Hidden | h.s (Español)

treinta

El shock es evidente en la cara de Harry cuando baja su mirada a la altura de la mía.

Me enderezo en el sofá, haciéndole cara. Nunca había tenido la intención de preguntarlo en voz alta, pero ahora me muero por saber la respuesta. El por qué, no tengo ni idea.

Los ojos de Harry escanean toda mi cara. "¿Por qué me besaste tú de vuelta?" Rebate.

Abro la boca. "Eh y—Yo..."

"Después de todo, eres tú la que tiene una relación con Aaron." El ambiente entre nosotros ha vuelto a cambiar, y me está poniendo nerviosa.

"No quiero hablar de esto." Declaro.

"Tú has sacado el tema."

"¡Y tú me besaste primero!"

Harry se levanta del sofá, dándome la espalda. Me arrepiento de haber sacado el tema.

"Te traeré algunas mantas." Dice fríamente. Desaparece tras entrar a su habitación y pongo la cabeza entre mis manos.

Harry vuelve al salón con el mismo cojín y las mismas mantas que usé la última vez. Me levanto, mordiéndome el interior del labio.

"Lo siento." Digo rápidamente. "No quiero pleitear contigo otra vez."

Para mi sorpresa, una sonrisa se hace paso en la cara de Harry y deja las mantas en el suelo para empezar a reírse sin poder parar.

Le miro atónita. "¿Qué pasa?"

Harry apoya las manos en sus rodillas, intentando respirar sin poder dejar de reírse. "Rose, ¿quién demonios dice 'pleitear'?"

Sonrío ligeramente antes de empezar a reírme con él.

Harry se cae al sofá, sin parar de reírse. Me uno a él, rodeando mis rodillas con los brazos, no paro de sonreír.

Vuelvo a apoyarme en su brazo. Me gusta cómo se siente cuando su piel roza la mía, da igual cómo de raro suene.

"Harry, ¿somos amigos?" Le pregunto.

Harry suspira. "No lo sé, Rose." Responde.

"¿Por qué no podemos serlo?" Parezco no tener control sobre mis palabras, simplemente las suelto.

"¿Estás diciendo que te gustaría que fuéramos amigos?"

"Bueno, cuando no te comportas como un gilipollas, eres bastante agradable." Respondo.

Me mira. "Gracias." Dice sarcásticamente y vuelvo a reírme. Observo como sus hoyuelos comienzan a aparecer y sonríe. Mi corazón aletea involuntariamente.

"Bien, Rose." Dice. "Si realmente quieres, entonces podemos ser amigos."

"¿En serio?"

"Claro. En verdad, ahora sabes dónde guardo mi alijo de Snickers así que no tengo nada más que esconder." Dice.

Nada más que esconder. "¿Tienes un alijo de Snickers ahí?" Abro mis ojos.

"Mierda." Dice sacudiendo la cabeza y sonriendo. Me rio. "Sí." Responde. "Tengo como trescientos en el armario."

"¿Trescientos? ¿A qué esperas? ¿A que se de un ataque apocalíptico o algo así?"

"Las barritas de Snickers me ayudarían casi lo mismo que tú en un apocalipsis. Piensa un poco, Rosalie."

Le doy en el brazo y se estremece ligeramente riendo. "Eh, cuidado, Rosalie." Dice.

"Idiota." Digo, sentándome bien y cruzando los brazos sobre mi pecho.

"Así que... No te gusta que te llamen 'Rosie', pero tampoco 'Rosalie'. ¿Cómo demonios quieres que te llame?"

"¡Rose!"

"Si vamos a ser amigos, eso no me sirve."

Le pego con un cojín y ruedo mis ojos. "Pues si es así como van a funcionar las cosas, no quiero que seamos amigos."

"Oh, ahora no hay vuelta atrás. Sabes dónde guardo los Snickers."

Me rio otra vez y me apoyo en su brazo. No tengo ni idea de por qué me sigo apoyando en él así, pero no parece que nos moleste a ninguno de los dos.

La televisión está emitiendo un episodio de Padre de Familia, los dos centramos la atención en él.

Harry se echa en el sofá y yo me acurruco a su lado. Un cómodo silencio desciende entre nosotros mientras vemos la repetición de ultima hora, de vez en cuando comentamos algo o nos reímos del programa.

Peleo conmigo misma para no dormirme, pero no puedo resistirme a cerrar los ojos. Apoyo mi cabeza en el hombro de Harry, su olor y su respiración es algo que me relaja por primera vez en días. Me quedo dormida rápidamente, el ruido de la televisión ahora es un simple ruido de fondo. Nunca me he quedado dormida así con Aaron.

La culpa invade mis sueños tan pronto como Aaron aparece en mis pensamientos. ¿Por qué debería sentirme culpable? Harry y yo sólo somos amigos.

Me despierto en mitad de la noche, todavía sigo apoyada en Harry. Puedo decir con total seguridad que Harry está dormido por su respiración pausada. Su brazo se ha movido y ahora rodea mi cintura, su cabeza está apoyada en mí, casi tocando la mía. Su cuerpo, caliente, está a mi lado.

Sonrío medio dormida, sabiendo que, si fuera la Rose corriente, me hubiera apartado de él rápidamente y me habría ido a mi apartamento.

Pero esa Rose está desapareciendo poco a poco. Y no parece importarme mucho.

Me acurruco un poco más cerca de Harry y cierro mis ojos de nuevo. Él se agita ligeramente entre sueños y me aprieta un poco más fuerte. Me quedo dormida con los rastros del precioso color esmeralda de sus ojos y su olor a menta en mi mente.