Capítulo 56

548 29 2
                                    


Aki

Sé que estoy soñando, sé que lo estoy haciendo pero aunque soy consciente de eso, no puedo despertar.

Frente a mí, está la Emily que conocí, se abraza a si misma con fuerza, con tanta fuerza que me da miedo que se haga daño.

― ¿Me ayudaras Aki? ―pregunta en un murmuro que apenas y puedo escuchar.

Trato de acercarme, extiendo una mano pero no puedo moverme, mi cuerpo no me deja caminar a donde esta ella.

―Emi... ―su nombre tiembla en mis labios.

Su rostro se levanta de golpe y sus ojos me miran fijamente, su ceño esta fruncido y continua con los brazos aferrados a su cuerpo.

― ¡Cállate! ―me grita de repente― ¡¿Por qué no me ayudaste?! ¡¿Por qué prefieres guardar la verdad?!

Sus brazos bajan rápidamente y en pocos segundos esta frente a mí, sus ojos me miran fijamente y son como fuego que amenaza con convertirme en cenizas.

―Emi, yo...

― ¡Te he dicho que te calles! ―ladra.

Quiero huir...

Mis piernas siguen sin moverse, quiero que se muevan pero no puedo hacer nada.

―Yo... ―trato de hablar una vez más.

― ¿Acaso tienes algo más que decir White?

Sus ojos se cristalizan y después las lágrimas corren por sus mejillas.

―Emily, yo...

― ¡¿Por fin tienes algo que decir?! ―ruge y extiende un brazo para empujarme y hacerme caer al suelo― ¡¿Por qué no hiciste nada?! ¡¿Tan difícil era decir algo?! ¡Tú lo sabías todo y no hiciste nada. Sabías la verdad y preferiste guardar silencio! ¡¿Por qué?!

La miro desde el suelo, ahora ella es me mira desde lo alto. Es un mar de emociones, sonríe pero su ceño se frunce y lágrimas corren por sus ojos.

―Emily...

― ¡Cállate!

Eleva un pie y siento que me pisará, pero no sucede.

Mis ojos se abren de golpe, yo me levanto rápidamente, tanto que mi cabeza duele por un momento y ahora... no sé en dónde estoy.

― ¿Aki? ―mi vista viaja hacia él y trato de tranquilizarme cuando lo veo pero comienzo a temblar.

― ¿Qué haces en este lugar? ―pregunto.

Él se pone de pie y es cuando los dientes comienzan a castañearme de repente, escucho unos pasos acercándose un poco más a lo lejos.

―Qué bueno que has despertado ―giro hacia la mujer que se acerca a mí.

No digo nada, en lugar de eso, frunzo mi ceño y giro a ver a Tony que tiene la misma expresión que yo, solo que no mira en mi dirección, sino que sus ojos se clavan en la mujer.

―Creo que es momento de irnos ―dice en un tono serio poco común en él.

Mis ojos viajan nuevamente hacia ella y la veo cruzada ligeramente de brazos y con una sonrisa en el rostro. No estoy comprendiendo nada de lo que pasa aquí.

― ¿Seguro? Creí que habías dicho que la señorita sufría ataques de ansiedad.

No puedo evitar abrir los ojos hasta donde me lo permiten y un escalofrío me recorre.... Claro, estábamos en clases, Mylene estaba con Tony y yo...

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora