Capítulo 34

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Aki

Termino de camino a casa con Tony sentado a lado de mí y un hombre desconocido conduciendo. No seguimos hablando después de lo que paso en el jardín y cuando pensé que ya había llegado el momento de marcharse a casa, tomo mi teléfono y ¡oh, sorpresa! No tenía batería. Sí, porque ese tipo de cosas solo pueden pasarme a mí.

Solo espero que papá no se enoje o se preocupe al ver que no llamo, de solo pensar que podemos llegar a cruzarnos en el camino... trago saliva.

La lluvia no ha parado y varias gotas se estrellan contra las ventanas.

― ¿Estás bien? ―la voz de Tony me hace girar en su dirección.

Curvo las cejas hacia arriba. No entiendo muy bien su pregunta.

―Sí ―contesto―, estoy bien, yo debería de ser la que pregunte por eso.

Aún recuerdo la sensación que sentí cuando Tony dijo esas palabras "Mi madre murió". Un enorme nudo formándose en mi garganta, sin saber muy bien que decir o si las palabras saldrían, no me había preparado para obtener respuestas como esas después de todo.

―No hablo sobre eso ―su ceño se frunce y dirige una rápida mirada al conductor sin que lo vea y la vuelve a regresar a mí―. ¿Te pregunto por tu ropa? ―señala la sudadera y la pequeña cobija que me presto, no podíamos hacer nada con mi ropa...

Mi rostro cambia de color al instante y cualquier síntoma de frío desaparece.

―Ah, claro, gracias por cierto.

Los modales ante todo.

―Bien ―se limita a decir.

Pasamos otro rato en silencio y yo me concentro en el paisaje, no hay mucha gente en la calle, básicamente, solo hay dos personas. A mí me gustaría estar afuera disfrutando de la lluvia pero no puedo obligar a los demás a pensar como yo.

―Mmm, sobre lo de... ―vuelvo a girar hacia él y veo uno de los gestos más lindos que no suele mostrar, sus ojos miran hacia abajo y su cabello cubre su rostro ligeramente, sin mencionar el gesto nervioso que suele hacer, su mano sobre su nuca―, lo de Emily, puedes hablar conmigo sobre ella cuando quieras.

Asiento con la cabeza y vuelvo a lo mío. Supongo que Tony también se sentía de esta manera cuando yo insistía tanto con mis preguntas. Me gusta que se mostrara amable con eso pero aun no me siento bien con el tema y mi corazón golpetea con fuerza a causa de ella, un sudor frío baja por mi espalda.

Tal vez si es mejor mantener el pasado donde está.

Pero la curiosidad es tu maldición, Aki.

―Así que solo ibas a comprar ―Ashley esta frente a la casa con un paraguas en mano. Tiene puestos sus lentes, el cabello atado en dos trenzas y el short que ocupa para andar en casa.

Aprieto el nudo que hice para que la cobija se quede alrededor de mi cuerpo y trago a mi lado. Tony no dice ni una sola palabra. Cobarde.

―Nos encontramos ―miento.

― ¿Y papá te dejo? ―sé que si pudiera hacerlo, en este momento se cruzaría de brazos.

Trago saliva y guardo la calma para no golpear a Tony en las costillas por no ayudar en esta situación, pero entonces él parece reaccionar:

―Su padre parecía tener prisa y yo le dije que Aki podía estar conmigo.

― ¿Y qué compraron? ―señala un punto vacío entre nosotros― Yo no veo nada.

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora