17. De Vuelta al Infierno

3.7K 223 9
                                    

|•Amelia•|

Tuve una pesadilla horrible, justo después de que Steve me rompía el corazón diciéndome prácticamente que nosotros jamás estaríamos juntos, fui interceptada y engañada por un agente de HYDRA llamado Head Case que me terminaba secuestrando, y yo solo cómo una estúpida caía en su trampa solo por tener mi corazón destrozado.

[...]

Fui abriendo los ojos y mi respiración estaba acelerada por el miedo del sueño que acababa de tener. Los abrí poco a poco sintiendo un poco de dolor en mi nuca, intenté tocarme pero no podía mover los brazos.

Fruncí el ceño y levanté la mirada.

Estaba recostada en una mesa de metal y aferrada también con metal lo que no me permitía moverme. Estaba en un cuarto oscuro y tenebroso donde solo había una pequeña ventana arriba, era como una celda de prisión y casi no entraba la luz, estaba sumergida y atrapada en la oscuridad por lo que supe que era de noche.

Y eso no era lo único de lo que me enteré: Supe que no había sido una pesadilla, supe que Head Case era real y supe que estaba de nuevo en la custodia de HYDRA.

NO.

Mi respiración se aceleró aún más e intenté liberarme, en vano. Ahora la respiración se me empezó a cortar y sentía una intensa compresión en el pecho, me hacía falta el aire y temblé desenfrenadamente con un miedo incomparable, el miedo de una pequeña niña sola y perdida en el mundo enfrentando la peor de sus pesadillas.

Vamos, de algo tenía que servir tanta fuerza.

— ¿Crees que no previne que intentarías zafarte, dulzura? —escuché esa voz.

Hace cinco años que no lo escuchaba, sin embargo su voz era algo que jamás lograría olvidar por el daño que me ha hecho toda la vida, su voz, la voz que escuchaba en mis peores pesadillas, me estaba hablando ahora mismo, estaba presente en el mismo cuarto que yo.

—Ni siquiera intentes liberarte Amelia; es inútil, querida. El material que te retiene es Adamantium, el metal más fuerte del mundo, o bueno... al menos uno de los más fuertes...

Y lo vi acercándose de entre las sombras. Lo primero que vi fueron sus temibles ojos verde~grisáceos que cada que me miraban me congelaban por el pavor que me causaban cada que volteaban para verme con sádicas intenciones.

Mientras venía acercándose comencé a verlo con tanta claridad: su rostro alargado y rectangular, su cabello que ya no era de aquel castaño oscuro sino que ahora estaba más claro gracias a las canas, también me fijé en varios detalles en especial a que tenía inicios de barba blanca que aún no cubría su barba partida.

Sin más empezó a reírse.

Detestaba oírlo reír, su risa también me atormentaba en todas mis pesadillas.

—Mi hermosa Amelia. Has vuelto a casa y estás tan preciosa...—dijo al llegar a mí y tocó mi frente para después acariciar mi cabello.

No... no te me acerques... no me toques... no... vete...

Mi ataque de ansiedad volvió, pero me dije a mí misma que debía ser fuerte y no debería darle la satisfacción a Alistair de verme vulnerable. Tomé una gran bocanada de aire antes de mostrarle mi rostro lleno de odio.

—HYDRA jamás será mi casa y tú jamás serás mi padre después de todo el daño que me hiciste y a mamá.

—Tu estúpida madre...—soltó una risa irónica—. Tu madre, tu madre... ya supérala querida, ya no está. Era débil y tan idiota, nada más que una zorra mosca muerta...

— ¡MALDITO HIJO DE PERRA! ¡JAMÁS TE ATREVAS A HABLAR DE MI MADRE DE NUEVO! ¡POR TU CULPA ELLA MURIÓ, BASTARDO DE MIERDA!

Alistair me soltó un fuerte golpe en la cara que me dolió en lo más profundo y por ello, solté un grito.

— ¡CÁLLATE ZORRA! ¡A MÍ NO ME VUELVES A HABLAR DE ESA MANERA! —me gritó mientras ponía sus manos en mi cuello, subía a la mesa y ponía todo su peso sobre mí.

