cuarenta y siete

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Elizabeth abre la puerta con el ceño fruncido. Está en pijama y tiene el pelo recogido en una coleta despeinada. "¿Qué?" Dice casi gritándome.

"¿Podemos hablar?" Le pregunto.

"Puedes hablar." Se limita a decir girándose y entrando de nuevo en su habitación. Cierro la puerta suavemente y la sigo. Ella se sienta en la cama y coge una lima que empieza a deslizar sobre sus uñas.

¿Por dónde empiezo? En este momento hay mucha tensión entre nosotras dos, puedo sentirla. Respiro.

"Elizabeth, ¿qué sentías exactamente por Jason?"

Me mira, arrugando la frente. "¿Que qué sentía por él?"

Asiento, quedándome al lado de la puerta.

"Le amaba." Dice con sencillez.

"¿C–Cómo sabías que era amor?"

Elizabeth deja de prestar atención a sus uñas y me mira. "Simplemente lo sabía." Aprieta los labios. "Por eso mismo me resulta tan doloroso saber lo que hiciste"

Cierro los ojos. "¿Crees en lo que Aaron te dijo?" Pregunto lentamente, abriendo de nuevo los ojos. "¿Sobre mí?"

"¿No es obvio?" Vuelve a limarse las uñas. Trago saliva.

"Jason nunca te amó."

Se queda helada cuando me escucha, despacio, vuelve a mirarme. "¿Qué acabas de decir?"

"He dicho que Jason nunca te amó."

Ella entrecierra los ojos. "¿Qué te hace pensar que tienes el maldito derecho a decirme eso?"

"Acabo de hablar con él. Nos hemos visto en la cafetería que hay en la esquina."

"¿Qué mierda hacías hablando con él en una cafetería?"

"Necesitaba dejar las cosas claras." Las palabras que salen de mi boca no las diría la Rose de antes ni en sueños.

"¿Dejar las cosas claras? ¿Qué pasa? ¿Habéis follado en el baño o algo?"

Ya está bien.

"¿Sabes qué Elizabeth?" Aprieto las manos en puños. "Me he cansado de intentarlo. Me he cansado de intentar arreglar la mierda de relación que tenemos cuando lo mínimo que recibo de ti son insultos. Estoy cansada de que me acuses de algo que no he hice, ¿está bien? No lo hice. No me acosté con Jason, y por supuesto, no me lo he follado en el baño de una cafetería, y más por supuesto aun, sé que no te quería una mierda, ¿y sabes por qué lo sé? Porque es una basura como persona, y tú eres demasiado buena para él. Pero bueno, adelante, llámame zorra otra vez, maldita sea, llámame zorra veinte veces más si es lo que necesitas porque me voy a ir mañana, y cuando me vaya, no pienso deprimirme ni un minuto más por el hecho de que me odies."

Cruzo los brazos sobre el pecho y Elizabeth me mira, deja caer su lima en su regazo. Me siento bien por haberle dicho todo eso finalmente. Es una manera de cerrar todo lo que ha pasado, a pesar de que no sea la mejor.

"¿Hay algo más que quieras añadir?" Le pregunto. Ella traga saliva, mirando hacia abajo. "Eso es lo que pensaba."

Me vuelvo sobre mis talones y salgo de su cuarto para seguido entrar en el mío. Me pongo el pijama y caigo rendida sobre la cama.

Una vez más, me encuentro pensando en Harry. Una vez me dijo que también tenía una hermana, – ¿cómo será? ¿cuántos años se llevarán? También mencionó que no la veía desde hace tres años, – ¿por qué? Dijo que ella era la razón por la que descubrió seis días más tarde la muerte de su madre. ¿Tendrán problemas ellos también?

Hidden | h.s (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora