Capítulo XIV |Escapada

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—Bueno, como todos están motivados y falta medía hora para que termine la clase, ¿qué les parece si debatimos acerca de algo que todos llaman como infidelidad? —la sonrisa del profesor se ensancha— Soren Kiekegaard decía que la infidelidad es más innoble y repugnante que el amor, ¿qué piensan acerca de eso?

—Que si ya de por sí el amor es un asco, traicionar y destruir la confianza de la persona que amas está mal. —pronuncio, rompiendo el silencio. 

El profesor y la clase me observa en silencio, pues era la única que se atrevió a hablar. Hasta que una chica del fondo levanta la mano y el profesor le da el pie para que hable.

—No creo que amar sea un asco, podría decir que es el sentimiento más lindo que la otra persona te quiera y apoye incondicionalmente, pero la infidelidad si es horrible, destruye la confianza, y uno se pone a pensar ¿es mi culpa que haya sucedido? ¿hice algo mal?

—De la muerte y la infidelidad nadie se salva. —dice Garren, un chico del fondo de la clase— Y perdón que diga esto, pero ustedes son hipócritas, porque aquellos que dicen que esta mal son los primeros que lo hacen.  

—Es ahí a dónde nos podemos hacer ésta pregunta. —interviene el profesor, escribiendo en la pizarra— ¿Y si te lo hicieran a ti? ¿quisieras ser tu el que sufre la infidelidad? —la clase entera se queda en silencio, así que prosigue— Ahí estaríamos apelando a la magnífica frase de Kant "No hagas a los otros lo que no quieres que te hagan a ti". Pero si el mundo funcionara en base al imperativo categórico de Kant, seria diferente.

—¿Pero por qué se da la infidelidad? ¿problemas en la pareja? ¿ya no hay más amor? —vuelve a preguntar la chica del fondo.

—La infidelidad no siempre está motivada por la falta de amor o frustración, sino por querer probar algo nuevo y salirse de lo monótono —busco con la mirada a quién dijo eso, y descubro que era el chico que me solía acosar con la mirada en las clases— El ser humano busca estabilidad emocional, pero a su vez despreocupación y probar el pecado —sonríe en mi dirección, como si me estuviera desafiando a que le contesté.

¿Tan bien me conoce que sabe que haré?

—¿Cómo puede una persona hombre o mujer buscar estabilidad emocional y a la vez querer bajar la calentura o excitación sexual con otra persona?—le pregunto, sin entender su punto—
Perdón, pero que sigas con esa persona y simulen ser una pareja feliz cuando rompió tu confianza y te engañó es absurdo.

—¿Por qué estás tan segura que una persona no puede amar a su pareja sólo porque la engañó? Puede estar enamorado y confundido a la vez. —cuestiona, y prácticamente toda la clase estaba atenta a su discusión.

—Porque es insólito, no podes amar a una persona que simplemente te cago con otra, no soy experta en el amor, pero te puedo asegurar que eso no es amar y mucho menos estar enamorado.

—Exacto, nunca te enamoraste, no te gusta el amor, así que no puedes hablar por todas aquellas parejas que sufrieron una infidelidad.

—No hace falta ser licenciado para saber que si engañas a tu pareja, destrozas su confianza, y luego le decís Te amo con una sonrisa hipócrita en el rostro está mal, y es por eso querido que prefiero estar sola a que estar enamorada en el siglo XXI, donde las relaciones están tan trilladas como tu capacidad para formular una respuesta coherente.

Las chicas me empiezan a aplaudir, pero mi mirada sólo estaba en el chico, no quería perderme ningún movimiento y al parecer él tampoco, porque sonríe y me sostiene la mirada.

Prescindible AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora