Hidden | h.s (Español)

veintitrés

Miro a Harry desde mi escritorio.

La verdad es que hoy está trabajando; sumergido en un montón de papeles y garabateando cosas de aquí para allá. Su mandíbula está tensa y no sé si se ha dado cuenta de que le estoy mirando. Probablemente lo haya hecho. Harry se da cuenta de todo.

Yo, mientras tanto, no he tocado ni un solo manuscrito. Está ahí, en el portafolios sobre mi mesa, sin abrir. Le quito el papelito a un trozo de chicle y me lo meto en la boca, haciendo una pompa, sin quitar la mirada de Harry. Hoy lleva una camisa blanca, tiene las mangas enrolladas hasta los codos, enseñando sus tatuajes. También lleva una corbata negra anudada en el cuello. Se apoya sobre sus codos sin dejar de mirar el papel que tiene delante.

De repente se levanta, deslizando un papel por la mesa de Jesy. "Has hecho un error de cálculo." Le dice sin siquiera dudarlo.

Jesy mira al papel y frunce el ceño. "Oh." Dice. "Lo siento."

Harry asiente y mueve algún papel que otro de su mesa, hace ruiditos con un boli y de vez en cuando hace alguna que otra pompa con su chicle.

Hay demasiadas cosas que me muero por saber de él. Obviamente no voy a poder descubrirlas hablándolo, así que tendré que buscarme la vida de otra forma.

El plan que pensé anoche vuelve a aparecer en mi mente. ¿Podría funcionar? Como me pillen mirando el currículo de Harry sin autorización me meteré en un lío importante. ¿Merece la pena?

Mi mirada sigue fija en Harry cuando él mira hacia mí y me pilla mirándole. El color de sus ojos es más verde que nunca, forma una línea recta con sus labios. Rápidamente miro a mi mesa.

"Rose." Vuelvo a mirarle a los ojos. Está apoyado sobre su brazo derecho, inclinado ligeramente hacia mí. "Sácame una foto que dura más."

Me sonrojo y miro hacia abajo. Prácticamente puedo oír cómo se ríe, a pesar de que está sonriendo.

Me levanto de mi escritorio y voy hacia la sala de descanso. Abro la nevera y busco algo que me apetezca, pero no encuentro nada.

"Hey, Rose."

Me sobresalto por la voz de Zayn, recostándome contra la pared. "Zayn." Digo intentando recuperar el aliento. "Me has asustado."

Zayn se ríe y busca algo en la nevera. "Lo siento." Dice.

Me paso una mano por el pelo y sonrío. "No pasa nada." Digo.

Se endereza y abre una Coca Cola Light. "¿Qué tal estás? Pareces un poco distraída hoy."

"Eh, esto... No sé." Zayn se apoya en el mostrador y bebe un poco de su bebida. Una idea me viene a la cabeza. "Zayn." Digo inclinando un poco mi cabeza. "¿Qué sabes sobre Harry?"

Zayn se encoge de hombros. "Es un imbécil." Dice sonriendo. "Pero supongo que somos amigos."

"Hmm."

"Es increíblemente listo, supongo." Sigue. "Bueno en matemáticas y eso. Lo contrario a mí." Dice riendo.

"¿Qué... Sabes de su pasado?" Sé que es muy descarado por mi parte preguntarle todo esto, pero qué le voy a hacer, así soy yo.

"Casi nada. No suele hablar mucho de su familia y esas cosas." Dice bebiendo un poco sin dejar de mirarme.

Asiento. "Está bien, gracias." Digo. "Tenía curiosidad." Sonrío a Zayn antes de salir de la sala de descanso y volver a mi escritorio.

Harry no está en su mesa.

Miro a mi manuscrito y me quejo para mis adentros. Abro el portafolios y saco mi boli rojo para empezar, justo cuando el Sr. Greenman sale de su oficina.

"Rose." Me llama y me levanto, dirigiéndome hacia él.

"¿Puedo ayudarle en algo?" Le pregunto educadamente cuando llego donde se encuentra.

"De hecho, sí. Todavía tiene que verificar que todo esté correcto en su currículo en la oficina del Sr. Crystal con el Sr. Styles, así que me gustaría que lo hiciera ahora."

Me atraganto con mi propia saliva. "Eh... Vale."

"Le aconsejo subir por las escaleras." Bromea el Sr. Greenman.

Me sonrojo. "Está bien."

No veo a Harry por ninguna parte así que me dirijo hacia la oficina del Sr. Crystal. Subo por las escaleras y finalmente llego a la recepción de su despacho.

"Knight." Le digo a la recepcionista, ella asiente y me hace un gesto para que pase a la oficina.

Harry se desploma sobre uno de los asientos de la oficina del Sr. Crystal. Su expresión está en blanco cuando yo me siento.

"Señorita Knight, es un placer verla aquí de nuevo." Me dice Crystal sonriente.

Asiento, intentado ignorar la presencia de Harry a mi lado.

"El Sr. Styles ha hecho un excelente trabajo asociando tu cuenta a la de la compañía, sólo necesito que confirmes que todo está en orden, por si hay algún error."

Cojo el archivo y lo abro, mis ojos escanean rápidamente toda la información que ya sé sobre mi misma. Todo está escrito de forma clara y ordenada. Asiento y le devuelvo el archivo a Crystal.

"Todo está bien." Digo, y veo medio sonreír a Harry por el rabillo del ojo.

"Perfecto." Dice Crystal y se gira para meterlo en un pequeño armario que tiene en el escritorio. Ahí debe de tener los demás currículos. Incluido el de Harry.

Tomo aire nerviosa. Necesito volver aquí para leer el currículo de Harry. Odio que la curiosidad me esté comiendo viva; odio que me esté controlando de esta manera.

Harry se levanta de su asiento y yo hago lo mismo. Crystal estrecha mi mano y después la de Harry. Le sigo fuera de la oficina.

Bajamos las escaleras en silencio. Harry tiene las manos metidas en los bolsillos y sus ojos miran al suelo.

"Rose." Dice de repente cuando llegamos a nuestra planta.

"¿Sí?" Digo, sorprendida porque me está hablando.

"¿Alguna vez has oído el refrán, 'la curiosidad mató al gato'?"

"Una o dos veces." Digo con cautela.

Me mira de una forma que no consigo descifrar, asiente y entra a la oficina, dejándome sola con mi confusión.

La curiosidad mató al gato.

¿A caso me ha oído hablar con Zayn? Oh no. Si me ha oído preguntar por él, seguramente esté enfadado conmigo. Pero su tono ha sido bastante sereno. Me encojo de hombros y entro a la oficina.

Las cuatro en punto llegan y Harry se levanta para irse, sin decir ni una palabra. Cojo mis cosas y tomo el ascensor para ir a la planta 11. Me quedo mirando por el hueco de la escalera como todos salen del edificio de Crystal. La gente habla y se ríe mientras esperan al ascensor. Observo como el Sr. Crystal sale de su oficina, enfrascado en una llamada telefónica.

En silencio salgo del hueco de la escalera, dejando mis cosas ahí. La planta está totalmente vacía, pero me aseguro dos veces de que no quede nadie en ningún escritorio.

Miro a mi alrededor para ver si hay alguna cámara de seguridad y me sorprendo al no ver ninguna. Entonces, me cuelo en la oficina del Sr. Crystal.