nueve

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Es lunes, y entro a trabajar temiendo ver a Harry.

Parece ser que lo único que quiere es molestarme, lo cual no era muy difícil de suponer, pero bueno. Desearía no haberle conocido nunca.

Para mi sorpresa, Harry ya está en su escritorio cuando llego.

"Llegas tarde." Me dice deslizándose con su silla cuando paso por su lado.

"No llego tarde." Le respondo.

"Sí lo haces."

"No lo hago."

"Sí lo haces."

"Mira, paso de discutir contigo sobre esto."

Me siento en mi escritorio y abro el manuscrito que estoy editando.

"¿Cuántas páginas tiene?" Me pregunta Zayn, inclinándose sobre su mesa.

Miro el final de este. "Doscientas cinco."

"No está mal."

"¿Y el tuyo?"

"Ciento sesenta y seis."

"¡Qué suerte! ¿Hacemos un cambio?"

"Ya te gustaría." Dice sonriéndome y volviendo a su sitio.

Sonrío concentrándome en mi trabajo. Cojo un boli rojo y empiezo a hacer notas en los márgenes mientras bebo un poco de café.

Estoy tan concentrada en mi trabajo que no noto cuando alguien me tira una pelotita de papel.

Y luego otra.

Cuando me tiran la quinta, decido mirar. Harry se ríe mientras arruga otro trocito de papel, preparándolo para ser lanzado. Se inclina hacía atrás, apunta, y me da en el brazo. Entrecierro los ojos.

"Para." Siseo.

"Estaba apuntando a la basura, lo juro."

"Pues apunta mejor." Digo entre dientes.

"Si podría, lo haría. Tengo una puntería de mierda."

"Busca algo mejor que hacer." Le respondo.

"¿Cómo por ejemplo?"

"Trabajar."

Harry echa la cabeza hacia atrás y se ríe, como si le hubiera dicho el chiste más gracioso del mundo. "Eso ha sido casi mejor que el médico interno que está enfermo."

Exhalo lentamente con rabia y vuelvo a mirar hacia el manuscrito.

Con Harry siempre parece ser una de cal y otra de arena. A veces se comporta como ahora mismo, hartándome a más no poder, y otras es brusco y borde conmigo. Es un poco bipolar.

Otra bola de papel se choca contra mí y reacciono cogiéndola y tirándosela con fuerza. Esta le pega directamente en la cara y todo el mundo comienza a reírse. Me tapo la boca con la mano. Nunca habría pensado que tenía tan buena puntería, pero el karma me ha demostrado que estaba equivocada.

Harry se sonroja y Zayn se descojona por todo lo alto. A Lana hasta se le caen algunas lágrimas de la risa y Phil me hace chocarle los cinco.

Me acomodo en mi asiento con aires de suficiencia, sintiéndome poderosa. Le levanto una ceja a Harry, retándole a que me tire otra.

"Buen tiro." Me dice destapando un bolígrafo.

"Lo que sea." Le respondo volviendo a mi trabajo. Unos minutos después otra bolita vuelve a pegarme, estoy a punto de decirle algo cuando me doy cuenta de que hay algo escrito en el papel, así que lo abro y lo leo.

'Pagarás por eso', está escrito a mano. La letra es increíblemente clara y limpia. No me lo esperaba de Harry.

Abro mi bolígrafo y le respondo.

'Te lo merecías y lo sabes.'

La vuelvo a arrugar y se la lanzo, él la coge al vuelo.

Acaba en mi mesa momentos después.

'Cuidado, Rosie.'

Hago una mueca y tiro el papel a la basura. No soporto que me llame por mi apodo. Las únicas personas a las que se lo permito son a mi familia y a Aaron. Sin excepciones; al menos, no desde lo que pasó entre mi hermana y yo.

Odio que Harry sepa que me molesta. Él sabe que todo lo que tiene que hacer es llamarme 'Rosie' o 'Rosalie' y automáticamente ganará. Desearía poder saber algo sobre él para poder molestarle de la misma manera. Sé que suena horrible, pero es lo que hay.

Me pierdo trabajando el resto del día, intento ignorar las burlas de Harry como puedo. Me recuerda mucho a los chicos que tiran avioncitos de papel en el instituto sólo para molestar a las chicas. Así que sí, básicamente actúa como un adolescente de secundaria.

El tiempo parece estar poniéndose cada vez más frío conforme pasa el día. Me estremezco en mi suéter y pongo la calefacción del coche mientras conduzco a mi edificio. El pelo me cae por los hombros y mis mejillas están teñidas de un color rojizo por el frío.

Tiro las llaves al sofá cuando llego a casa, resoplando. Aaron no ha intentado contactar conmigo desde la otra noche. No quiero parecer una novia pegajosa, pero, ¿no debería de haberme llamado al menos?

Cojo el teléfono y marco su número, pero decido colgar. Si quiere hablar conmigo, puede llamarme él mismo.

Enciendo la calefacción y me hago un poco de té mientras veo la televisión y me pongo a divagar.

Para cuando me doy cuenta, me he quedado dormida. No sabía que estaba tan cansada. Será por culpa de Harry, que me hace sentir exhausta. He decidido que a partir de ahora voy a ignorarle y a centrarme únicamente en el trabajo. Quizá si ve que no me molesta en absoluto, deje de molestarme.

Sólo me queda esperar a que pase.

Hidden | h.s (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora