Capítulo 31

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Tony esta frente a nosotros, frente a la camioneta pero su voz fue clara, lo veo detrás del hombro de papá, ni siquiera viste ropa adecuada.

Respira, respira Aki.

Veo como mueve los labios y pone los ojos en blanco, después comienza a caminar con pasos largos... creo que esta de malhumor.

―Aki ―en cambio papá parece bastante nervioso, preocupado y cualquier otro sinónimo para esas dos palabras―. Tenemos que ir al hospital ¿Estás bien? ¿Te duele algo?

Niego con la cabeza y mi respiración comienza a regularse.

¿Qué acaba de sucederme?... Acaso... ¡¿Un ataque de pánico?!

No puede ser.

¿Me estoy volviendo loca? ¿Realmente me estoy volviendo loca?

―No pasa nada papá ―mi voz tarda un poco en salir―, todo está bien. Yo estoy bien.

Tomo fuerzas de algún lugar desconocido y comienzo a enderezarme, mi mano viaja a la manija de la puerta y tiro de ella, casi caigo cuando desabrocho el cinturón de seguridad pero logro formar una sonrisa en mi rostro. No puedo dejar que Tony escape.

―Todo está bien ―repito―, creo que me estaba ahogando, ya sabes, siempre me pasa ―comienzo a salir―, te llamo cuando termine de... ―muevo mi mano de un lado a otro para restarle importancia al asunto― hacer eso.

Tomo la puerta una vez más y la cierro. Papá aún tiene una mirada de preocupación.

―Estaré bien, no tienes nada de qué preocuparte ―digo por última vez y sigo mi destino.

Dejo que las largas escaleras me guíen hacia mi camino. Sé que papá sigue por aquí pero no le prestó atención, subo una, dos, tres, todas las escaleras, al estar de pie frente a las escaleras tomo aire y pienso en que todo estará bien, que ya nada importa y lo que me interesa está detrás de esas puertas.

Y al final, termino entrando como si se tratara de mi propia casa....

♡❤♡❤♡❤  

― ¿Quién diría que un día te encontraría en este tipo de situación, White?

Tony esta cruzado de brazos y aún tiene la ropa de dormir puesta... por lo menos utiliza ropa mientras duerme. Y mi situación no es mejor que la de él, dos chicas están a mis costados con los ojos clavados sobre mí.

―Lo mismo digo ―suelto.

Él frunce las cejas y suelta un largo suspiro.

―Rei, Emilia, pueden retirarse. ―la mirada de Tony no se aparta de mí y eso me molesta.

Mira a las personas cuando les hablas.

―No podemos dejar que alguien como ella entre como si nada ―escucho a mi izquierda.

Yo avise sobre esto. ¿Qué tipo de persona arma tantos problemas por algo como esto?

―Basta Rei ―cierra los ojos y toca el puente de su nariz―, ella no es cualquier tipo de persona.

Sí, soy una loca que entra a casas sin permiso y es atrapada por unas mujeres aún más locas. Si eso no es lo suficientemente anormal entonces no sé qué podría ser.

―Pero... ―trata de protestar.

―Ya he hablado.

Giro levente y veo una bonita cara, pelo largo, labios rojos y pequeños, pestañas largas... sí, es una chica muy bonita sin duda, tanto que no me creo que tenga que ser una sirvienta.

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora