31. Las fotos.

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Brad.

Tristan tocó el timbre en casa de James. Habíamos decidido escaparnos del hotel e ir de sorpresa al hogar de mis amigos porque Jenn se había llevado a Lottie a recorrer la ciudad. James abrió, asombrado de vernos, pero nos dejó entrar con una sonrisa. En cuanto Farrah nos vio, corrió a mis brazos.

— ¡Tío Brad, tío Tris! — Dijo, saltando sobre mis brazos.

—Hola, pequeña monstruo. — Saludé, abrazándola. — Te he extrañado.

—Yo también te extrañé. — Me dijo con una sonrisa.

— ¿Y qué hay de mí, eh? — Tristan se arrodilló para estar a la altura de Farrah, quien estiró sus brazos en su dirección para que la cargara. — Nada es lo mismo en casa sin todos tus gritos a todas horas. — Río.

Jo salió de la habitación, peinando su cabello húmedo, llevaba un vestido suelto negro junto con una chaqueta blanca.

— ¡Hey! — Saludó. — ¿Qué hacen aquí?

—Vinimos a visitarlos. — Dije, acercándome a ella para saludarla. — Además, le trajimos un regalo a Farrah.

La niña miró en mi dirección emocionada. Le entregué la bolsa que traía en las manos y ella gustosamente lo recibió, rasgando el papel. Una sonrisa se le dibujó en el rostro cuando vio aquellos patines que había estado pidiendo desde que estábamos de vacaciones en California.

— ¡Chicos! — Se quejó Jo. — No era necesario que le trajeran un regalo. Deben parar de consentirla.

— ¡Por supuesto que sí! Es a la única chica que podemos consentir. — Dijo Tris, abrazando a Farrah.

Jo rodó los ojos.

—Jo y yo estábamos por salir a hacer las compras para la comida. — Dijo James. — ¿Alguno quiere ir?

Tris se levantó del sofá, poniéndose nuevamente la cazadora que se había quitado hace unos segundos, dispuesto a acompañar a los chicos.

—Yo paso. Me quedaré aquí cuidando de Farrah, si así lo desean.

—Está bien, volveremos en unos 30 minutos.

Los chicos se fueron, dejándome con Farrah quien corría con los patines de un lado al otro del apartamento.

— ¿Te gustaría que vayamos al parque a jugar con tus patines nuevos, pequeña?

Ella asintió emocionada, tomando a su muñeca para llevarla con nosotros. Le envié un mensaje a los chicos avisándoles que estaríamos fuera por si no nos encontraban cuando llegaran.

Estaba por cerrar la puerta del apartamento cuando Farrah soltó mi mano para correr gritando.

— ¡Llegaron mis tías! — Se aferró a la pierna de Emily, quien sí que estaba sorprendida de verme.

—Hola, corazón. — Saludó ella, sin quitar la vista de mí. — ¿Dónde vas?

—El tío Brad va a llevarme al parque. — Dijo, saludando a Beth, quien también me miraba con sorpresa. — ¿Te gustan mis patines nuevos?

Emily asintió, sin siquiera mirar donde Farrah señalaba.

—Hola. — Saludé, llevando mi mano tras la nuca, claramente incomodo con la situación.

Emily no dijo nada, sin embargo, Beth se acercó a mí y besó mi mejilla.

—Que gusto verte, Brad.

Worry - Brad Simpson.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora