"¿Qué le has contado, Styles?" Le gruñe Niall a Harry.
"No le he contado nada." Contesta Harry. "Dejadla en paz, no sabe nada."
"¿Y por qué te hemos visto tanto con ella últimamente?" Se burla Louis.
"Le estaba haciendo un favor." Responde Harry.
"Alec ha estado preguntando por ti." Dice Niall. "No apareciste anoche."
"No pude. Estaba ocupado."
"Demasiadas excusas. Más te vale venir mañana a la noche, o estás fuera." Grita Louis. "Ocúpate de todo esto, o ella estará en problemas." Dice Louis señalándome, y yo abro los ojos como platos.
"Ella no tiene nada que ver con esto." Dice Harry. Se debe de estar congelando porque sólo lleva una camiseta de manga corta. Vislumbro más tatuajes en sus brazos bajo la tenue luz. "Apenas la conozco. No la metáis en esto."
"Sabe más de lo que tú crees." Dice Niall.
"¿Qué cojones dices?" Harry se tensa.
"Te vio hablar con Alec la semana pasada." Cuenta Niall. "Te siguió."
Harry me mira y yo me pego más contra la pared. Su mirada me quema a fuego.
"No importa." Dice Harry mirando a Niall. "Dejadla en paz. Apenas sabe cómo llegar a casa, es nueva en la ciudad."
"Bien." Responde borde Louis. "Pero si Alec descubre que sabe algo, los dos os meteréis en un lío." Le hace un movimiento de cabeza a Niall y los dos empiezan a andar no sin antes mirar a Harry por última vez. Desaparecen por la esquina, dejándonos solos.
Permanezco contra la pared e intento procesar todo lo que ha pasado. Me duele la cabeza y el corazón me va a mil.
Harry se queda mirando al suelo unos segundos, el viento sopla con fuerza. Se muerde un labio, como si estuviera debatiendo algo interiormente.
¿Por qué me ha defendido? ¿Cómo sabía dónde estaba? ¿Quiénes son esos chicos y qué quieren?
Finalmente, Harry vuelve en sí y comienza a andar hacia su coche. "Entra." Dice con frialdad.
No me molesto en llevarle la contraria y me siento en el asiento de copiloto rápidamente. La calidez del coche me engulle mientras me acomodo en el asiento de cuero.
"¿Te han hecho daño?" Me pregunta mientras conduce.
Niego con la cabeza. Sé que está enfadado porque le seguí el otro día, y no le puedo culpar por ello. Si fuera al revés, me sentiría igual.
"¿Estás bien?" Vuelve a preguntar.
Asiento.
"¿Vas a decir algo?"
Trago, mi garganta está seca. Sinceramente, no sé qué decirle, nunca antes había estado en un silencio así con nadie.
Harry también se queda en silencio y se dedica a conducir por las calles vacías. Mi corazón golpea con fuerza en mi pecho, todavía intento recuperarme de lo que ha pasado.
Harry suspira. "¿Por qué me seguiste el otro día?" Dice rompiendo el silencio, su voz es calmada, noto que se está conteniendo.
Miro a mi regazo. "No lo sé." Respondo. "Te fuiste tan rápido que yo–"
"No me sigas nunca más, ¿me entiendes?" Su tono se vuelve venenoso rápidamente.
"Lo siento." Susurro.
Harry exhala lentamente. Tamborilea con los dedos en el volante del coche y no para de morderse el labio. Prácticamente puedo ver cómo en su mente se están amontonando un montón de pensamientos.
Muerdo mi mejilla. "Gracias." Digo en bajito. "Por aparecer."
Harry asiente.
"¿Cómo sabías que estaba ahí?" Pregunto. Tengo tantas preguntas que hacerle que no sé por cuál empezar.
"No lo sabía." Dice. "Estaba volviendo a Crystal."
"¿Por qué?"
Harry toma una respiración un tanto exasperada por mis preguntas, me mira rápidamente. "Quería perdirte perdón." Dice casi susurrando. "Por gritarte antes."
Parpadeo. Nunca antes había escuchado a Harry pedir perdón. "Oh."
"Ya..." Dice carraspeando. "Así que, perdón por decirte todas esas cosas."
Asiento. Un silencio incómodo comienza a formarse y rápidamente lo rompo.
"¿Cómo sabías que estaba en Crystal?"
"No estabas en casa así que me lo he imaginado."
"Oh." Harry gira en una esquina. El viento sigue siendo fuerte fuera.
"¿Puedo preguntarte algo y prometes responderme sinceramente?" Pregunto.
"Está bien." Dice sin pensarlo demasiado.
"¿Estoy en peligro?" Entra en el parking de nuestro edificio y aparca el coche.
"Si te soy completamente sincero." Dice. "No estás cien por cien a salvo."
Mi respiración acelera. Me tiembla el labio de arriba y me estoy aguantando no llorar. ¿Qué hubiera pasado si Harry no llega a aparecer? Si han visto a Harry llevarme a casa, ¿saben dónde vivo? ¿en qué andan metidos?
"No llores, Rose." Dice Harry mirándome. Sus ojos son suaves y comienza a acariciarme el brazo, consolándome. "Haré lo que pueda para mantenerte a salvo, ¿está bien?" Su voz suena igual que el día en el que Aaron se olvidó de mí.
Asiento y tomo un poco de aire.
Harry se me queda mirando un momento largo antes de salir del coche. Yo salgo también. Cierra el coche y entramos dentro del edificio.
Nos paramos en frente de mi puerta.
"¿Ahora puedo preguntarte algo yo, y me prometes ser sincera?" Me pregunta.
Asiento despacio.
"¿Aaron se ha vuelto a olvidar de ti?"
Me cruzo de brazos y me muerdo el labio. Miro hacia abajo. "Sí." Digo como puedo.
Él no responde. Puedo adivinar lo que está pensando, porque yo pienso lo mismo.
Suspiro y abro la puerta de mi apartamento. "Supongo que te veré en el trabajo." Le digo en un tono neutral.
Harry me mira. Sus ojos están ligeramente dilatados. Asiente educadamente y cierro la puerta.
Me empieza a doler todo por el simple hecho de querer saber en qué está metido y quiénes son esos chicos, me ducho rápidamente y me meto en la cama, arropándome hasta la barbilla.
No consigo dormirme, estoy tumbada mirando al techo. ¿Qué pasa si vienen a por mí ahora? ¿y si me hacen daño?
Las horas pasan y sigo sin poder dormir.
¿Por qué piensan que Harry me ha podido decir algo? ¿Qué me puede haber contado? Quiero saberlo con todas mis fuerzas, pero a la vez no quiero estar en peligro.
Mi cuerpo se pone en alarma ante cualquier ruido. Sé que estoy siendo un poco paranoica. No voy a poder dormir si sigo así.
Antes de que pueda darme cuenta de lo que estoy haciendo, acabo delante de la puerta de Harry. Pego despacio en su puerta, mirando el vacío pasillo.
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Hidden | h.s (Español)
FanfictionA Rose no le gusta Harry. Y a Harry no le gusta Rose. Pero quizá la constante amenaza de un cerebro del mal y la oscura conspiración de una compañía puedan cambiarlo. O, al menos, un alijo de snickers podría hacerlo. Él era como la luna; una parte d...