My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

26. Decidida

Miré hacia las estrellas intentando contarlas... recordaba que la primera y última vez que hice eso fue a los 5 años con mamá antes de que Alistair nos llevara a la fuerza.

(...)

Tuve un sueño feo, papi estaba con los señores con los que se reunía y me hacían daño, me pegaban, me gritaban que me fuera y que no me metiera en sus asuntos...

Me levanté de mi cama que estaba rota y me lastimaba. Tomé a Osito, lo abracé con más fuerza y me fui corriendo asustada al cuarto de mami y papi, quería a mami que estaba sentada viendo por la ventana y tenía la mano sobre la boca, estaba rara.

—Mami...—le dije acercándome.

—Mi niña... hola... ven aquí—me acerqué y mami me tomó en brazos e hizo que me sentara en sus piernas—. ¿Qué tienes, Amelia?

—Soñé feo—dije abrazando a mami y empezando a llorar—. Con papi y sus amigos malos.

—Ya... ya... nena... no llores... mañana todo eso terminará—me dijo acariciando mi cabeza—. Nos vamos, ellos ya no nos van a lastimar.

— ¿Tiito Tony nos va a cuidar?

—Sí nena, tiito Tony va a cuidarnos.

—Pero todavía tengo miedo.

—Shhh, shhh... mira hacia allá—dijo señalando las estrellas desde la ventana—. ¿Las estrellas son bonitas, ehh? —yo asentí—. Vamos a contarlas...

—Son muchas... vamos a tardar mucho.

Mami rió.

—Sí, pero será divertido, vamos—me dijo, sonreí y comenzamos a contar las estrellas hasta que perdí la cuenta y me quedé dormida.

(...)

Sabía que mamá estaba entre alguna de esas estrellas y también sabía que estaba cuidándome.

—Descuida mamá, acabaré con HYDRA y todos los que nos lastimaron—dije mirando al cielo.

Comencé a tararear "Somewhere Over The Rainbow" del Mago de Oz, esa era la canción con la que mamá a veces me arrullaba cuando me cargaba en sus brazos y era otra canción especial para ambas. De alguna manera de tararear terminé cantando en voz baja.

Algún día desearé sobre una estrella,
despertar donde las nubes están bien por debajo de mí,
donde los problemas se deshacen como gotas de limón,
bien por encima de las chimeneas
ahí es donde me encontrarás...

— ¿Qué haces aquí, Amelia? —dijo alguien interrumpiéndome.

Volteé y vi a Steve caminando hacia mí y parándose a mi lado.

—Nada... solo... veo las estrellas. Son hermosas...

Era bastante el frío, que al hablar salía un poco de humito de mi boca.

—Ahora yo veo algo más hermoso que las estrellas.

— ¿Ah sí? ¿Qué?

Miré a Steve y él levantó una ceja y me miró con pretensión.

—Ay no...—dije sonrojada e intentando voltear el rostro, él me tomó la barbilla haciendo que lo mirara y acercándose a mí. Suspiró.

— ¿Por qué, Amelia?

Torcí los ojos, sabía a qué venía eso así que me separé de él.

—Por favor Steve, no necesito que me reproches nada, mi decisión ya está tomada...