Capítulo 45

709 32 4
                                    


Caigo al suelo de madera con un fuerte golpe y mi cabeza también resulta ligeramente herida. Después de todo si tengo una cabeza dura.

Sobo el lugar dañado que provoca una ligera pulsación dolorosa y trato de levantarme sin mucho éxito.

―Es bueno verla por aquí señorita White ―giro mi cabeza rápidamente haciendo que un dolor más fuerte me recorra el cuerpo.

A pesar de que esta oscuro y que solo las ligeras luces de fuera alumbran, logro ver la silueta del hombre que está a mis espaldas. Mis ojos se abren de par en par y me pongo de pie a pesar de las protestas de mi cuerpo.

―Yo... ―bacilo― Disculpe, me iré de este lugar en seguida ―hago una ligera inclinación en señal de disculpa y comienzo a caminar para alejarme del lugar.

"El padre de Tony me odia" Las palabras de Mylene suenan en mi mente.

Me he metido en terreno peligroso, solo tengo que alejarme lo más rápido que pueda y no abrir la boca más de lo necesario.

―Este era el lugar favorito de mi Melissa ―su voz hace que me detenga.

Giro una vez más para verlo, esta vez es él quien me da la espalda pero puedo ver que parece triste, después de todo, su esposa ha muerto, debe ser doloroso que su recuerdo se tenga que quedar eternamente en su casa.

Estoy a punto de hablar, de decir: "Lamento su pérdida" pero me mantengo en silencio.

―Tony ha hecho una buena elección ―trago saliva cuando vuelve a hablar―, tienes que ser alguien especial para que conozcas este lugar.

No puedo mentir y decirle que llegue aquí por accidente, él sabe que vine a su casa.

―Lamento haber molestado ―digo y aprieto mis puños a los costados.

El ambiente es tenso y de repente el frío incrementa, no sé cómo es que aún no me he puesto a temblar.

―No he dicho que este molestando ―gira y quedamos frente a frente, sus ojos son de un color más oscuros que los de su hijo y se siente más pesada pero no aparto la mirada, yo nunca haría algo como eso―, pienso que tú y mi hijo serán muy felices.

¡¿Qué?!

Disculpe ―me apresuro a decir―, pero no tengo ningún tipo de relación con Tony.

Cuando su ceño se frunce un escalofrío sube por mi espalda. Siento que en poco tiempo estaré bajo tierra.

―Aún son jóvenes ―se limita a decir.

―Opino lo mismo ―murmuro.

SÍ, soy joven, todavía tengo una vida por delante. Puede que el tiempo avance rápidamente pero aún no sé qué hay delante de mi camino.

―Es un testarudo pero es bueno ―sé que se refiere a su hijo―, incluso trata de hacerme cambiar de opinión ―suelta una risa sin ánimos―, como si no me conociera.

―Es difícil hacerlo cambiar de opinión ―concuerdo.

Yo soy un vivo ejemplo de eso, y el ejemplo más claro y absurdo es que todo comenzó por un simple saludo.

Por un momento sus facciones se suavizan y quisiera decir que puedo ver que de verdad siento que se preocupa por su hijo pero no puedo mentir, no veo nada de eso, solo veo a un hombre cansado. Recuerdo a papá cuando regresa cansado y agotado, a veces incluso de mal humor pero siempre trata de hacernos sonreír por lo menos una vez al día. El hombre que esta frente a mí no es mi padre y tampoco lo conozco, no sé cómo se comporta con su hijo, no sé si le da la atención suficiente y tampoco sé si le exige más de lo que puede al experimento fallido.

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora