Capítulo 32

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El ambiente no es el mejor, Tony claramente no me quiere frente a él en estos momentos a lo contrario de mí, porque yo sí disfruto de tenerlo justo en frente.

―Te llevare a casa pero vete de la mía ―cierra los ojos y hace una señal que indica a las largas puertas de este paraíso rodeado de libros.

― ¿Por qué? ―pregunto― ¿Por qué te interesa tanto que me vaya?

Tal vez a este paso tengo que dudar de las calificaciones que me han dado los profesores porque el experimento fallido tendrá que sacarme de aquí solo si me explica con manzanas.

― ¿Acaso me has estado escuchando hasta ahora?

― ¿Es eso alguna clase de insulto? ―cuestiono y me cruzo de brazos―, solo déjame claras las cosas y yo me iré, por mi propia cuenta, pero necesito que me expliques.

Lanza un suspiro y mueve los ojos de un lado a otro, se lleva una mano al cabello y lo cambia de lado. Ya está bastante despeinado, ¿De qué sirve hacer ese gesto?

―Te lo estoy pidiendo ―dice.

―Qué casualidad, yo igual estoy haciendo lo mismo ―respiro profundamente. Con el poco espacio que tenemos, incluso el aire es pesado.

―Hablemos otro día.

Ja, ese truco me lo sé de memoria.

― ¿Otro día? ―imito el mismo gesto que detesto de él; elevo una ceja― ¿Y eso cuando es? Ese "otro día" ―hago las comillas con los dedos―, nunca llega.

Vuelvo a alzar un poco la barbilla y tengo ganas de reír, quiero ponerme a carcajear en el suelo porque por una vez en todo este tiempo, soy yo la que está ganando esta lucha contra Tony, por una vez en todo este tiempo, soy capaz de tomar las riendas por mí misma.

―Déjame hacerte una pregunta antes de que sigas hablando ¿Por qué quieres saber eso? ¿Por qué te interesa mi familia o mi pasado? Tú no estás involucrada ni en uno ni en el otro.

Buena pregunta...

¿Qué es lo que me llevo hasta aquí? ¿Qué es lo que me hizo venir hasta este lugar?

Mi barbilla, no, mi cabeza y mirada comienzan a bajar lentamente, no sé qué contestar y evadir su pregunta no nos llevara a nada más que a otras miles de discusiones entre ambos. ¿Entonces qué es lo que tengo que responder?

―Tú estás en mi vida ―contesto y estoy consciente de que mi voz apenas y es audible, sé que mi mirada se ha perdido en los zapatos blancos con un moño como adorno, sé que no parezco más que una niña pequeña admitiendo que ha hecho mal porque mi error, mi único error al venir a este lugar era claro: enfrentarme a todo. Estar consciente de que tarde o temprano me enfrentaría a todo.

― ¿Qué?

Mis manos viajan a mis costados, tomo la tela de mi vestido y la aprieto, entre mis manos la tela se arruga y muerdo un poco mi labio inferior.

―Tú está en mi vida Tony Clark y si sigues diciendo que yo te gusto....

― ¿Cuándo he dicho algo como eso? ―sus palabras son como un duro golpe.

El tiempo parece detenerse por una fracción de segundo. Esto... esto no lo comprendo.

Mi cabeza se alza de golpe y veo los ojos verdes clavados sobre mí.

―Tú...

―Yo nunca he dicho que me gustes Aki ―me interrumpe.

―Pero me besaste ―protesto.

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora