My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

32. Angustiada

— ¿Qué encontraste? —me preguntó Steve confundido.

—Esto—dije mostrándole la USB y rápidamente volviendo a guardarla en mi chaqueta.

— ¿Qué hay ahí?

—Había cosas sobre ti, sobre todos... pero...

No alcancé a terminar la oración ya que Nat y Clint se acercaban y no quería que se enterasen aún. Le lancé una mirada a Steve de modo que callara y asintió.

—Wow... me sorprende no verlos tan cariñosos como siempre...—dijo Nat y yo me crucé de brazos.

—Sí... eh... bueno, mejor que él te lo explique—dije recordando la desagradable escenita de hace pocos minutos, esto hizo que me pusiera de malas de nuevo por lo que volví a fulminar a Steve con la mirada—. Y yo... si no les molesta iré a buscar al tío Tony, estoy bastante agotada y me caería genial dormir.

Después de buscar al tío Tony, regresamos a Nueva York en Jet. Al llegar a la torre de los Vengadores ya era bastante tarde por lo que lo primero que hice fue literalmente arrojarme a la cama sin ni cambiarme ni nada, lo único que si me quité fueron los zapatos.

En serio estaba cansada, quería descansar por hoy y preocuparme mañana.

[...]

—"Apartaos que la niña no está muerta, solo duerme"—escuché la voz de mi tío Tony haciendo una mala imitación teatral para fastidiarme y sentí como picoteaba mi brazo sintiéndose muy divertido.

Ronroneé y me tapé con las sábanas por completo.

—Lo has dicho: "apartaos"; quiero dormir...—me quejé.

—Nada de eso señorita, ya es tarde, creímos que habías muerto.

—No me importa, no molestes—le tomé el brazo y le di una pequeña descarga de la cual él se quejó.

— ¡Demonios! Yo esperaba cariño vespertino de parte de la sobrina que me ama.

—Ese fue mi cariño vespertino, ahora vete—dije intentado volver a dormir.

—Quieres de seguro al Capipaleta. Soy mucho mejor que el anciano congelado, no sé porque prefieres verlo a él en vez de mí... ah sí claro, por su asqueroso Fondue... ya levántate, niña—sonreí a pesar de estar adormilada, pero mi tío me quitó las sábanas de encima y yo me quejé.

— ¡Eres un fastidio, tío! —dije escondiéndome entre las almohadas.

—No, soy un sexy millonario con cientos de cosas que hacer perdiendo el tiempo con una niña que va a terminar sacando mi Hulk interior, que por cierto es atractivo como el infierno, no como Banner.

Reí y le saqué la lengua.

—Bueno ya... está bien, tomaré una ducha, así que ya vete... adiós.

Mi tío sonrió y cuando se fue aún con los ojos entre cerrados miré el reloj y no pude creer cuanto dormí ya que eran las dos de la tarde. Me dirigí al baño para mis necesidades básicas, posteriormente para bañarme con agua caliente que logró despertarme milagrosamente, igualmente, despertó mi hambre.

Terminando solo me trencé el cabello, me vestí y ya lista fui hacia la sala.

—Buenas noches, bella durmiente—dijo Clint.

—Vete al carajo, Katniss—dije mientras todos reían y Clint me miraba con una sonrisa fastidiosa.

Me dirigí a la cocina y me preparé un omelette de pimientos y queso y un jugo de naranja.