My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●

41. Fantasmas y Verdades

Abrí los ojos, todo el cuerpo me dolía pero en especial el rostro, aun así esperaba que todo hubiera sido una pesadilla, que mi padre no me hubiese engañado, que yo nunca hubiese traicionado a mi tío ni a mis amigos, esperaba tener los brazos de Steve a mi alrededor asegurándome que todo estaría bien, pero desperté de nuevo sola en una habitación.

Mi cuerpo estaba completamente aprisionado en un traje de goma negra que estaba bastante apretado y apenas me permitía respirar, la única parte que se libraba del traje era mi cabeza. Estaba tirada en una esquina que me permitió observar todo a mí alrededor.

Yo conocía éste lugar, de hace mucho tiempo, pero yo había estado aquí y aún lo conocía como la palma de mi mano. Éste lugar estaba lleno de fantasmas.

Frente a mí a un poco menos de un metro había una base de madera para una cama pequeña que estaba en las mismas malas condiciones que hace años.

Al lado de la cama había un baúl que también era de madera y era lo suficientemente grande como para ser el escondite de una niñita asustada.

Finalmente, tirado en el suelo había un muy polvoriento oso de peluche que después de tantos años no creí volver a ver.

Cómo llegué aquí no me era una pregunta. Seguramente después de que Alistair me dejara inconsciente me trajo aquí donde tal vez pensaba dejarme para siempre.

Esto de que Alistair me capturara ya se estaba haciendo una maldita costumbre, pero sentía que ésta era la última vez, Alistair ya no perdonaría otra cosa, si estaba aquí y no en HYDRA era porque iba a morir.

Traté de crear electricidad, traté de liberarme y no pude.

—Si te hubiera dado lecciones de física básica sabrías que la goma es uno de los principales aislantes de electricidad—escuché a Alistair y volteé a la dirección de su voz.

Estaba recargado a la otra esquina y hablaba indiferente, sin importarle nada. Seguí mirándolo mientras se acercaba y noté que en la mano traía un cuaderno.

—Irónico ¿no crees? Que justo a horas de tu fuga los Vengadores fueran y destruyeran la última base de HYDRA, la bestia verde sí que hizo trizas absolutamente todo, y la mayoría de mis mejores agentes... meh... se llamaban.... Seguramente para los Vengadores fue una victoria inminente, pero no, esto no se ha acabado... porque yo aún te tengo a ti, cielito...

Miré de nuevo el lugar recordando la escena que me alejó de aquí cuando era pequeña: cómo grité "¡Mami!" corriendo hacia ella y cómo cuando terminé de bajar las escaleras llegué a mamá que ensangrentada yacía en el suelo inconsciente.

Las lágrimas no se hicieron esperar. Esa escena se repitió en mi mente, volví a vivirla sintiéndome como aquella niña indefensa de nuevo.

—Veo que recuerdas éste lugar mi niña. Aquí era nuestro pequeño hogar donde todo pudo ser maravilloso hasta que tu estúpida madre lo echó a perder.

Volteé para ver a Alistair de nuevo sintiéndome furiosa.

—Contigo nada es maravilloso y jamás lo será.

—Si hubieras querido sí... ya teníamos lo que siempre habías deseado, pero tenías que meter la nariz donde no...

Negué con la cabeza sintiendo como se formaba un nudo en mi estómago.

—Me quitaste mi identidad, me separaste del hombre que amaba, hiciste que odiara a todos mis amigos y al hombre que ha sido como un padre para mí. ¡¿Qué más quieres de mí?!

Alistair rodó los ojos con hartazgo.

—Cada vez confirmó más que tu estúpido sentimentalismo lo heredaste de Violette...