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     El canto de los pájaros en la mañana era un sonido con el cual Harry Holland le gustaba despertar, pero esta vez, lo único que él quería era cortarse la cabeza.

     La noche anterior había salido con sus amigos a celebrar el cumpleaños de uno de ellos y al parecer, había tomado más de la cuenta. La cabeza le dolía a horrores y no recordaba casi nada, tenía vagos recuerdos de la noche hasta el momento en que decidió tomarse tres shot de tequila seguidos por un reto que había hecho con alguien.

     El sonido de una llamada en su teléfono hizo que sus deseos de sacarse la cabeza aumentaran. El contestó la llamada sin percatarse de quién estaba al otro lado de la línea.

—¡Dios Harry, estás vivo!

—Baja la voz, Harrison. — Dijo él molesto.

— Desapareciste de un segundo a otro, la última vez que te vi estabas bailando con Jenny.

—¡¿Bailé con Jenny?!

— Solo unos segundos, después la dejaste plantada en la pista. — Harry escuchó como su amigo se reía de él.

—Mierda...

—Bueno, solo te llamaba para asegurarme que no despertaste en un zanjón desnudo o en camino al tráfico de órganos.

—Gracias, estupido. — Harry oyó el bufido que hizo el chico antes de terminar con la llamada.

Harry revisó su teléfono contestando los mensajes de gente preguntando si se encontraba vivo, al parecer varios se habían percatado de su estado. Algo llamó su atención, había un video de tres minutos en su galería que él no recordaba haber grabado. Iba a reproducirlo cuando en su pantalla apareció la solicitud de videollamada de su madre. Ella se encontraba de viaje con su padre y su hermano menor.

—¡HAROLD HOLLAND! — Gritó la mujer al segundo que él aceptó la solicitud.

—Por favor no grites, mamá.

— ¡Sé que estás grande y todo eso, pero no puedes descuidarte y desaparecer!

— ¿Cómo sabes que...? — Preguntó Harry con una mano en la cabeza.

— Harrison llamó preguntando si habías llamado ya que no atendías el teléfono y Sam me dijo que estabas en casa, pero que no sabía cómo habías llegado.

—Querida, el sufrimiento post alcohol ya es suficiente castigo, hola hijo. — Apareció la cara del padre de Harry en la pantalla junto con la de su hermano menor. — ¿Cómo estuvo la fiesta?

— Creo que buena porque no me acuerdo de nada.

     Todos los presentes se rieron ante el sufrimiento del chico.

•••

Nuevo proyecto, espero que les guste. Ahora con mi bebe Harry Holland.

xx, Saturno.

Angels. | Harry Holland.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora