veintidós

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Me siento en el salón, estoy cenando mientras veo un rato la televisión. Es domingo por la noche, no he hablado ni con Aaron ni con Harry desde la mañana del sábado. He quedado esta mañana con Perrie para ir a por un café y hemos estado dando vueltas un ratito por Pioneer Square en el casco viejo de Portland.

Tengo que hacer las paces con Aaron, pero no se cuándo voy a ser capaz de hacerlo. He intentado llamarle dos veces, pero me salta el buzón de voz.

Estoy enfadada con Harry. Ayer fue muy duro conmigo, cuando la noche anterior estábamos riéndonos como idiotas a las 3 de la mañana. Me gusta cuando Harry se abre conmigo, me hace querer conocerle más y ser su amiga. Siento que, cuando nota que empiezo a ver su parte buena, se comporta como un imbécil para demostrarme que no lo la tiene.

Estos días he estado yendo por ahí sola, a pesar de que sé que no debería. Los chicos que me asaltaron el viernes todavía rondan por mi cabeza, y mi curiosidad me quema a fuego en el pecho. ¿Quiénes eran? ¿Qué tiene que ver Harry con ellos? ¿Por qué iban detrás de mí? ¿Qué quiso decir Harry cuando me dijo que era su "contable"?

Intento deshacerme de las cien mil preguntas que me persiguen, pero no puedo hacer nada contra ello. Sé que, si sigo a Harry otra vez después del trabajo, alguien me verá y los dos nos meteremos en un problema todavía más grande. Si tan solo hubiera alguna manera más fácil...

Paro de masticar la cena. Harry descubrió un montón de cosas sobre mí con mi currículo. Igual si consigo echar un vistazo al suyo, pueda descubrir alguna respuesta. Quizá no sobre esos dos chicos y los números, pero sí sobre su pasado.

No, es una locura. ¿Estoy tan desesperada por conseguir esa información como para considerar colarme en la oficina de Crystal par coger el currículo de Harry?

Eso parece.

La idea provoca chispas dentro de mí. Mañana en el trabajo necesito una excusa para ir al despacho de Crystal y así poder mirar en sus archivos sin que me pillen. ¿Cómo voy a hacerlo?

Nunca he sido cautelosa, y no suelo romper las reglas. Pero sé que, si no consigo alguna respuesta pronto, voy a explotar.

Limpio los platos y le mando un mensaje a Aaron, preguntándole si se quiere pasar un rato. Sé que posiblemente no me va a responder, pero no me importa. Si no quiere intentar arreglar nuestra relación, así se van a quedar las cosas.

Para mi sorpresa, recibo una respuesta, dice que estará aquí en diez minutos. Rápidamente repaso el apartamento, limpiándolo y ordenando todo. No puedo decir que no estoy nerviosa. ¿Y si Aaron me deja?

No me debería importar si me deja. Pero aún así, lo hace.

Llaman a la puerta y abro. Aaron se sacude la lluvia del pelo y entra dentro, metiendo sus manos en los bolsillos del pantalón.

"Es brutal la que está cayendo ahí fuera." Comenta.

Asiento mientras él se quita la chaqueta, tirándola al sofá.

"¿Quieres algo?" Pregunto. "¿Agua? ¿Café?"

"No, estoy bien así."

Asiento otra vez y me él se apoya contra el respaldo del sofá.

"Entonces..." Empieza.

"Lo siento muchísimo." Digo rápidamente. "No sé que me pasó y no quiero que esto se acabe."

Aaron suspira y mira por la ventana. Nunca antes habíamos discutido; esto es nuevo para ambos. Estamos acostumbrados a que todo vaya bien, hasta ahora, claro.

"Yo tampoco quiero que esto se acabe." Dice y suspiro de alivio. "Supongo que me quedé un poco cao cuando te encontré en el apartamento de Harry, cuando me habías dicho que le odiabas."

"Y lo hago." Digo, tratando de convenerme a mi misma también. "Él sólo me estaba haciendo un favor."

Aaron asiente. "Está bien." Dice, y yo le rodeo con mis brazos, acurrucando mi cabeza en su pecho. Me alegra que todo haya salido bien. Aunque Aaron y yo tengamos nuestras diferencias, me hace sentir segura y eso me gusta.

"Yo solo... Aaron, creo que deberías pensar un poco más en mí." Digo mirándole. "No creo que te preocupes tanto por mí como yo lo hago por ti."

"Lo siento, tienes razón Rose." Dice asientiendo.

"¿Podrías recogerme mañana del tabajo?" Le pregunto. Sé que debo parecer idiota por preguntarle esto, pero debería de darle una oportunidad para que pueda intentarlo.

"Sí." Dice. "Lo prometo."

Aaron me besa y me dice que tiene que irse porque le han llamado. Intento no parecer decepcionada cuando me despido de él. Tiene un trabajo importante, lo entiendo y no debería de molestarme con él por eso.

Me vuelvo a sentar en el sofá. Presto muy poca atención a la televisión y me sumerjo en mis pensamientos otra vez. ¿De verdad voy a intentar coger el currículo de Harry mañana? De solo pensarlo siento ganas y miedo a la vez. ¿Podré hacerlo? ¿Debería?

Me duermo con la risa de Harry resonando una y otra vez en mi cabeza.

Hidden | h.s (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora