cuarenta

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"Asegúrate de traer un vestido bonito o algo arreglado por si cenamos fuera algún día." La voz de mi madre suena a través del teléfono. "Hay un restaurante de Thai que queremos probar, ¿te apetece? ¿estaría bien para el sábado por la noche?"

"Claro." Digo pasando una mano por mi cabello. "Thai suena genial."

"Perfecto, ¿has revisado que no te falte nada? Vaya a ser que te dejes algo y..."

"Tengo todo mamá." Respondo mientras cierro la maleta.

"¿Cuánto dura el vuelo?"

"Unas..." Miro el billete impreso. "Cinco horas y cuarenta minutos."

"Oh, entonces no es tanto. Estarás a tiempo para la cena."

"Ya." Digo. "En realidad debería de ir yendo hacia el aeropuerto así que... No vemos en unas horas."

"Está bien, ¡nos vemos pronto!"

Cuelgo la llamada y cojo la maleta para salir al pasillo. Cierro la puerta intentando no hacer mucho ruido y me paso un mechón de pelo por detrás de la oreja.

Es viernes por la mañana, por lo que estoy perdiendo un día de trabajo para poder volar a Nueva York. Estoy un poco nerviosa porque tendré que ver a mi hermana, pero tendré que apañarmelas. No puedo esconderme de ella para siempre.

"¿Rose?"

Me giro y mis ojos se encuentran con los de Harry, que da unos pasos hacia mí cuando cierra la puerta de su apartamento. Viste con su ropa de trabajo, las mangas de su camisa están enrolladas hasta los codos y lleva la americana en el brazo.

"Hola." Le saludo.

"¿Vas a algún lado?"

"Eh, sí." Me meto las manos en los bolsillos. "Voy a pasar a Nueva York el fin de semana."

Las cejas de Harry se elevan. "¿En serio?" Asiento.

"Sí, mi madre ha insistido bastante."

"Probablemente sea bueno que pases allí unos días." Dice.

"¿Por qué?"

"Pretendía hablar con... Alec este fin de semana y está bien que estés fuera en caso de que..." En caso de que decida mandar a alguien para que saquee mi apartamento de nuevo.

"Oh, está bien." Digo, y él asiente mirando hacia el suelo.

Entramos juntos al ascensor, el silencio se abre paso entre nosotros. Este es un raro ejemplo del estado neutral en el que nos encontramos cuando no nos estamos peleando. En realidad, no me quejo; esta tregua que tenemos ayuda a llenar el vacío que llevo sintiendo desde que Aaron y yo lo dejamos, aunque Aaron fuera un gilipollas insoportable.

Han pasado unos días desde entonces y ha estado bombardeando mi teléfono con llamadas, mensajes de voz y sms. Al principio todo eran suplicas para que le perdonase, pero lentamente se fueron convirtiendo en mensajes de él cabreado y vengativo. Estoy pensándome si bloquear su número o no, el caso es que siempre se me olvida. Hacer la maleta y preparar todo para este fin de semana ha sido lo único que he tenido en la cabeza estos días.

"¿Cuándo volverás?"

Miro a Harry, que irrumpe con su voz en mis pensamientos. Las puertas del ascensor se abren y salimos juntos al hall del edificio.

"El domingo por la noche." Le respondo. "Vuelvo el lunes al trabajo."

Harry asiente. "Hmm."

Nos detenemos en mi coche y Harry me ayuda a subir mis cosas al maletero. Me paro a apreciar los pequeños tatuajes que tiene en sus brazos hasta que cierra la puerta, girándose hacia mí. "Bueno, espero que tengas un buen viaje." Dice, encontrándose con mi mirada. Me sonríe y unos delicados hoyuelos se abren paso en sus mejillas.

"Gracias." Le digo. "Pásalo bien no hacienda nada en el trabajo."

Pone los ojos en blanco y se ríe. " que trabajo." Protesta, y le giro los ojos en respuesta.

"Tu único trabajo es buscar nuevas maneras de desquiciarme." Bromeo y él se encoge de hombros. Nos reímos de nuevo.

Va a ser raro no ver a Harry en todo el fin de semana; no creo que haya pasado un fin de semana sin verlo desde que llegué a Portland. Con él como vecino y compañero de trabajo, ha sido muy raro que pasara un solo día sin verlo, de una manera u otra, nos acabábamos encontrando.

Y ahora, no puedo decir que me moleste tanto.

"¿Vas a ver a tu hermana?" Me pregunta, su tono se ha vuelto más serio.

Me aclaro la garganta y miro a un punto alejado de él. "Sí." Digo en bajito.

Harry mete una mano en uno de los bolsillos de su pantalón, me coge de la mano y apunta en ella algo con un bolígrafo que saca del bolsillo.

Miro con curiosidad mi mano mientras él vuelve a guardarse el bolígrafo. Ha escrito siete dígitos.

"Si necesitas hablar, llámame." Dice, encogiéndose de hombros.

Sonrío. "Gracias." Le digo.

"Para eso están los amigos." Me dice medio sonriente.

Le vuelvo a sonreír. "Sí." Digo, revisando la hora en mi teléfono. "Mi vuelo sale en una hora, será mejor que me vaya si no quiero perderlo."

Harry asiente. "Buen viaje." Dice girándose hacia su coche, que está aparcado a unos metros del mío.

"Adiós." Respondo. Él me despide con la mano, con una sonrisa dibujada en sus labios rosados, el viento le mueve ligeramente el cabello.

Miro de nuevo a los siete dígitos que hay en mi mano y planeo llamarle nada más llegar a Nueva York.

El resto de la mañana parece pasar volando y para cuando me quiero dar cuenta me encuentro buscando mi puerta de embarque. Tomo asiento y me hago una coleta.

"Vuelo 909 destino aeropuerto La Guardia, Nueva York, embarca en unos minutos."

Me levanto de mi asiento y me dirijo a embarcar. Esto es todo, estoy yendo a casa para hacer frente a mi familia. A pesar del miedo que me produce ver a Elizabeth, algo dentro de mí se revoluciona por volver a Nueva York.

En cuestión de minutos me encuentro sentada en el avión, mirando el asfalto por la ventana. El móvil vibra en mi regazo. Hago una mueva al ver que es Aaron.

¿Qué más puede querer de mí? Me humilló, me insultó, me pegó... Todo en un día. Ha sido un asco de novio, ¿y pretende que hable con él?

Cuelgo enfadada y apago el móvil. ¿Cómo se atreve? He aguantado muchísimo más de lo que debería, ahora me doy cuenta. Es un egoísta inútil que no se merece a nadie.

Alguien se sienta a mi lado y yo pongo mis cosas más cerca. Pensaba editar un manuscrito que el Sr. Greenman me asignó el otro día, y luego quizá dormir.

La persona que se sienta a mi lado me golpea en el hombro sin querer, y me vuelvo a pedirle disculpas, pero mi garganta se seca.

"¿Zayn?"

Hidden | h.s (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora