

39. Estás despedido.

Emily.

—Ve, es tu turno. — Le dije a Beth, luego de que el timbre de casa sonara.

Beth bufó y se levantó, dio un vistazo a través de la mirilla y dijo.

—Es James. Mejor finjamos que no hay nadie en casa. — Sugirió riendo.

— ¿¡Sabes que te escucho, verdad!? — Respondió James del otro lado.

Mi hermana rodó los ojos y abrió la puerta. James le dio un leve empujón y le besó la frente. Farrah la abrazó por la cintura, saludándola.

—Hola, enana. — Dijo Beth, chocando los cinco con nuestra sobrina. — Solo accedí a abrir porque estabas tú con él. Tu papi es un pesado.

Farrah río cuando James se quejó. Ambos se acercaron a mí, pero ignoré a mi hermano y senté a Farrah junto a mí, besándole la mejilla.

—Jo nos echó de casa porque debía estudiar para un examen, así que decidimos visitar a mis queridas hermanas. — Sonrió, resaltando el "queridas".

No entendía porque James estaba aquí. Bien sabía que aún estoy enojada con él por todo lo que le dijo a Monty, porque él sabe que mi novio no ha hecho nada malo, pero insiste en intentar alejarlo de mí.

—Oh vamos, Ems. No puedes estar enojada conmigo toda tu vida. — Me dijo. — Por favor, ya no soporto que estemos peleados.

—Ya sabes mi respuesta, James. — Lo miré, de brazos cruzados. — Discúlpate con Monty y tendrás mi perdón.

James soltó un suspiro. — Está bien, lo haré. — Dijo, ya rendido. — Pero, ahora necesito hablar con ustedes dos y es muy importante.

Beth y yo nos miramos ¿Qué sería tan importante? Mi hermana se encogió de hombros y se sentó junto a nuestra sobrina en el sofá.

James tomó a Farrah y la llevó a mi habitación para ver televisión, puesto que mi sobrina es algo chismosa y le cuenta a todo mundo todo lo que escucha.

—Bien, dinos que sucede. — Le apresuró Beth.

— Bueno, estoy un poco nervioso. — Dijo. — E-es que, después del accidente, me di cuenta que no podría soportar vivir un minuto de mi vida sin Jo.... Y me he estado cuestionando por los últimos veces si era la decisión correcta, porque ambos estamos bien así, nuestra familia funciona bien y no quería que nada de nuestra vida se viera afectado. Pero, llevamos casi 7 años juntos y creo que es hora de que le pida que se case conmigo...

¡Oh. Por. Dios!

—¿Estás hablando en serio, James? — Pregunté emocionada. — ¡Espero que no estés bromeando!

James tenía la sonrisa más grande que le había visto desde que Farrah nació. Mi hermano asintió, mirándonos a ambas esperando una respuesta pero, en vez de eso, nos levantamos y corrimos a abrazarlo.

—¡Al fin vas a proponerte a ella! — Le dije, abrazándolo otra vez. — ¡Estoy demasiado contenta por los dos!

—Sí, bueno. ¿Qué pasa si dice que no?

—¡Por supuesto que no te dirá que no, James! — Respondí, golpeándole el brazo por necio. — Jo te ama con locura y sí, tal vez no es la chica más expresiva que conozcamos, pero lo que siente por ti es amor sincero. De no ser así, te habría dejado hace tiempo ya. — Reí cuando mi hermano se quejó. — Ahora, en serio, ella te dirá que sí. No debes dudarlo nunca.