Capítulo 19

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― ¿Y al final que paso? ―me pregunta Mylene después de contarle todo el espectáculo que paso en mi casa.

Me acuesto sobre mi pupitre y hablo con el cabello cubriendo mi rostro y con la madera debajo de mi cara que aísla un poco el sonido de mi voz.

―Mi mamá me dijo que me asegurara de pedirle una disculpa a Tony.

Escucho la risa de Mylene delante de mí. Claro, las amigas se ríen de tus desgracias... a veces.

―Tu mamá no tiene que enterarse de que no le pidas disculpas ―me dice.

Elevo mi rostro un poco y apenas puedo verla a causa de la ligera cortina que forma mi cabello y cubre parte de mi rostro.

―Me amenazo ―digo con un tono de voz triste y aniñado―. Dijo que le llamaría para asegurarse de que hice lo que me ordeno.

Mylene eleva una ceja, aunque para mí su rostro es solo una mancha borrosa.

― ¿No crees que tu mamá es muy rara? ―me pregunta y yo golpeo mi cabeza contra el pupitre.

―Creo que es de familia, yo también soy un poco rara ¿no? ―le pregunto aunque no quiero que me conteste realmente.

Todos en mi familia somos raros desde mi punto de vista, mi padre es un hombre de negocios, cuando trabaja muestra un rostro serio y una voz grave que demuestra que no cambiara de opinión fácilmente, pero en la casa es una persona totalmente diferente, en cuanto llega, cambia sus trajes por ropa deportiva, siempre muestra una expresión agradable y dulce, que acepta y compra todos los chocolates que venden los niños en vacaciones y que siempre me compra todos los dulces que quiera, por cierto, casi se me olvida lo más importante, es un amante de los libros, desde juveniles hasta fantasía, básicamente de todo tipo, mi papá es como una enciclopedia andante. Mamá es rara en el sentido de que esta obsesionada con los modales, siempre quiere que todo sea perfecto, le encuentra defecto a todos pero defiende a su familia como nadie, aunque no lo parezca, si mi mamá hubiera visto a Tony cuando me robo mi primer b.... quiero decir, la vez que provoco que mi estómago golpeara contra el metal de la mesa del patio, si mamá hubiera estado ahí, habría hecho un escándalo con el que Tony no sería capaz de estar ni diez metros cerca de mí, en cuanto a mi hermana... Ashley, es rara a un nivel superior, ella ha tenido diferentes etapas con diferentes comportamientos, contar la historia de mi hermana, podría terminar en un libro con más de doscientas páginas así que me limitaré a decir que ella simplemente es un caso perdido. En cuanto a mí, Aki White Johnson, yo también soy un caso perdido, una chica que habla sola de vez en cuando, que tiene la cabeza en las nubes mientras finge prestar atención a lo que otros dicen, una chica que prefiere leer libros en vez de estudiar para los exámenes y aun así logra sacar las mejores calificaciones, lo sé, realmente soy extraña.

―Yo prefiero esperar por una disculpa sincera de tu parte ―levanto mi cabeza de golpe y el cabello me cubre los ojos pero lo alejo con un rápido movimiento―. Buenos días pequeña White.

Siento arder mi rostro y no sé si es por enojo o vergüenza de que él siga tan empeñado en llamarme "pequeña White".

― ¿Qué haces aquí? ―pregunto de golpe y entonces es cuando veo una extraña mancha de una mezcla de colores: morado, rojo, un toque de verde y rosa justo en el centro de su frente, es una mancha pequeña pero cuando la miras fijamente, incluso puedes sentir dolor... por lo menos no se hincho...

Formo una mueca y susurro un leve: "Eso si debió de doler"

Mi mamá tal vez tenga un poco de razón sobre pedir disculpas, pero por otra parte... ¡Él también hizo que mi estómago me doliera!

No Soy Igual Que TodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora