Capítulo 39

753 39 7
                                    

Mi rostro no tarda en enrojecer, está vez más guiado por la ira que por la vergüenza de ser el centro de atención. Las palabras de Tony no me duelen, no, ni me lastiman, solo hacen que me enoje y que el poco buen criterio que tenia de él, se haga pedazos.

― ¿Idiota? ―murmullo y mi gesto es idéntico al de él― ¿Qué quieres decir con eso?

Mis ojos que habían bajado al suelo por unos segundos, vuelven a elevarse y sé que son como fuego.

― ¿Tú también quieres que te repita lo que he dicho? ―cuestiona.

―No, no es necesario. ―en este punto, Mylene se ha convertido en un espectador más en este salón que se ha vuelto una tumba― Tienes razón.

― ¡¿Qué?! ―chilla mi amiga― Aki, tú no estarás...

―Tienes razón porque tú también lo eres ―interrumpo a mi amiga―. Tony Clark, eres el idiota más grande que he conocido.

Se escuchan abucheos a nuestro alrededor y estoy segura de que me gano más de una mala mirada. En cambio, el vuelve a tomar la misma posición de príncipe o rey con la que tanto lo caractericé en un inicio.

―Eso debe de ser un honor, viniendo de alguien como―parece que escupe esas palabras.

Mi barbilla se eleva y mi cuerpo se tensa.

―Sí, es un honor porque se trata de mi al igual que debe ser un honor el hecho de conocerte ―doy un paso hacia él―, porque eres el hijo de un gran empresario ―un paso más―, porque no eres más que un niño mimado que siempre obtiene lo que quiero ―rodeo a una de las chicas que estaban junto a él y nos encontramos frente a frente― Debe de ser un honor conocer a alguien como tú ¿no?

Su rostro es una mezcla de emociones, observo cuidadosamente cada gesto que hace, desde sus cejas hasta como abre sus labios para volver a cerrarlos.

No me gusta hacer espectáculos frente a otros pero no puedo evitar que mis palabras salgan de golpe, herí a Tony pero no puedo hacerlo quedar del todo mal, no todo en él ha sido malo después de todo...

―Pero, ¿Sabes por qué soy una idiota? ―pregunto― Porque creí que eras diferente. Porque creí que eras mejor de lo que pareces, pero no soy igual que todas Tony, no soy igual a todas estas personas, conozco lo suficiente de ti como para poder hablar. Y soy aún más idiota por haberme preocupado por ti.

Antes de que se diga algo más, salgo del salón, no espero a Mylene, no hago caso de la orientadora que me pide que regrese al salón. No, simplemente bajo las escaleras tan rápido como puedo, con un nudo en mi garganta y sintiendo que he sido vencida porque el hecho de que yo haya tenido la última palabra, no me hace la ganadora de la guerra que creí tener con Tony, no, él tenía razón, él tiene razón, soy una idiota y lo soy por creer en él.

Ahora lo veo, no podía ir todo tan bien...

Tomo el teléfono de los bolsillos de mi falda, es una suerte que Mylene me haya dicho que debo de prevenir y tener el celular a la mano. Busco el número de mamá y llamo.

―Me siento mal ―contesto cuando mamá abre la puerta del lado del conductor.

―Me asuste cuando llamaste ―dice―, pudiste haber hablado con la orientadora ¿no? ¿Acaso no te tenían que llevar a enfermería?

Suelto un suspiro y me coloco el cinturón de seguridad.

―Me siento muy mal ―repito y giro mi rostro evitando el contacto con sus ojos.

Me siento mal por todo lo que acaba de pasar, realmente siento que me han vencido y odio ese sentimiento. Al final, no soy mejor que la opinión que tenía de Tony al inicio.

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora