Hidden | h.s (Español)

cuarenta y dos

Trago saliva, incapaz de formular palabras. Puedo ver recuerdos reflejados en sus ojos que me miran fríos.

"Rose." Dice finalmente, su tono es cortante.

"Elizabeth." Consigo decir. Ella pone sus labios en una fina línea.

"Tu padre está en su estudio." Dice mi madre en un intento de romper el hielo entre nosotras. "Ve y salúdale, yo dejaré tus maletas en la habitación."

Asiento con la cabeza y aparto los ojos de mi hermana. Ella es cuatro años más pequeña que yo, pero a veces siento como si intercambiásemos roles y ella fuera la mayor.

Me dirijo a ciegas hasta el estudio de mi padre, golpeando ligeramente en la puerta antes de entrar.

"Rosalie." Me saluda desde su escritorio, quitándose las gafas. "¿Qué tal estás?"

"Estoy bien." Le digo sonriendo. "Me alegro de verte."

"Yo también. Estás preciosa cariño."

Sonrío. "Gracias, papá. Tú también te ves muy bien."

Él se ríe. "¿Cómo te está tratando Portland?"

"Me encanta estar allí." Digo sinceramente. "Es una ciudad preciosa."

"Sí, lo es." Mi padre está de acuerdo. Se pone de pie en su escritorio. También está igual que la última vez que lo vi. Pelo oscuro con sus ojos verdes amarronados. "Vamos a cenar, estoy seguro de que tu madre tiene la comida preparada desde hace un rato."

Asiento y le sigo al comedor, donde esperan mi madre y Elizabeth poniendo platos sobre la mesa. Elizabeth me ignora.

Tomo asiento en el sitio que he estado ocupando todos estos años. "Todo tiene muy buena pinta." Felicito a mi madre.

"Gracias amor." Dice ella, y cada uno se sienta en su sitio. 

Mi madre echa cucharadas de espagueti en casa plato, y me doy cuenta de que cuando es el turno de mi padre, evita su mirada. Extraño.

Finalmente empezamos a comer, mi cuerpo se calienta con el sabor familiar de los espaguetis de mi madre. La primera parte de la comida es silenciosa, a excepción del ruido que hacen los cubiertos.

Entonces, mi madre habla. "Rose, ¿qué tal está Aaron?"

Trago rápidamente. "Oh." Digo. "Aaron... Hemos roto."

Mi madre frunce el ceño. "Oh, ¿qué ha pasado?"

¿Qué ha pasado? Que él se olvidaba de mí todo el tiempo. Que me mintió. Que me pegó. Que Harry estaba ahí cuando él no, incluso cuando nos odiábamos. "Las cosas no funcionaban entre nosotros." Digo simplemente.

"Lo siento, Rosie." Dice mi madre chasqueando la lengua.

"No pasa nada, estoy bien." Digo. "Supongo que no todas las personas estamos hechas los unos para los otros."

Mi padre se remueve en su asiento y mi madre mira hacia abajo. Frunzo el ceño, completamente confundida.

Elizabeth suelta el tenedor en la mesa. "Anda, díselo." Dice a mis padres bruscamente.

Trago saliva. "¿Decirme el qué?"

"Elizabeth." Dice mi madre molesta.

"Vamos, es la oportunidad perfecta. Díselo, adelante." La expresión de Elizabeth es dura.

"¿Decirme el qué?" Pido con voz temblorosa. Mis padres intercambian una mirada.

"Rose." Dice mi padre lentamente. "Tu madre y yo..." Se aclara la garganta. "Tu madre y yo nos vamos a divorciar."