Prescindible Amor

Capítulo XI |Efímero

Camino a paso apresurado por los pasillos de mi colegio. Estaba repleto de alumnos que salían de clases, ya que el timbre para el recreo ya había tocado.

Paso por al lado de un grupo de chicos que se estaban grabando con una cámara y sus celulares. Esos eran los típicos que hacían videos para subirlo a su canal de YouTube. Lo sé porque la mayoría de los estudiantes de esta preparatoria miran sus vídeos de bromas. Eran un total de tres chicos y dos chicas, que iban juntando más subscriptores cada día.

Me cubro la cara para no salir de fondo y apresuro mi paso. Tenía que llegar al salón del periódico estudiantil antes de que suene el timbre para el siguiente periodo.

Al llegar, los barullos de gritos llegan a mis oídos, había un montón de personas trabajando en la nueva edición del periódico escolar. Yo debía entregar unas fotos que me pidieron tomar sobre los alumnos y las clases, para agregarlas al nuevo segmento, por esa razón debía hablar con una persona en particular.

—¡Inútil! ¿¡qué es esto!?—se escucha el grito de una voz que reconocía bastante bien— Te pedí un articulo bueno, no uno en donde califican a las mujeres del instituto por belleza. —se lleva dos dedos a la nariz y cierra los ojos, en desesperación— Eres un inútil. 

—¡Pero si está bien redactado, como lo pediste!

—¡Yo no pedí esto! —exclama la muchacha— Pedí algo renovador, simbólico, brillante, cautivador, pero no puedo aceptar publicar algo que trata a la mujer como objeto sexual y encima las comparan para definir quien tiene más belleza. Pusiste un punto de vista de lo más misógino, ni siquiera llegué a terminar de leerlo. —la frustración se notaba en su voz— Tienes hasta el final del día para reescribirlo y entregar algo nuevo.

El chico sale rápido de la sala con unos papeles en mano, casi se le caían los lentes del apuro.

Zoella Volmer, periodista y editora principal del periódico estudiantil. También posee una página en Internet donde habla sobre el feminismo y las delincuencias de la sociedad.

Es una muchacha de último año, con el cabello negro y mechas rosas, ojos negros, robusta y ropa holgada. Siempre anda publicando y dando charlas sobre la mujer, el derecho de igualdad, y el bullying. Había carteles por los pasillos que ella misma se encargaba de poner, y tenía cierta ventaja, siendo la presidenta de los alumnos.

—¡Alizee! —exclama cuando me ve— Me leíste la mente, porque justo estaba pensando en ti y en cuando me traerías las fotografías.

—Ya están listas y editadas.

Le entrego el pendrive donde las había guardado y ella se encarga de pasarlas a su computadora.

—Eres mi salvación, en serio. —sostiene su cuaderno con una mano y con la otra intenta agarrar unos papeles que se le habían caído al piso—Estoy exhausta, con todo lo que tengo que organizar y sumémosle que nadie me ayuda en absoluto, estoy realmente cansada.

—¿Qué campaña estas proyectando ahora, Volmer?

Le ayudo a levantar los papeles y le acerco algunos libros que necesitaba.

—Una para que los profesores cambien sus métodos de estudio— explica, mientras ordena algunas cosas y termina de pasar las fotos a su computadora— Ya sabes, algunos viven en la época de los dinosaurios y no caen en la realidad de que estamos en el siglo XXI, que pueden implementar las tecnologías y otros artefactos.

—Buen punto, como la profesora Connor de segundo, que habla dos horas y no se le entiende nada, y la otra media hora te dicta mil hojas.

—Eso y la que la mujer es más vieja que Jesús. —agarra el pendrive y me lo pasa— Las fotos están hermosas, te lo dije antes y lo vuelvo a repetir, tienes mucho talento, Bennet.