— ¿Qué clase de padre abusa de su propia y única hija? Eres un cerdo asqueroso. Te lo dije y te lo repetiré. Nunca serás mi padre. Mi tío Tony es mucho más mi padre que t...

— ¡NO VOLVERÁS A MENCIONAR A ESE ESTÚPIDO HIJO DE PERRA EN MI CARA, MALDITA! —volvió a gritarme y a golpearme—. ¡Sus idiotas padres arruinaron todo y ese estúpido me despojó de lo que me pertenecía por haberme casado con tu maldita madre!

—Esa herencia jamás hubiera sido tuya y qué bueno que nunca te dieron nada, no lo merecerías jamás.

—Por eso me llevé a tu madre, luego la perra me dijo estar embarazada ¡Ah! Debí dejarla en la calle, debí matarla al momento en que me dijo que te estaba esperando. Pero fui tan estúpido y las conservé conmigo. Después me dije que aprovecharía esto y que tú, dulzura, te convertirías en mi arma más preciada en HYDRA.

—Primero muerta antes de volverme en tu marioneta para asesinar. Allá en SHIELD encontré a personas que me aman de verdad, y no traicionaré lo que es bueno.

Luego de hablar, le escupí en el rostro.

Creí que me golpearía y esperé lo peor, pero no hizo nada, simplemente volvió a reír con ironía.

—Sin duda eres mucho más zorra que tu madre, mira que ofrecértele a Steve Rogers a pesar de que es un maldito anciano que bien podría ser tu abuelo... de hecho fue amigo del mismísimo Howard ¿qué no? —lo miré asustada ¿Cómo sabía que Steve me...? —. Ah... ¿crees que no estaba enterado de tu absurdo romance con el Capitán América? —besó mi cuello y sentí la más grande repulsión y el más grande terror. Siempre empezaba haciendo esto cada que iba a... a... por el amor de Dios, no quería, no podía ni pensarlo.

—N... no hay ningún absurdo romance con el Capitán América y jamás lo habrá—respondí con demasiados esfuerzos.

—Claro que no ¿Por qué querría él algo con una porquería que no vale la pena como tú? Tú eres mía, hijita... y haré que dejes de ser la mierda que eres, descuida, ya pronto te superarás.

Comenzó a toquetearme. ¡Dios! ¡¿Por qué tenía que vivir esto de nuevo?! Las lágrimas comenzaron a correr por mi rostro.

Estaba volviendo al infierno que viví durante doce años.

Mi tío Tony tenía razón ¡la tenía!

Tío perdóname por favor, ven por mí, ayúdame, no podré soportar estar aquí de nuevo con este abusador y asesino.

Alistair se paró y suspiré de alivio porque eso me dio a entender que no me tocaría.

—Tendré que aguantar pero volveré. No sabes cuánto te extrañé mi querida Amelia.

Besó mi frente y lo miré irse con mis ojos bien abiertos y mientras entraba un hombre al lado de Head Case y un equipo que parecía de computo.

No pude alejar mi mirada de Head Case... bastardo.

—Amelia, soy el Barón Strucker de AIM, creo que no me recuerdas, pero tranquila. Dolerá... pero en dos sesiones más el proceso estará completo, sobrevivirás, ya tienes la fuerza—me dijo igualmente con una mirada maligna.

Strucker fue quien en un pasado experimentó con Wanda y Pietro... y por lo que dijo... ¿Proceso? ¿Sobrevivirás? Estaba demasiado confundida...

— ¡¿De qué habla?! —dije asustada y nerviosa.

Strucker y Case rieron.

—Escucha mocosa, si tratas de oponerte pagarás las consecuencias—me dijo Head Case sosteniendo mi cabeza mientras Strucker me ponía un casco y ponía cables alrededor de mi cuerpo.

—Mañana irá a la cabina—dijo Strucker.

No sabía de qué estaban hablándome pero supe que me harían daño.

De repente comencé a sentir electrochoques en mi cabeza, era un dolor insoportable que me hizo gritar con desesperación.

Esto era peor que el infierno.

My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora