Capítulo XXIX |¿Novios?

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—¿Nos vas a decir ahora lo que tienes que contarnos?—Pregunta Xionne a la vez que entramos a Barnum y buscamos un lugar para sentarnos.

El lugar estaba repleto, y podía ver a mis antiguos compañeros yendo de un lado para otro atendiendo a los clientes. El ambiente de la cafetería era muy hogareño, la música sonaba a un volumen adecuado para hacer del lugar uno más agradable. 

Elegimos una mesa para ubicarnos y busco con la mirada a Aaron. Mientras me siento veo como Xionne se queda mirando a Cinthia de reojo. Entrecierro los ojos y luego arqueo una ceja, pero ella no se da cuenta de ello y desvía la mirada a su celular, tecleando algo. 

—¿Y nos dirás?—Vuelve a insistir Alessandro. 

Ruedo los ojos divertida. Se comportaba como si le estuviera por revelar el final de una serie y no pudiera esperar para saber como terminaran los protagonistas. 

—No seas impaciente—Le regaño, y es escucho a Xionne reír. 

Veo como Aaron sale de la cocina y le hago una seña para llamar su atención. El rueda los ojos acercándose a nosotros y yo sonrío satisfecha de poder fastidiarlo con mi presencia.

—¿Y otra vez tú?—Habla cuando está frente a nosotros. 

—Se que me extrañas Aaron, no lo demuestres tanto.—Alardeo. 

—¿Qué van a ordenar?—Saca la libreta de su bolsillo para anotar el pedido e ignora completamente lo que dije anteriormente.

—Yo quiero un café americano junto a unos wafles, dos donas y un jugo de naranja recién exprimido—Todos quedamos mirando a Aless cuando termina de pedir y él se encoje de hombros—¿Qué? 

—Yo solo quiero un café cappuccino—Habla ésta vez Xionne. Aaron asiente anotando todo. 

—Y yo un café latte con una dona—Pido y él asiente, anotando todo. Antes de que se vaya añado—Gracias amigo—Le sonrio. 

—Que tengas algo con mi mejor amigo no significa que tengamos que ser amigos—Contra ataca. Por un momento pienso que está hablando en serio, hasta que una pequeña sonrisa se asoma en sus labios, hasta que se retira yendo a atender otras mesas. 

Mis amigos me observan con los ojos bien abiertos y confundidos. Mientras que yo solamente sonrio con inocencia, cuando por mi mente pasan imágenes de ayer en la playa. Su mano agarrando mi cintura, su boca buscando la mía, su ojos brillosos y sonrisa, nuestros cuerpos juntos y combinados a la perfección. Siento mis mejillas calentarse de forma inmediata. 

Sean provocaba todo eso en mi sin ni siquiera estar presente. El chico podría sonreír y yo ya estaría sintiendo esa extraña electricidad recorriendo mi cuerpo con una potencia de diez mil voltios. 

—¿¡Tienes algo con su mejor amigo!?—Pregunta Aless con sorpresa—Espera... ¿quién es su mejor amigo?—Añade con confusión. 

Llevo una mano a mi frente. 

—Creo que Alizee tiene mucho que contarnos—Habla esta vez la castaña sentada frente a mi. Le dedico a Xionne una sonrisa y asiento. 

Les empiezo a contar primero acerca de mi trabajo con Kristen, como me había ido la sesión, mis compañeros de trabajo, el ambiente, etc. Luego de cuando Sean me había ido a buscar, como pasamos tiempo juntos en la playa, nuestras charlas y como terminó la situación en una sesión de besuqueo que a duras penas confesé. Los chicos me escuchaban atentos, sin querer parpadear o comentar algo por miedo a perderse cosas importantes, lo cual se me hacía chistoso. 

—No puedo creerlo...—Dice Aless con sorpresa—Mi mejor amiga, la mujer que fue como mi hermana por años, la que decía que no tendría nada con ningun chico y moriría virgen tuvo una sesión de traspaso de saliva con un chico, ¡una persona real y no uno ficticio!—Me sonrojo y tapo mi cara con mis manos deseando que la tierra me trague cuando Aless dice eso en voz alta y algunas chicas se nos quedan mirando. 

Prescindible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora