29. Me Quita La Respiración

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Llegamos a la torre y subimos por el elevador mientras seguíamos besándonos y reíamos. Cuando el elevador se detuvo y se abrió Steve se ofreció a acompañarme a mi habitación.

—Los tacones me están matando—dije.

—Podrías quitártelos e irte corriendo—me respondió Steve riendo.

—Eres un idiota—le dije fulminándolo con la mirada.

—Y tú una majadera.

— ¿Majadera? —dije riendo—. Qué expresión tan anticuada, anciano.

—Claro que una niña no la entendería.

Me reí infantilmente y tomé a Steve de la mano hasta que llegamos a mi cuarto y lo abracé del cuello después de abrir la puerta.

—Te veré mañana.

—Quédate.

—No Amelia... sé lo que pasará si me quedo.

— ¿Y no quieres que pase?

—Por supuesto que sí pero aquí no. Si Stark se entera...

Torcí los ojos.

—Ya deja de preocuparte de lo demás. Nada importa... solo piensa en 3 palabras: "TÚ", "YO" y "SIEMPRE"—tomé su corbata y lo jalé hacia la habitación.

Steve se dejó llevar y cerró la puerta.

Dejé mis rosas en el tocador y me deshice de los tacones lanzándolos hacia alguna parte. Steve aún con inseguridad abrazó mi espalda y comenzó a explorar mi cuerpo con sus manos, quería más de él, tenía la necesidad de seguir sintiéndolo tocándome, quería ser solo de él.

—Amelia...—lo besé—... no...—volví a besarlo—... quisiera...—volvió a dejarse llevar por mis besos y se separó de nuevo—... presionarte...—ahora me besó él a mí—... a hacer algo que...

—No me estás presionando a nada, Steve... deseo esto... te deseo a ti aquí y ahora... ¿Tú no me deseas a mí?

—Amelia... te deseo tanto que podría ser un delito.

— ¿Entonces qué estás esperando? Aquí estoy. No sé cuánto tiempo tenga para estar contigo pero quiero disfrutar de ese tiempo contigo de todas las maneras posibles.

Comenzamos a besarnos con más pasión con una necesidad tan grande que no podía ser negada. Steve deslizó sus manos hacia mi espalda baja y yo le quité la corbata y el saco, después desabotoné su camisa y pasé mis manos sobre su pecho y su abdomen, sentí su necesidad masculina por mí y sonreí. Me llenó de caricias mientras me desvestía y yo le quitaba el pantalón con lo que ambos quedamos solo en ropa interior. De alguna manera él terminó encima de mí sobre la cama. De nuevo exploró cada centímetro de mi cuerpo, al contacto de sus manos sentí algo inexplicable, cada uno de sus toques me llenaban de un amor que jamás había conocido, sus toques me hacían perderme en las estrellas. Deslizó sus manos hacia mis bragas a lo que yo temblé un poco.

—Todavía puedes arrepentirte...

—Nunca me arrepentiré de estar contigo, Steve.

Steve me besó en el abdomen haciéndome gemir y se alejó un poco.

— ¿Qué haces?

—Buscó algo.

Regresó a mí y me besó.

— ¿Qué traes ahí? —le pregunté quitándole de las manos un paquetito y me di cuenta de que era un preservativo. Reí nerviosa—. ¿De dónde sacaste esto?

My Infinity [•Steve Rogers•] ●Resubida●Donde viven las historias. Descúbrelo ahora