-Tenemos que irnos – aseguró Bryan.
-Creo que aún tenemos algo de tiempo, no alcanzó a avisarle a Nick que estábamos aquí – opinó Daniel.
-Sí, puede ser. Pero tarde o temprano sabrán que está muerto y sabrán que estamos por aquí – dijo Paola.
-Nos vamos mañana por la noche – se decidió Freddy.
-Menos mal no desempacamos – bromee tratando de aligerar el ambiente. Los cuatro me vieron – ok, cierro la boca-.
Rieron, Daniel me abrazó con un brazo por encima de los hombros.
–Mejor vamos a cenar - me sonrió.
-Sí vamos – dijo Freddy – pero... - quito el brazo de Daniel de mis hombros y me tomó de la mano. Lo vi raro - ¿Qué? No creas que eres especial, pero solo no quiero que te involucres con Daniel. Y no me preguntes por qué-.
-Okaaaay-.
-Por cierto Fer, tu chiste fue muy malo-.
-Lo sé, solo trataba de calmar el ambiente-.
-Buen intento-.
Fuimos a la cocina. Revise mi nuevo celular, las funciones y cosas así; Freddy me lo arrebató de las manos.
-Oye – me queje.
-¿Qué? Solo voy a apuntar mi número, por si hay alguna emergencia-.
-Aaah-.
Me lo devolvió.
-Aquí tienes bonita-.
-Les informo que nada de lo que hay en esta casa se me apetece – empezó a hablar Paola – así que ordene una pizza-.
-Yo no quiero pizza – se quejó Freddy.
-¡Te jodes! – le grióo Paola que ya iba camino a la sala.
Me reí, fui a la sala a reunirme con el resto, Freddy me siguió.
-Quería disfrutar de la playa un poco – se quejó Daniel.
-Yo también – lo apoye.
-Podemos ir un rato mañana, antes de irnos – dijo Bryan.
-Sí, no es mala idea – aceptó Freddy.
Sonó el timbre; Paola fue corriendo a abrir.
-Al fin moría de hambre – Paola fue la primera en tomar un trozo de pizza, la imitamos.
-Yo no quería pizza – se volvió a quejar Freddy.
-Te dije que te jodías-.
Terminamos de cenar y hablar sobre el día de mañana, además de otros temas que me permitieron conocer más a Daniel, Bryan y Paola. Todos subimos y cada uno se fue a su habitación; me tire en la cama dispuesta a dormir después de la tarde que había tenido estaba muy cansada, a pesar de que prácticamente no había hecho nada más que correr.
Mis ojos estaban por cerrarse cuando se escucharon ruidos extraños del cuarto de Bryan y Paola, abrí mis ojos de golpe al escuchar unos gemidos que provenían de su habitación. Mierda estaban haciéndolo y por lo que se escuchaba no pararían en un buen rato; salí de mi habitación y me dirigí a la siguiente, a la de Freddy. Toque la puerta.
-Adelante – se escuchó, la abrí.
-Hola – dije; ahí también estaba Daniel.
-¿Ya empezaron con su cesión de sexo desenfrenado? – se burló Freddy.
Asentí.
-Es por eso que nadie quiere la habitación a su lado – Daniel rió.
-¿Qué necesitas bonita?-.
-No podre dormir en mi habitación, me resultaría incomodo dormir en el sillón o en la tina del baño así que ¿puedo dormir con alguno de ustedes?-.
-Por mi está bien – dijo Daniel – pero te advierto que duermo desnudo y eso no cambiara porque estés tú en mi habitación-.
-Freddy...-.
Dio un par de palmadas en su cama y asintió.
–Ven aquí-.
-Gracias – camine hasta su cama.
-Ok, entiendo – dijo Daniel – me voy-.
Salió de la habitación.
Me acomode en la cama de Freddy, él hizo lo mismo.
-¿Dormirás en la cama? – le pregunte.
-Bonita es mi cama, no pienso dormir en el piso – lo mire – además no es la primera vez que dormimos juntos ¿lo olvidas?-.
Sentí que mi cara se ponía roja como jitomate, me voltee y tape con las cobijas sin decir ninguna otra palabra. Freddy empezó a acariciarme el pelo.
-Fer te sonrojas muy fácilmente – apenas lo escuche reírse, estaba a punto de quedarme dormida – y eso es lindo en ti... descansa, bonita-.
*
Termine de guardar mis cosas y baje de nuevo la maleta.
-¿A dónde iremos? – pregunte.
-Esta vez iremos a Guanajuato, el viaje será largo – dijo Bryan.
-Por lo cual llegaremos temprano de la playa, descansaremos una hora, tal vez un poco más y nos iremos – habló Freddy.
-Vámonos – dijo Paola.
Fuimos hasta la playa caminando, estaba cerca así que no tuvimos problema.
Cuando llegamos Freddy, Bryan y Daniel se fueron directo al agua, parecían niños pequeños salpicándose. Paola y yo nos quedamos en la arena.
-Paola ¿puedo preguntarte algo?-.
-Claro dime-.
-¿Estas muy enamorada de Bryan?-.
-¿No se nota? Claro que lo estoy-.
-¿Y cómo te diste cuenta que lo amabas?-.
-Nena – era la primera vez que escuchaba hablar a Paola de una forma calmada – no es algo que ocurra de la noche a la mañana, eso pasa a través de los días y te aseguro a que no te darás cuenta cuando pase, solo un día lo sabrás-.
-Aaah – fue lo único que podía decir.
No estaba enamorada de alguien, no que yo lo supiera; y me parecía prácticamente imposible en estas circunstancias.
Los chicos regresaron todos mojados.
-Tengo ganas de caminar – dije - ¿alguien me acompaña?-.
-Yo lo haré – Freddy se pasó a mi lado.
Empezamos a caminar alejándonos de los demás.
-Fernanda hasta que no te enseñe a disparar no quiero que te alejes mucho de mí ¿ok?-.
-Ok-.
Nos quedamos callados un momento.
-El mar es hermoso – rompí el silencio.
-No me digas que la nenita de papi nunca había visitado el mar – fingió estar sorprendido.
-No idiota, ya lo había visto en varias ocasiones; pero hacia bastante tiempo que no lo hacía-.
-¿Por qué?-.
-Pues lo que sucedió fue...-.
-¡Qué lindo verlos juntos! – una voz desconocida, o tal vez no tan desconocida.
Nos volteamos "maldita sea" pensé.
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Amores Peligrosos
Fiksi PenggemarFreddy Leyva el chico que le dio un giro de 360° a mi vida. La pregunta aquí es ¿lo hizo para bien...o para mal? Esta novela es 100% mía. Esta prohibida la copia o adaptación de la novela.