Sigo a Harry sin pensarlo dos veces dentro del piso. ¿Realmente me va a decir qué está pasando con Alec y los demás?
Él pasa a la cocina y yo me siento en el sofá. Vuelve con una barrita de Snickers, quita el envoltorio y me ofrece la mitad. Se lo agradezco en silencio y se sienta frente a mí en la mesita de café, nuestras rodillas se rozan.
"Lo más importante." Dice. "No quiero que me vuelvas a seguir nunca más, porque ahora estamos metidos en este lío por tus ideas de bombero."
Trago. "Vale." Le digo. "No lo haré."
"Ya, bueno, eso dijiste la última vez."
Echo la mirada hacia mi regazo. ¿En qué estaba pensando? ¿En serio pensaba que saldría de esta sin más ni más?
Harry termina de comer su Snickers, masticándolo ruidosamente. Apoya sus manos en las rodillas, mirando al suelo.
Trago el último trocito que me queda de mi barrita y le miro. Su mirada coincide con la mía.
"Me mudé a Estados Unidos cuando tenía veintiuno." Dice. "En ese momento mi vida era una mierda, así que quería desaparecer de Inglaterra."
Asiento lentamente. ¿Qué pasó? ¿Por qué quería salir de Inglaterra? Intento evadir esos pensamientos; ya me está contando demasiadas cosas, el resto puede esperar.
"Resumiendo." Dice. "Conocí a Alec y a los demás." Se frota las rodillas con las manos, pensativo.
"Operan en el mercado negro." Dice. "Las compañías en riesgo de quiebra o que comienzan a tener serios problemas financieros, los buscan para generar más beneficio, y ellos les ayudan hasta volver a un punto eficiente."
"¿Cómo...? ¿Cómo consiguen el dinero para eso?"
Una sonrisa torcida se abre paso en la cara de Harry. "Ese es el truco." Moja sus labios con la lengua antes de seguir y se inclina hacia mí, bajando la voz. "Alec Wolf es una persona muy importante." Dice despacio, con la voz ronca. "Conoce a gente igual o más importante que él, y sabe como hablarles." Nuestras miradas coinciden. "Si una compañía le necesita, él consigue el dinero mediante los negocios que esté teniendo en ese mismo momento con otras."
Arrugo la frente. "Así que... ¿Él consigue el dinero para la nueva empresa de una a la que ya está ayudando?"
Harry asiente. "Exactamente. De este modo, solo gana él."
De todas las cosas que me podría haber esperado, nunca me habría imaginado esta. Alec es un genio.
"¿Cómo es que ninguna de las compañías se da cuenta?" Pregunto.
"Ahí es donde entra la carisma de Alec. Él convence a los altos cargos de las empresas de que son simples problemas económicos, y que las pérdidas de dinero son inevitables, fruto de la economía, no de él. Haría cualquier cosa para evitar que se descubra la verdad. Celebra banquetes y fiestas para ellos." Harry se pasa una mano por el pelo. "Mira, obviamente a las empresas que tratan con él no les conviene el negocio, ya que Alec se lleva el sesenta por ciento para su organización y el porcentaje restante, es decir, un cuarenta por ciento se queda para ayudar a las demás empresas. Pero eso ellos no lo saben."
"Pero si él se lleva cincuenta mil dólares de una compañía para reembolsarle a otra..."
"Solo veinte mil van para a parar a la empresa, dejando treinta mil para él y el resto de nosotros, que somos los que le ayudamos."
"Wow." Respiro, acostándome en el sofá. "Espera, entonces, ¿qué pasa si los ejecutivos sospechan del juego de Alec y no le creen?"
"Intenta emborracharlos en la mayoría de ocasiones, pero algunos son lo suficientemente listos y se dan cuenta. Entonces, Alec lo soluciona con dinero, ofreciéndoles un cheque que les satisfaga." Harry junta sus manos. "Hará cualquier cosa para mantener esto en secreto. Y con cualquier cosa me refiero a cualquier cosa."
