My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

25. Propuesta

Me aferré de Steve sin saber qué ocurría para que Fury me quisiera en una junta con los Vengadores.

La incógnita de Fury no tenía nada contento a mi tío Tony y mucho menos a Steve.

Llegamos a una sala de juntas que estaba dos pisos abajo de dónde estábamos. Yo me tomé asiento entre Steve y mi tío.

No me sacaba de la cabeza que algo no iba muy bien, tenía muchas sospechas y ninguna de ellas era buena. ¿Por qué no me dejaban estar en paz? Después comencé a pensar y me dije a mí misma que no debía adelantarme a los hechos, tal vez existía la posibilidad de que Fury trajera buenas noticias.

— ¿Y ahora qué quieres, Fury? —preguntó mi tío fastidiado.

—Otra pregunta es ¿para qué quieres a Amelia aquí? Ella necesita descansar—dijo Steve con su mano sobre mi espalda.

—Esto ocurre—dijo arrojando unos papeles a la mesa.

Steve acercó uno y ambos lo vimos. Tenía bastante curiosidad pero ya saben lo que dicen... la curiosidad mató al gato y a mí me mató ver en esas carpetas el símbolo de la organización que tanto daño había hecho a mi vida, esa organización que me volvió otro más de sus ratones de laboratorio, esa organización que era controlada por el maldito bastardo al que ni siquiera me atrevería a llamar mi padre. Sentí rabia al ver ese símbolo de nuevo pero lo que verdaderamente me controló fue el miedo que le tenía a esa organización. Mis misiones, mis entrenamientos, el calabozo, los experimentos, Alistair, Case y Strucker volvieron a atormentar mi mente.

Volteé el rostro y sentí que una lágrima recorría por mi mejilla. Tan solo recordar que hace no más de un mes estaba de vuelta en ese infierno y recordar la soledad y la desesperación... el solo recuerdo me hacía vivirlo de nuevo.

—Suficiente de esto Fury; no quiero que Amelia vuelva a ver o escuchar de HYDRA en su vida, ya le han hecho bastante daño y no pienso permitir que escuche esto—dijo Steve firme y severo y me tomó de la mano para sacarme de ahí.

—Quieto Rogers, esto es importante y si quieres que tanto Amelia como el mundo se libren de HYDRA de una vez por todas van a tener que escucharme.

Steve trató de oponerse pero lo detuve no quería que tuviese problemas con Fury. Me alegraba que se preocupara por mi seguridad y mi estado de ánimo pero yo debía poder soportar escuchar hablar de HYDRA, tenía que ser fuerte como siempre lo había sido. La mano de Steve se aferró de la mía como una señal de que todo estaría bien.

—Maria Hill y nuestros agentes especializados han destruido otra de las bases secretas de HYDRA pero el paradero de nuestro hombre Alistair Moon sigue siendo desconocido. Este hombre es una amenaza—ni me lo diga Fury, nadie lo sabe mejor que yo—. Sabemos que para llegar a este hombre debemos destruir todas las bases y así acabar de una vez por todas con HYDRA y Alistair Moon.

A nadie haría más feliz que a mí que acabaran con esos bastardos pero era imposible.

—Corta una cabeza y dos más la reemplazaran—murmuré en voz bastante baja pero creo que todos me oyeron por lo que pusieron toda su atención en mí.

— ¿Qué dijiste? —preguntó mi tío Tony.

—No se hagan los tontos, saben perfectamente lo que dije—respondí tajante—. No podrían acabar con HYDRA, llevan desde 1940 intentándolo. Siempre quedarán cucarachas y esas cucarachas se multiplicarán.

—Lo que no sabes, señorita Moon, es que HYDRA ha estado siendo eliminado de poco a poco, y cada vez estamos más cerca de acabar con los mal nacidos. Nuestro equipo mejor preparado será el encargado de ponerle fin al circo de HYDRA, ustedes Vengadores, acabarán con esto de una vez por todas. Y tendrán un nuevo miembro en su equipo que será de gran ayuda.