✞Ｐｓｙｃｈｏｐａｔｈ✞

26

"El mundo es redondo."

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09/06/2018

Asqueroso diario:

Que maravilloso día. Hoy por fin realicé la confirmación y además fui al taller a ver a Pablo después de no ir por casi un mes.
En la tarde fuimos con Agustín al colegio para los talleres pero luego de aproximadamente diez minutos de nuestra llegada nos "echaron" porque los talleres finalizaron antes ya que no había luz en la escuela por alguna extraña razón. Si, habíamos llegado algo tarde pero Miriam anteriormente nos había dicho que podíamos llegar a la hora que queramos así que no nos habíamos apresurado mucho. Al menos pude ver un poco a Pablo y escuchar su profunda voz. También estaba Tobías y desde mi punto de vista estaba más animado, más sociable o algo así. Se acercó a nosotros a hablarnos sobre las asignaturas que tendrá ya que el esta en un año menor que en el que nosotros estamos.

<<Y pensar que en el colegio esta tan solitario. Impresionante. Otra cosa que reafirma que las cosas no son lo que aparentan.>>

Una vez que nos echaron, no tenía ganas de regresar a mi cada tan temprano así que con Agustín fuimos a comprar un helado, que él pagó porque "yo no tenía dinero" lo cual era falso, sólo no quería gastarlo. Literalmente no me importó nada estar enferma, realmente amo el helado. Pero tuve un problema. Estaba con Agustín sola. Fue incómodo pero por suerte pude manejarlo y todo resultó bien.

<<Casi muero de un ataque de tos, pero no importa. Ese helado estaba extremadamente delicioso y agregarle el hecho de que Agustín tuvo que gastar su dinero lo hace mejor.>>

El trayecto de vuelta hacia mi casa fue levemente largo ya que tuvimos que tomar otro camino diferente al que siempre utilizamos.

<<Creo que olvide mencionar que Agustín vive cerca de mi casa, aproximadamente a 150 metros. Que suerte tengo, ¿no? La persona que odio vive cerca mío. Pero tiene sus beneficios. Puedo ir o regresar caminando con él, sin necesidad de que mi madre me tenga que buscar y cuando ella no puede llevarme puedo ir con él.>>

Aunque no quiero admitirlo, sin él no iría al taller a ver a Pablo porque ni mi madre ni mi hermana quieren llevarme porque es a la tarde y supuestamente están muy cansadas. Se que se preguntarán por qué no voy caminando sola si la escuela no me queda muy lejos. La respuesta es simple, no me dejan ir a ningún lado sola. Por eso es bueno que él viva cerca.

<<Me sigues pareciendo un idiota y te odio pero todavía me eres útil.>>

En un momento determinado de nuestra caminata, Agustín se detuvo y me planteó una idea. Me dijo: "¿Y si pasamos por la casa en la que tu madre dice que vive Pablo?". Sí, mi madre tiene la teoría de que Pablo vive cerca de mi casa porque allí vive su madre y su abuela, pero según mi teoría sí es la casa de su madre y él sólo la visita a veces ya que he visto su auto (no olviden que se su patente) estacionado fuera de esa casa varias veces.
En fin, decidimos pasar por ahí. Cuando íbamos a cruzar la calle vi un auto parecido al de Pablo pero no podía ver la patente, así que sólo lo ignoré.
Agustín no conocía cual era la casa y, como mi madre me lo había mostrado anteriormente, yo sí. Giré mi cabeza para poder observar el lugar, y lo ví.

<<Ví a Pablo sentado en el jardín junto a quien deduje que serían su madre y su abuela. Lo más interesante es que en el preciso momento en el que yo volteé para poder ver, él hizo lo mismo. Nuestras miradas se conectaron por unos mínimos segundos. Me pregunto si me habrá reconocido.>>

Inmediatamente volví a mirar hacia adelante y una risa incontrolable me invadió. Agustín no entendía que pasaba así que entre carcajadas traté de explicarle que sí había visto a Pablo y como él no lo había hecho, me pidió darnos la vuelta y volver a pasar pero esta vez el grabaría para tenerlo capturado en imágenes.
Volvimos cruzar pero esta vez no miré porque no quería que se percatara que era yo. Técnicamente no hay nada malo en el hecho de que me haya visto rondando por esa zona pero por alguna extraña razón no quería que me viera, así que me coloque la especie de gorra que tienen adheridos los abrigos y no despegué mi vista de las casas del lado contrario de la calle.

<<Y seguí riendo hasta llegar a mi casa. Que encantadora tarde.>>

En la noche tuve que ir a la Iglesia. Inicialmente me negaba a ir a recibir ese innecesario pero conveniente sacramento por el cual me habían obligado a cursar tres años "orientación religiosa" para obtenerlo. Al final sólo fui y lo acepté.

<<Ya había sobrevivido todos esos años y no los desperdiciaría porque a último momento me sentía desmotivada o algo así.>>

Mi gran mejor amigo Axel hizo lo que yo me negué a hacer. Él rechazó recibir la confirmación. Por medio de mensajes le explicó a nuestra catequista que "no se sentía preparado" y que no asistiría a la ceremonia. Sinceramente en ese momento no sabía cómo sentirme.

<<No estoy segura si Axel es valiente o un completo idiota.>>

Atentamente esta psicópata.