"Y él piensa que lo sé." Digo, todo empieza a encajar en mi cabeza. "Por eso ha destrozado mi apartamento en busca de evidencias, y me siguió después del trabajo... Piensan que lo he sabido todo este tiempo."
Harry asiente. "¿Entiendes por qué no puedo tenerte siguiéndome a todas partes?" Dice preocupado.
Asiento.
"Rose." Dice, tanteando hasta tocar mi rodilla. Siento que me quema la piel cuando me toca. "No pueden saber que te he dicho esto bajo ninguna circunstancia."
"Por supuesto." Le digo.
"Si descubren que lo sabes... Si les das alguna razón que confirme que lo sabes... Ninguno de los dos podrá hacer nada." Los ojos de Harry se clavan en los míos
"¿Y qué pasa con lo de esta tarde?" Pregunto. "Me han visto ahí, ellos..." El pánico me invade. Me levanto del sofá y empiezo a dar vueltas por el lugar. "Alec sabe que sé algo, y tú estás involucrado..."
"Rose." Harry se levanta, andando hasta mí. "Lo solucionaré."
"¿Cómo?"
"Yo..." Harry mira al suelo.
"Quiero decir, no hay nada con lo que me puedas defender, simplemente que soy una metomentodo—"
"Rose, tienes que calmarte para que pueda pensar." Harry se presiona las sienes con los dedos y se vuelve a sentar en la mesa.
Mi pulso se acelera mientras le miro desde la ventana, está concentrado, mordiéndose el labio.
"Creo..." Harry me mira. "Creo que necesitamos estar alejados el uno del otro."
El corazón se me hunde en el pecho. Parpadeo un par de veces. "¿Esa es la única manera?" Pregunto, tratando de mantener la voz firme.
Harry se moja los labios y se encoje de hombros, sacudiendo la cabeza. "Yo... No se me ocurre otra cosa"
"¿Y cómo va a arreglar eso las cosas con Alec? ¿Qué pasa si vuelve a mandar a Niall y a Louis otra vez?" Mi voz se va eleva a medida que hablo.
Harry pone su cabeza entre sus manos. "Jesucristo, esto es un desastre." Se queja.
Me paso una mano por el pelo, suspirando.
"Vale, a ver." Dice finalmente, mirándome. "Voy a hablar con Alec."
"¿Y qué le vas a decir?"
"No lo sé." Dice. "Se me ocurrirá algo."
Asiento en silencio.
Harry me mira desde la mesa de café. "¿Tienes miedo?" Me pregunta.
Trago saliva. "Te mentiría si dijese que no." Le digo.
Me mira con los ojos entrecerrados. Dirijo mi mirada al suelo.
"¿Te interesa un Snickers?" Le miro y me mira sonriente.
Me rio ligeramente, sonriendo. Una sonrisa se extiende sobre la cara de Harry y se levanta para ir al armario de encima de la nevera. Me da una barrita y coge otra para él.
Me apoyo contra la encimera, comiéndome el dulce. Harry se apoya en la encimera de en frente, sus ojos verdes están clavados en mí.
"Lo solucionaremos, Rose." Me dice.
"¿Cómo lo sabes?" Pregunto. Debo de sonar patética.
Se me queda mirando por un momento. "No lo sé." Dice. "Sólo sé que voy a hacer todo lo posible para hacer que estés a salvo de esta gente, ¿vale?"
"¿Por qué?" Respiro profundamente. "¿Por qué te importa?"
Harry tira el envoltorio de su Snickers a la basura. "No lo sé." Dice despacio. "Solo sé que me importa lo suficiente como para asegurarme de que te dejen en paz."
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Hidden | h.s (Español)
أدب الهواةA Rose no le gusta Harry. Y a Harry no le gusta Rose. Pero quizá la constante amenaza de un cerebro del mal y la oscura conspiración de una compañía puedan cambiarlo. O, al menos, un alijo de snickers podría hacerlo. Él era como la luna; una parte d...