diez

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Me cruzo de brazos mirando a Aaron. Ha pasado una semana entera desde que me dejó sola en medio de nuestra cita, y apenas me ha llamado. Que esté muy enfadada es comprensible. Él me mira con una sonrisa, excusándose.

"¿Quieres explicarte?" Pregunto, apoyándome sobre el marco de la puerta.

"Mira, sé que probablemente estés muy enfadada conmigo Rosie, pero he estado demasiado ocupado. La temporada de la gripe está empezando, ya sabes..."

Resoplo. "Siento que no tienes tiempo, ni intentas sacarlo, para mí." Odio que se me quiebre la voz al decir eso.

Los ojos de Aaron se suavizan y me coge de la mano. "Voy a esforzarme más, te lo prometo. Pronto estaré de vacaciones y podremos pasar todo el día juntos."

Una sonrisa se abre paso en mi rostro. "Está bien." Digo humildemente, Aaron me empuja hacia él dándome un abrazo y me besa la mejilla.

Escucho algo un crujido y miro por encima del hombro de Aaron, encontrándome con unos ojos verdes. Me lo quito de encima rápidamente, rompiendo el abrazo.

Harry sonríe guardándose las llaves de casa en el bolsillo. "Buenos días, Rosie." Me dice, y Aaron nos mira a ambos.

Harry le mira y su sonrisa crece, todavía más si es posible. "Tú debes de ser Aaron." Dice. "Soy Harry." Y le ofrece su mano para estrechársela. "He escuchado muchas cosas sobre ti."

Me estremezco interiormente. Aaron le estrecha la mano.

"Yo no he escuchado nada sobre ti..." Dice Aaron mirándome de reojo.

"Rose y yo trabajamos juntos y resulta que también somos vecinos, ¿a que sí Rosalie?"

Me miro a los pies. Después de una semana ignorando a Harry, pensaba que había pillado la indirecta de que no quería saber nada de él.

"Oh." Dice Aaron. "Eso es genial."

"Sí... He escuchado que estás de prácticas como médico interno."

Madre mía.

"Sí."

"Es super interesante."

Me asusta mirar más allá de mis pies.

"¿Qué tipo de cosas sueles hacer?"

"En realidad, cualquiera. Si necesitan ayuda, estoy ahí para ellos."

"¿Alguna vez has trabajado en cardiología?"

"No, la verdad es que no estoy muy interesado en ese ámbito."

"Creía que trabajabas en cualquier ámbito en el que necesiten ayuda."

"Lo hago, pero no he trabajado en cardiología. Al menos, no por ahora."

"Ya veo."

"¿Y tú qué haces?"

"Trabajo como contable."

"Wow."

"Tú no trabajas." Digo metiéndome en la conversación. "Lo único que haces es molestarme."

Aaron mira a Harry. "¿Él te molesta?" Me pregunta con tono frío.

"No, no en ese plan, Aaron. Me tira bolitas de papel."

Harry sonríe torcidamente.

Aaron me mira. "Bueno, tenemos que irnos a un sitio, así que supongo que te veré por aquí Harry."

"Está bien. Que paséis buena noche." Me sorprende la amabilidad de Harry.

Aaron me coge de la mano y comenzamos a andar hacia el hall.

"Eh, ¿Rose?"

Me giro y miro a Harry, Aaron se para a mi lado.

"Si vuelve a pasar algo, estaré encantado de llevarte a casa de nuevo." Harry sonríe, sus ojos son burlones.

Me sonrojo.

"¿Qué quiere decir?" Me pregunta Aaron.

"Nada." Digo rápidamente. Cojo del brazo a Aaron y nos meto en el ascensor lo más rápido que puedo.

Estoy jodidamente enfadada con Harry. ¿Cómo se atreve a decir eso delante de Aaron? No me quiero ni imaginar lo que puede estar pensando.

No tenemos ningún problema durante la cena y cuando Aaron me lleva a casa, nos quedamos besándonos en la puerta. No me ha preguntado nada sobre lo que ha dicho antes Harry, y me alegro.

Se despide de mí en la puerta de mi apartamento. Me sonríe y besa mi mejilla antes de volverse y caminar hacia el hall. A la mitad del camino se para y me mira.

"Rose, ¿me haces un favor?"

"Claro."

"Aléjate de Harry."

Esto me toma por sorpresa. "¿Qué?"

"No confío en él. Solo... Mantén las distancias, ¿vale?"

Asiento. "De todas formas, no me cae bien."

Me quedo en la puerta hasta que las puertas del ascensor se cierran. Tan pronto como desaparece, cruzo el pasillo con rabia y pego en la puerta de Harry.

Harry abre la puerta, sorprendido por mi intensidad. "¿Rose?"

"¿Cómo te atreves a decir que me trajiste a casa delante de Aaron? ¡Va a pensar que le estoy poniendo los cuernos o algo así!"

Harry medio sonríe. "Sólo te he vuelto a ofrecer mi ayuda, Rosie. No te enfades."

"Dios, ¡Para de llamarme Rosie!" Harry se cruza de brazos. "¿Y qué si no lo hago?" Me reta.

Tomo una respiración. "Entonces... Entonces..."

Me sonríe travieso.

"Eres un gilipollas, Harry. Sabes cómo molestarme y no dudas en hacerlo, estoy cansada de que seas así. ¿Por qué no me dejas en paz?"

Él da un paso hacia atrás, los ojos le brillan ante mis palabras. Puedo decir que le han molestado, sus facciones se vuelven tensas. "Está bien, te dejaré en paz. Pero voy a decirte una cosa... Aaron está escondiendo algo."

"¿Y tú qué cojones sabes? ¿Y por qué te importa siquiera?" Mis puños están cerrados. "¡Aaron nunca me haría daño!"

"Oh, por favor. ¡Me importa una mierda si Aaron te hace daño!"

Algo dentro de mí se desinfla. Ha sido tan cruel, que me choca. Me giro y vuelvo a mi apartamento, dando un portazo al cerrar la puerta.

'Me importa una mierda si Aaron te hace daño.'

Quiero volver ahí y abofetearle por lo que ha dicho. Estoy tan enfadada e irritada, que deseo, por enésima vez, no haberle conocido nunca.

Me da igual. De todas formas, tampoco necesitaría a Harry si Aaron me hace daño. 

Hidden | h.s (Español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora