Capítulo 10

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Después de dos días y medio viajando por carretera al fin llegamos a Baja California, llegamos a una casa grande y espaciosa con 4 cuartos, y con una gran sala, cocina y comedor. También tenía una cochera donde cabían los tres carros sin dificultad alguna.

-¿Cuántas casas tienes Freddy? – dije admirando la casa desde dentro como un idiota.

-Esta no es mía bonita, la rentamos-.

-Aaah... oye te dije que no me dijeras bonita – reaccione.

-Ok-.

-¿Dejaras de decirme bonita? – su "ok" no me había dicho nada.

-No – sonrió. Lo sabía todo era muy bonito para ser verdad – ven bonita te llevaré a tu habitación.

Todos subimos, Paola y Bryan se quedarían en la misma habitación. Me tire en la cama de la habitación que había elegido, a la derecha estaba la habitación de Bryan y Paola, a mi izquierda la de Freddy, le seguía la de Daniel y hasta el fondo se encontraba un baño; saque mi celular y revise los mensajes que aún llegaban de los celulares de mis hermanos, las llamadas ya no eran tan frecuentes, pero los mensajes me llegaban aproximadamente unos 15 o 20 por hora, me harte.

 Salí de mi habitación y me asome al piso de abajo, ahí se encontraba la sala con una gran pantalla de plasma y videojuegos, vi mi celular, besé la pantalla (lo sé dramático, pero mi celular era como mi bebé) y lo deje caer, la pantalla se rompió en mil pedazos.

-¿Por qué lo hiciste? – Daniel se colocó a mi lado izquierdo.

-Mis hermanos no dejaban de mandar mensajes y tarde o temprano sabrían que me podrían rastrear con él – suspire.

-Tranquila, hay suficiente dinero como para que te compres más de un celular-.

-Ese dinero no es mío-.

-Bonita – llegó Freddy – los metí a todos en esto, creo que puedo compartir el dinero con todos – me sonrió, otra vez una sonrisa bonita y sincera – más tarde vamos al centro comercial a comprarte un nuevo celular – me abrazó por encima de los hombros.

-Hoy estas de buenas – le sonreí, no me aparte de su abrazo, al contrario yo también lo abrace.

-Es que estas conmigo – me dio un beso en la frente y bajo las escaleras.

Voltee a ver a Daniel.

-¿Qué fue eso? – pregunte.

-No lo sé – bajo las escaleras también, con una sonrisa como si entendiera todo.

Si lo entendía que me lo explicara porque si bien Freddy y yo ya nos tolerábamos más no era como que fuéramos las primeras personas con las que quisiéramos estar, bueno al menos yo tenía opciones antes que él ¿acaso él no? ... "Tranquila Fernanda tal vez solo lo hace por molestar al igual que te dice bonita solo por molestar". Sí, eso era coherente lo hacía solo por molestar. Baje las escaleras y me reuní con Freddy y Daniel en la sala, más tarde bajaron Bryan y Paola.

-¿Y qué vamos a hacer hoy? – preguntó Paola.

-Vamos a ir al centro comercial para que Fer compre un nuevo celular – le respondió Daniel.

-¿Qué le paso al otro?-.

-Lo deje caer del segundo al primer piso, la pantalla se le rompió-.

-Ok – dijo Bryan como si mi acción hubiese sido lo más normal del mundo.

Después de un par de horas en la casa, salimos y subimos de nuevo a los autos, llegamos al centro comercial.

-Nos vemos en un rato – habló Freddy – yo acompañare a Fernanda a comprar un nuevo celular-.

-Ok – dijo Bryan.

Nos separamos y Freddy y yo fuimos a una tienda de celulares.

-Elige el que quieras – me guiñó un ojo.

-Amm... okaay-.

Nos quedamos viendo los celulares, sentí un mirada fija en a nuestras espaldas, voltee, no había nadie.

-¿Qué pasa bonita?-.

-Nada, solo sentí que alguien nos miraba-.

-Tranquila, va a ser alguno de los chicos-.

-Ok-.

Volví a ver los celulares, no podía decidirme.

-Freddy – gritaron.

Ambos volteamos, era Daniel.

-Freddy ven – lo llamó.

-Espera aquí bonita – me dijo, fue con Daniel.

Termine decidiéndome por un LG Lx4, me entregaron el celular y con él un recibo.

-¿Terminaste? – me dijo Freddy llegando de nuevo a donde yo estaba.

-Sí-.

-Bien vámonos-.

-¿Pasa algo malo?-.

-No sé, los chicos dijeron que vieron a Rogelio no están seguros, pero hay que prevenir-.

-Ok-.

Empezamos a caminar y vimos a Bryan que estaba junto a Paola.

-Lo vimos, ahora estamos seguros – habló Paola apenas estuvimos con ellos.

-¿Y Daniel? – preguntó Freddy.

-No sabemos – esta vez habló Bryan.

-Le llamare – Freddy sacó su celular y marco, después de unos segundos volvió a hablar - ¿Dónde estás? – Escuchó – espera vamos para allá – colgó – está por los baños, no puede salir porque por ahí se encuentra Rogelio-.

-¿Y por qué no lo mata? – preguntó Paola.

Me gustaba tener a Paola como amiga y no como enemiga, por lo que veía le agradaba ver la sangre de sus enemigos.

-No puede, es un lugar público. Vamos a hacer esto, Paola ve al estacionamiento ahí mataremos a Rogelio, Bryan encárgate de las cámaras de seguridad de el estacionamiento, bonita tú y yo vamos a atraer a Rogelio al estacionamiento ¿ok?-.

-Ok – respondimos todos.

-Vámonos – Freddy me tomó de la mano y me llevo con él – no te separes de mi en ningún momento – asentí.

 Llegamos a los baños.

-¿Cuál es? – pregunte.

-Ese – señalo a un tipo fornido, pero bajo de cabello obscuro – le llamare a Daniel – sacó de nuevo su celular – Daniel escúchame, sal estamos afuera de los baños atrás de la caseta de los periódicos, ok con cuidado – colgó.

Esperamos como dos minutos y Daniel llego con nosotros.

-¿Cuál es el plan? – preguntó Daniel.

-Guiarlo al estacionamiento, Bryan y Paola lo estarán esperando ahí-.

-Ok-.

El teléfono de Freddy sonó.

-Es Bryan, ya desactivo las cámaras del estacionamiento. Esto es lo que vamos a hacer, vamos a pasar en frente de él – anunció Freddy – solo así lo vamos a poder llevar al estacionamiento-.

Salimos de nuestro escondite y pasamos en frente de donde Rogelio estaba sentado, Freddy tomó mi mano. Caminamos y en un momento mire discretamente hacia atrás, Rogelio nos seguía, apreté la mano de Freddy, volteó a verme, luego volteó atrás y lo vio, empezamos a caminar más rápido, Rogelio aún nos seguía, empezamos a correr y Rogelio también. Salimos del centro comercial y llegamos al estacionamiento. Estaba vacío, al menos la zona del estacionamiento en donde estábamos.

-Ya no corran – gritó Rogelio – igual los tres van a morir-.

-El único que va a morir hoy – se escuchó la voz de Paola – eres tú – empezó a disparar, nos escondimos detrás de un auto – ya pueden salir – se escuchó la voz de Paola.

-Vámonos antes de que llegue la policía – dijo Bryan.

Subimos a los autos y salimos del lugar.

Amores PeligrososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora